Viejos, jubilados y muertos
La Fundación de Cajas de Ahorros, (FUNCAS), ha propuesto retrasar la edad de jubilación hasta los 70 años. En mi opinión se quedan cortos. Creo que no debe haber una edad de jubilación única, sino variable y coincidente a ser posible con el fallecimiento del beneficiario de la correspondiente pensión. De este modo cuadraríamos el círculo y salvaguardaríamos uno de los pilares básicos del Estado del bienestar. Muerto el perro se acabó la rabia, o muerto el burro la cebada al rabo. Arcadi Espada se refería el otro día a este asunto en la radio, con la seguridad cortante que le caracteriza, y lo hacía para alinearse con la propuesta de FUNCAS. También le he oído argumentar a Amando de Miguel en el mismo sentido, proponiendo la edad de jubilación al menos a los 70, y si acaso por encima de ese listón. Espada arremetió contra Lafargue, el famoso teórico del derecho a la pereza. Obviamente, Espada y De Miguel sangran por la misma herida gozosa, ambos están encantados de andar de onda en onda, de cámara en cámara como abejas libadoras. Si es por eso, yo defiendo que estos picaflores tengan derecho a aburrirnos hasta que se mueran o nos muramos. La cuestión está en determinar qué pasa con la gente que pertenece de verdad al tejido productivo (aquellos cuyo trabajo es útil para la sociedad): panaderos, electricistas, médicos, ingenieros, albañiles, maestros, bomberos, agricultores, camareros, periodistas de los que buscan noticias, policías, informáticos, profesores. ¿Los dejamos a todos sin recreo por dar el gusto a los Amandos y Espadas?
Y lo más importante: ¿Cómo conjugamos esta idea-amenaza sonda de la jubilación a los 70 años, con el hecho de que cada vez proliferan más los “Eres” en empresas importantes? Cuatro mil compañeros míos, de la radiotelevisión pública, han dejado recientemente su trabajo por haber cumplido los 52 años. Estamos cansados de oír que a partir de los 40 es difícil encontrar empleo, y después de los 50, muy improbable. El acceso de los jóvenes a las empresas es cada vez más complicado, de modo que tienen que entretenerse haciendo máster. Más de cuatro millones de trabajadores están en paro. Ante ese panorama, necesitaría que un listo (Espada, de Miguel o uno de la UNCA) me explicara qué sentido tiene retrasar la jubilación de los que tienen empleo a los 70. Otro día hablaremos del perezoso Paul Lafargue, yerno de Karl Marx, cuya obra merece un post.
El calculo de la base reguladora de cotización para las pensiones se realiza con una formula que es el cociente que resulte de dividir por 210 las bases de cotización del interesado durante los 180 meses inmediatamente anteriores a aquel en que se produzca el hecho causante. http://www.tuabogadodefensor.com/01ecd193e607b6501/01ecd193e607b6506.html.
Teniendo en cuenta, que la percepción salarial del trabajador, no suele ser la misma al principio de su vida laboral, que al finalizar la misma. Cuanto más amplio sea el periodo de cálculo, mas pequeña será la percepción del trabajador por jubilación.
Si se realiza un despido, del trabajador entre los 45 y 55 años, no solo es difícil encontrar un empleo con unas retribuciones parecidas a las consolidadas, si no que este nuevo empleo en condiciones normales, tiene todas las papeletas de rebajar para un futuro la base reguladora para el cálculo de las pensiones.
Oímos últimamente que los directivos de tal y tal empresa, se rebajan el sueldo de motu propio y piden un esfuerzo de los asalariados, a los que si les sube la luz, el petróleo, y hasta las sardinas, aunque, paradojas del destino, estamos en defla-manipulación.
Buena idea, de verdad, yo que tengo una nomina y solo una nómina, no llego ni por sueños a lo que hoy se considera un rico (60.000 € anuales) renuncio desde hoy a las dietas de los X consejos de administración, para que X personas no engrosen las listas del paro, renuncio al coche oficial, por un transporte sostenible, renuncio a las conferencias (coherencias), pues estoy seguro que gente mas joven, puede dar una visión mas acorde con los nuevos tiempos y por un precio mucho mas económico.
Pues si nos paramos a pensarlo el único que sale perdiendo si bajan la pensión de jubilación, es el nieto, al que se le puede bajar la paga de los domingos.
Por que nos quejamos, La sociedad en su gran sabiduría, establece periodos, de adaptación a la vida.
Al igual que en los mercados, en las que las leyes de oferta y demanda, regulan los precios, El Estado, las empresas, la sociedad global, adaptan a los nuevos tiempos, las pensiones, los sueldos,…
Si nos suben los impuestos del tabaco, por y para la salud, los de los carburantes, por la sostenibilidad del planeta y la seguridad vial, Esta bien que bajen los salarios y las pensiones, para que no engordemos y de mayores no tengamos problemas de colesterol.
Creo que todo es compatible . En trabajos intelectuales,como el nuestro, jubilar a alguien cuando tiene más conocimientos ,experiencia y contactos me parece una atrocidad. En el caso de oficios o empleos como la construcción es lógico que un hombre no tenga que subirse a un andamio con 70 años pero sí puede ser de granj ayuda a muchos peones que se incorporan a la profesión y que carecen de “oficio”,podrían ser los “maestros” con media jornada y un sueldo algo superior a su pensión.LO que no es de recibo es que se destruya empleo porque sale mucho más barato poner una fábrica en países donde cse explota a los trabajadores (algunos niños) y los derechos laborales son una entelequia. Eso no quita para que aquellos que quieran jubilarse va la edad establecida actualmente puedan hacerlo incluso adelantarla según los años cotizados.
Gracias, me acabas de clasificar dentro de los trabajadores del tejido productivo útiles para la sociedad. Me siento muy cercana a tu opinión. Pienso tambien que la base de la pensión deberia de calcularse sobre el total de la vida laboral de una persona.No sobre los 15 últimos, sería más justo. Dios nos libre de los neo-cons.Si tuvieran que subir al adamio hasta los 65 otro gallo cantaría, pero claro un articulito, una charlita en una tertulita, dos clasecitas…
bueno, a mi lo de la jubilación a los 7o años me produce risa aunque comprendo que esta vaya por barrios como dice la expresión. Es decir, todo depende como le haya ido a uno en su vida laboral, desdeluego nada ver con nuestra profesión donde a la mayoría que estamos metidos en el ERE de RTVE, estamos encantados, o al menos los que yo conozco y tengo referencia. Comprendo que esto sea junto a ortros organismos-pocos-oficiales la excepción, pero es la suerte que tenemos. Yo, no soy partidaria de alargar la vida laboral, en ningun caso pero como todo tiene sus pros y contras. Yo estoy encontrando pros ¡hay vida sin trabajar¡, a mi me decía un compañero, y que vas a hacer ahora sin trabajar, como si se acabara el mundo, y yo ahora le diría ¡vivir, y saborear la vida que ya toca y más cuando aún se está de buen ver.por suerte de la prejubilación.
Atento lo que dice la FUNCA.
Vete a buscar un tío de pongamos 58 años que trabaje en una oficina bancaria. La Banca prejubila por doquier excepto a los directivos, que siguen en el cargo no a los setenta, hasta que les echa la Junta, si es que puede. Cuantos ERE se han hecho en banca? (no pierdas el tiempo en la hemeroteca).
Productiva labor social la de la Fundación de las Cajas de Ahorros. Del excel al cielo.
De qué hablamos cuando hablamos de reforma laboral y de las pensiones? Una vez que pase toda esta marea de despidos, cuando toquemos suelo seco, sin brotes ni nada, sería muy bueno hablar de las necesarias Reformas Laborales.
Porque hay varios mercados (y chiringuitos) laborales.
Además de la consabida distinción entre indefinidos (caros) y temporales (precarios) habría que reconocer un mercado laboral de autónomos (libres… de derechos sociales) y un mercado laboral de funcionarios y cuerpos de las administraciones (indefinidos ad mortem y con extra de derechos).
La quinta columna es la de los parados: caros, precarios, sin derechos ni obligaciones y a este paso indefinidos ad mortem (como los jubilados!)
El paisaje laboral está variando de manera sorprendente. Hace unas semanas, por motivo de trabajo, estuve en el Museo Sorolla con un señor cincuentón, de estupendo aspecto y de un impecable manejo profesional. Fue el encargado de mostrarme las fotografías del pintor con sus familiares, intelectuales, amigos, etc. Yo le pregunté si era el jefe de fotografía del museo, y me dijo que no, que su condición era la de becario, durante nueve meses. Era un gran entendido en fotografía, la gran pasión de su vida, y ahora tenía la suerte de haber accedido a esa beca, tras haber sido jubilado a los cincuenta años por su banco, el BBVA me parece. De modo, que circunstancias hay mil y vida después de la jubilación también.