Contemplación cristiana: experiencia de amor[1]
Contemplar es mirar con admiración y amor comprometido, en gesto gozoso, abierto a la unión con lo divino; es ser mirado y mirar, creando lazos de amor permanente entre el que mira (el contemplativo) y el mirado (que puede ser Dios u otra persona). En un sentido extenso, desde la perspectiva de occidente, la contemplación […]