Tres hombres y un científico
Esta es mi primera entrada de este año en el blog. Se abre un nuevo período, un año nuevo (aunque para el cristiano tal vez todos los días son nuevos, siempre hay posibilidades de comenzar otra vez). Ojalá mejore la moral del país y vayamos saliendo del marasmo. Sería interesante analizar cómo hemos llegado aquí, sobre todo para intentar que no vuelva a ocurrir (de muy poco sirven los errores y las dificultades si no se aprende de ellos).
El título de la entrada se refiere a los tres pacientes (varones) que hay hoy en nuestra UCI, todos ellos jóvenes. Salieron un día de casa y en un instante se convirtieron en tetrapléjicos, por ahora dependientes de un respirador. No es muy diferente la situación de un científico que hoy cumple 70 años, Stephen Hawking, aunque su enfermedad no es una lesión medular no resulta menos incapacitante. Cuando veo su foto me doy cuenta de que a veces lo de menos es lo que ha dicho o escrito: él mismo es el mensaje, en una historia de coraje y superación que da tanto que pensar.
Porque este hospital en el que trabajo conoce muchas de esas historias: personas que de un momento para otro tuvieron que afrontar una situación muy dura y se vieron forzadas a vivir otra vida diferente a la previa. Muchos han sobrevivido –no sólo físicamente- a ese trance y viven vidas productivas y lo más felices posible. Se aprende mucho de la gente aquí y como muestra transcribo frases de una muchacha tetrapléjica, antigua paciente del hospital, extraídas del último número de la revista Infomédula:
“No ando, estoy sentada en una silla de ruedas, no manejo mis manos, pero hoy puedo decir que soy feliz, que soy lo que soy y que mi mayor problema no es la lesión medular. Yo organizo mi vida y decido cómo vivirla. He viajado y viajaré, he conocido y conoceré a gente que me aprecia con mi culo pegado a la silla, y he disfrutado muchas cosas que nunca imaginé ni en el hospital, ni cuando estaba de pie (…) mi presente está en paz y no se queda en el pasado, vivo con mis características actuales (en ocasiones duras, pero cada uno tiene lo suyo) (…) Nunca he tenido los pies tan en la tierra como desde que se apoyan en estas ruedas.”
¿No les parecen unas líneas preciosas? Es seguro que esta mujer habrá llorado mucho y peleado mucho para llegar a poder escribir esto hoy, que en los primeros momentos (o no tan primeros) tal vez pensó que no podría vivir así, habitar una situación tan dura, pero salió adelante. Decidir cómo vivir tenemos que hacerlo tras cada pérdida, tras cada acontecimiento vital, sobre todo tras los dolorosos, la mayoría afortunadamente no tan dramáticos como una lesión medular. Hay que aceptar la realidad y continuar, en lo posible ayudándonos y ayudando en este camino de la vida, lleno de luces y sombras.
Compartí con ustedes un fragmento del artículo de Infomédula y mis reflexiones personales. Recen por los enfermos y por quienes les cuidamos.
Yo, como tú, creo que, si se quiere, se le pone ganas y se empatiza bien, se aprende mucho de los pacientes con los que trabajamos.
Me gustaría hacerte una observación y es que la paciente a la que haces alusión en tu entrada, no es tetrapléjica, es enfermera, pero quedó tetrapléjica tras un accidente de tráfico y tuve la suerte de seguirla durante toda su rehabilitación en nuestro Hospital y de haber compartido con ella muchos Foros de la Universidad, del Hospital etc.. Tenía un potencial que le sirvió para afrontar la lesión con gran resiliencia y sacarle a la vida todo el provecho posible y SER FELIZ.
Además de lo que nos cuenta en Infomédula, ha hecho un sinfín de cosas (la última, descubrir el fondo marino). Fue la persona que presentó la Sesión en nuestro Hospital a la que quiero mucho y admiro.
Realmente lo importante es la adaptación a las nuevas situaciones que nos acontecen.
Permiteme una licencia personal: Hace un año y medio que yo circulaba y me desplazaba por Barcelona en bicicleta, la gente me decia ¡cuidado que te vas a caer!..¡es peligroso!…me sentía feliz, iba a trabajar contenta al CAP de salud (soy enfermera),hacia las visitas domiciliarias por el barrio feliz con ese medio de transporte y un buen dia me caí, en el cuarto de baño de casa y me fracturé la espalda y a los cuatro meses me volví a caer y a fracturarme otra vertebra…ahora estoy retirada con una incapacidad…en un momento cambia todo(no es para nada comparable con una tetraplejia), pero el adaptarse a la circunstancia es el mejor objetivo que hemos de conseguir para sentirnos bien.
Tenía ganas de expresarme.
Te deseo un año lleno de bondades.
Recibe mis saludos.
Hola,he sido una paciente de HNP,sufri un accidente el dia 20 de abril del 2011.Por ello tengo una lesión medular,mi lesión por suerte es incompleta.En la pierna izquierda sufrí una fractura abierta,la cual provocó que me pusieran unos fijadores externos,pues se rompió la tibia y el perone.Tuve la grandisima suerte de ser operada allí en el hospital .La operación fué muy bien resuelta.Cuando he estado en el hospital,al principio,pasé por momentos durisimos,pues cuesta bastante aceptar la nueva situación.Según paso el tiempo fui aceptando lo que habia ocurrido.A tal punto que consegui encontrar la felicidad,noté,que me estaba reencontrando conmigo misma.Quizás lo que me ocurrió,me ha salvado de una anterior vida monótona,para lograr,descubrir en mi cosas que eran impensables de lograr.Me considero desde siempre una persona que tiene empatía para los demás.Por ello pienso en los que estan peor que yo.Pero no les miro con pena ,todo lo contrario ,pues hay muchos que son personas admirables,por sus ganas y forma de luchar.Tengo que volver al hospital dentro de unos días para empezar mi rehabilitación(por la pierna,he tenido que hacer reposo,para que los huesos se consoliden) y pienso que vuelvo alli para reencontrarme con la que considero mi segunda familia.El trato que se recibe en muchas ocasiones es muy humano y yo lo valoro y agradezco mucho.
NO ES MAS RICO EL QUE MAS TIENE,SINO EL QUE MENOS NECESITA.