Colegios de Médicos desnortados
Los Colegios de Médicos de Barcelona, Gerona y Tarragona han apoyado en sendos documentos, con mayores o menores matices, el golpe de Estado orquestado desde el gobierno autónomo catalán. Con ello, han violentado la voluntad de numerosos colegiados, que se oponen a apoyar la ilegalidad, el delito y el crimen. Al igual que ha hecho la Generalidad, estas instituciones se han arrogado la representación de un colectivo, cuando en realidad ignoran por completo qué piensan los médicos, a los que nadie ha preguntado ni encuestado. Es curioso que unas instituciones que, desdichadamente, se distinguen por su inoperancia y la ausencia absoluta de compromiso en la defensa de los derechos de los colegiados, se apresuren ahora a posicionarse sin ambages al lado de los golpistas y los sediciosos. Durante años, lustros y décadas, no se han pronunciado sobre las malas condiciones laborales de los médicos, los contratos irregulares e injustos que muchos compañeros tienen que tolerar, los pagos ridículos que los colegiados reciben de la inmensa mayoría de las mutuas … es decir, les importa un carajo qué les ocurra a sus socios tanto en la esfera de la medicina pública como la privada, y sin embargo emiten comunicados diáfanos en apoyo de la sedición. Unas instituciones que no tuvieron nada que decir cuando el día 3 de Octubre se cancelaron cientos y miles de consultas y cirugías programadas, pero alzan su voz contra la Policía y la Guardia Civil, que sólo intentaron obligar a cumplir un mandato judicial.
Es por ello de agradecer que un grupo de colegiados tarraconenses hayan escrito a la prensa exigiendo que el Colegio de Médicos de esa ciudad rectifique esos comunicados, que no les representan. Espero también que la Organización Médica Colegial tome cartas en el asunto, porque no debe dejar que se pisoteen los derechos de los médicos, a riesgo de producir su propio descrédito. Por mi parte, he solicitado que el Colegio de Médicos de Toledo, al que pertenezco, se pronuncie con claridad pidiendo que se restablezca en Cataluña el orden constitucional. Espero que, al menos, me contesten.
La sociedad catalana está tan enferma que ni siquiera percibe su profunda esquizofrenia, que lleva a llamar paz a una situación de violencia continuada, a denominar democracia a la imposición unilateral, y a calificar como voluntad de diálogo el desprecio radical a las condiciones legales y legítimas. Sinceramente, en una sociedad así no merece la pena vivir.
Recen por los enfermos, por quienes les cuidamos y por España.
Muchos españoles se pronuncian a favor de la concordia y el sentido común pero los que nos representan parecen muy alejados de ambos conceptos.
Confiemos en que, de alguna manera, la sensatez se abra paso y superemos estos duros tiempos.
Tus reflexiones, aunque nos duelan, nos ayudan.
Gracias, Angel