Pepe
La imagen de Pepe llegando a Barajas nos rejuvenece a todos. Es una estampa entrañable y castiza, una postal sepia que nos lleva no al año 91, cuando parece que el del Popular se largó con la pasta, sino mucho antes, cuando el humorista Josele hizo famoso el estribillo “Vente pa´spaña, tío”. Pepe llegaba al mediodía del sábado al aeropuerto madrileño y se le veía relajado y pachorrudo, que es lo que se dice de quien gasta mucha pachorra. La melé de los periodistas no da para declaraciones en profundidad (para eso está “La noria”), pero José Pérez afirmó que es inocente y que viene a recuperar su identidad. Lo primero es natural que lo diga el interesado, y no seré yo quien ensucie su nombre, si acaso le ponemos el sombrero de presunto y ya tenemos al tío Pepe cubierto. Lo que me extraña es la segunda parte de su declaración periodística, eso de que viene a recuperar su identidad. Caramba, ¿pero es que Pepe no es Pepe? ¿Lo es pero el no lo sabe o no está seguro? ¿Ha estado este hombre 18 años sin identidad por el mundo? Tal vez sea más sencillo, quizá lo que viene a recuperar es su carné de identidad, pero en cualquier caso que se aclare. Dijo también que estaba muy tranquilo. Se le notaba sereno, sí, ¿y por qué no había de estarlo? Viendo al del Popular en Barajas uno llega en seguida a la conclusión de que es uno de los nuestros y se alegra de que vuelva a casa quien salta a la vista que ha podido pasar años por el mundo, pero el mundo no ha pasado por él. Con sinceridad, Pepe está como cuando se fue, como si se hubiera levantado a por tabaco y estuviera volviendo a la mesa para terminar la partida de dominó. Confieso que me gusta un tipo así, sencillo y popular, como su propio sobrenombre bancario, tan distante de aquel Dioni fatuo y tarambana, al que extraditaron de Brasil a los cuatro días y volvió con la cara hecha un cromo. Pepe el del Popular llegó a Madrid el sábado. Viene para hacerse famoso.
Pepe no hay más que uno: el defensa central del Real Madrid.
No perdamos el tiempo en gilipolleces.
Desde el centro geográfico del país de la picaresca. Genero narrativo que se llamo así, desde el siglo de oro hasta… nuestros días. La “listura” de hacer en provecho de uno mismo todo lo posible (aunque perjudique a los demás), es lo que se ha venido a llamar picaresca. Al pícaro se le describía como persona astuta, traviesa, descarada, cosas que en este país siempre se han jaleado y animado, Este picaruelo, no proscrito ahora, prescrito en realidad. Viene para hacer su declaración del la renta en los próximos meses y cumplir con su papel como ciudadano, invitado por la agencia tributaria y no por un programa de televisión como algunos puedan llegar a pensar. Probablemente otro se lleve el cheque y el siga tan pobre como declara. ¿No se suele hacer así?
En este país, centro geográfico de la picaresca, no esta penado el ser astuto, travieso o descarado, esta penado el que te pillen, antes de de prescriba.
Pero si no he matado a nadie, decía un hábil ”voleur”, Manda Güevos.
Pues le debemos de proponer como candidato a la medalla de las artes. Nadie puede decir que el tipo no es un artista; por supuesto con la autorización de Jose Tomas que es el que sabe quien se merece una medalla o una subvención y ya juzga tanto gomo Garzon.
País de destacados prófugos, como Arles, El Dioni, Paesa, Roldan no estarán organizando cursillos con Bin – Laden de ponente.
Bravo, Sin Reflejo, ahí está el quid de la cuestión en la picaresca. Lo que pasa es que este Pepe no da el tipo de Lazarillo ni siquiera el de personaje de esperpento de Valle-Inclán. Este Pepe es un Pepe de andar por casa (¿habéis visto la carita junto al crápula de su abogado?) que podría interpretar muy bien Pepe Luis López Vázquez… “Dame la manita”. Y a Seitaridis le digo que no, que ya quisiera el Pepe del Madrid llevarse 36 millones de euros en un soplo y sin dejar huella. Ah, amigo, cuántos balones tendrá que despejar el pobre Pepe para hacerse una huchita como la del tío Pepe?
El culpable de todo lo que está pasando aquí es Tirado.
¿A quién se le ocurre sustituir los “Sábados literarios” por un apunte sobre semejante Pepe?
Volvamos a la cordura! Este Pepe no tiene encanto alguno. No se merece una línea de nadie.
Que se lo lleve Eolo de un soplo huracanado!
Tirado, vuelve! ¿A que se lo digo a Alicia?
Bueno, bueno, ¿uno de los nuestros?. Éste tío no vale ni para metáfora del pícaro español. Recuerda que si lo catalogamos como “uno de los nuestros” detrás vienen otros similares. Y vaya cofradía. El Dioni (más épico), Rodríguez Menéndez, el jamonero de las Alpujarras….
Pepe tiene de popular, el nombre de su banco. Los que deberían ser populares son los estafados por él. Eso si que son sencillos. Sencillamente no se lo merecían.
a los estafados creo recordar que afortunadamente les pagó religiosamente el banco. Aquí el que se archó con el dinero fur el tal pepe que menudo chorizo, viene cuando ya ha prescrito el delito y aquí no ha pasado nada. a eso se le llama ser astuto por haber posido estar 18 años ¡ a la bartola mejicana¡
, de picaresca nada que saben muy bien lo que hacen y lo que prefieren antes de devolver el dinero. Ahí hemos tenido a Conde. ?oh nó¿. Pero bueno.¡, que rollo ya sabido, Juan Antonio.?anda, que seguro se te ocurren otro tipo de cosas más diver o interesantes . Mejico lindooooooo y querido..
Estoy con Seitaridis. Te ha traicionado tu espíritu periodístico. Pepe era noticia el sábado, pero yo hubiera preferido que no hubieras abandonado la literatura. Bueno, siempre puedes volver el sábado que viene.
¡Impresentable lo de Pepe el del Madrid! Debe ir fuera del equipo. La actitud que ha tenido esta noche le va a marcar el resto de su carrera.
Fuera estos Pepes.
Tirado, escribe algo que estoy hasta el gorro de Pepes.
Los arranques emocionales de Seitaridis son formidables. Lástima que el otro Seitaridis no arranque por la banda con igual ímpetu. Hace unos días nos invitaba a dejarnos de gilipolleces para proclamar que Pepe sólo hay uno. Pero el uno trinó, se le fue la cabeza (o mejor el pie a la cabeza de Casquero, que a su vez perdió la cabeza). Esto es un jerogllífico para futboleros y yo escribo al dictado de papá. Sobre Pepe debe caer todo el peso del comité de competición, pero cumplida la dura sanción Pepe debe volver sin mancha a vestir la camiseta blanca. Los futbolistas también tienen derecho a la reinserción.