Sobre periodistas y recaderos

imagesHay pesimistas que piensan que el periodismo ha muerto. ¡Cualquiera sabe! Nietzsche anunció la muerte de Dios hace cien años y pico, y Dios, en sus diversos rostros, sigue vivo y matón. Esos muertos matan mucho. Yo soy un poco más pesimista y a veces supongo que el periodismo no ha muerto, sino que nunca existió. Eso sí, siempre ha habido periodistas: valientes, corajudos, impertinentes, agresivos, muy vivos. ¿Quién lee ya a Larra? Caramba, pues lo recomiendo a todos, empezando por Rocío, adolescente con voz, con blog y con garbo en la pluma o la punta del ordenador. Larra es más moderno que todos nosotros y, ciertamente, más resuelto y audaz. Hasta Quevedo tiene su asomo de periodista cuando pregunta en versos afortunados:

 ¿No ha de haber un espíritu valiente?
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca se ha de decir lo que se siente?

Los tiempos son tormentosos y llevar cuartos a casa para pagar la sopa y la entrada del cine es heroica tarea, pero los tiempos han sido siempre difíciles y los inviernos más prolongados que las dudosas primaveras, y, aun así, enfangados en el franquismo tardío o a guantazos con cualquier otro enemigo no ha faltado el periodista que ha tenido más vergüenza que miedo. El discurso ahora está aproximadamente así: las empresas, que son las que pagan, tienen derecho a marcar en exclusiva la línea editorial, la agenda informativa y el estilo, bajo la certidumbre de que son lentejas. La crítica, es verdad, no gusta a nadie, pero de alguna forma habremos de acostumbrarnos y acostumbrarlos a aguantar esa molesta picazón. Entre todos los periodistas españoles de ahora mismo tomo como modelo de coraje, rebosante de talento, a Enric González. Ha sido corresponsal de “El País” en París, Nueva York, Washington, Londres y Roma, y ahora se va a Jerusalén, no como premio, sino como castigo por ser niño malo. A González, ingenio nómada, lo habían trasladado a la redacción central para desde ella destilar opinión y análisis, sólo que el destilado tenía mucha graduación y los serviles y cebrianes, que son abstemios en lo que a pluralismo toca no pudieron resistirlo. La verdad es que Enric los tiene bien puestos (léanse los artículos adjuntos), pero no hacía otra cosa que explorar, buscar los límites, ver hasta donde permite el sistema llegar. Esto de tocar las pelotas a los dueños no es asunto de capricho, sino ejercicio elemental de periodismo, que hoy casi nadie se atreve a experimentar. Dicho sea sencillamente, entiendo que la obediencia al jefe, siempre que no sea servil, entre en las obligaciones del empleado de una fábrica de jabón, pero el periodismo es una cosa más sutil, más compleja, más arriesgada. O no es nada.

6 Responses to “Sobre periodistas y recaderos”

  1. La perversión está en el sistema. Antes una siderurgia la dirigía un ingeniero industrial, los laboratorios un farmacéutico, las empresas de comunicaciones un teleco y los periodicos, radios o teles un periodista. Y aunque existían las jerarquías, lógicamente, en las empresas había un idioma universal, el del periodismo, que permitía a un plumilla comentar y hasta discutir algo con la cadena de mando.
    Ahora en todos los lugares mandan los gestores (economistas). Y es igual que el acero sea de una calidad inferior, los teléfonos funcionen deficientemente o que periódicos, radios y teles ofrezcan el espectáculo pavoroso de c ada día. El caso es ganar dinero.
    Me río cuando se distingue entre el servicio público de las televisiones llamadas públicas y las privadas. Todo es un servicio público. Y así nos va. Ni con la tasa de Gallardón podremos recoger todos los destrozos generacionales que nos va a dejar la telebasura.
    Pero hay que ganar dinero.
    En cuanto a los periodistas…no hay periodistas valientes. En general. Desde que se inventaron los Directores de Recursos Humanos (antes Jefes de Personal) se acabó eso.
    Es necesario tener:
    1. La vida resuelta.
    2. La edad adecuada.
    3. Un talento reconocido ampliamente.
    4. Gran prestigio en los medios.
    Todo eso lo tiene Enric. Y el reconocimiento general se lo ha ganado desde su columna “televisiva” de El País.

    Propongo una pregunta para la vicepresidenta en la rueda de prensa de los viernes:

    “Sra. Vicepresidenta: lleva Vd. seis años dando, cada viernes, una conferencia de prensa. ¿Se le ha pasado por la cabeza contestar, algún día, a alguna pregunta?

    No le daría tiempo al periodista ni a regresar a la redacción.

    Otrosí digo:
    Tirado, las tetas de la Pataky no dan para mucho.

  2. Carezco de opinión sobre el periodismo. En realidad no tengo ni siquiera noción o concepto sobre tal cosa. ¿Periodismo dices? Simples baratijas, asunto de poca monta. Leche.

  3. ¿Se piensa alterar conciencias, discernir verdades, transformar, crear, destinos y voluntades? Sí, se piensa, los periodistas lo piensan y ahondan y abundan en ello en su ingenua fatuidad. Su vanidad es inagotable, si fuera psicológica tendría límites, pero es cósmica. El periodista vive en su mundo, que es el de sus viciadas entrañas que piensa que es todos los mundos, mientras el otro, el mundo más real, deriva por sus incognoscibles o rutinarios o metafísicos rincones. No se diera más importancia al asunto si no molestase tanto esa voraz rapacidad de un ego que se extiende más allá de los límites correctos. ¡Pobres periodistas! Que inicua es la vida con ellos.

  4. El general Santiago carece de opinión sobre el periodismo. Valga, lo que extraña es que sin tenerla la dé. Bienvenido en todo caso a este foro, como siempre.Encantado también de contar con Macaón, un clásico. Me parece que su retrato es sencillamente hiperbólico. Dicho como lo dice Macaón pareciera que los periodistas son (somos) tipos extraordinariamente importantes, cósmicos, infinitos casi. A mí me asombra Macaón y esta descripción por lo que tiene de autorretrato y de freudiano. Decía Hemingway que el periodismo es hermoso a condición de dejarlo antes de los cuarenta años. Bueno, querido Macaón, quizá nunca sea tarde para abandonarlo, para pasarse a la filosofía, que da menos notoriedad pero más pedigrí intelectual. No es mal retiro el filosófico, carajo.

  5. ¿General Santiago? Señor bloguero: me confunde, sin duda, con otro general de más escalafón. He aquí una de las características del periodismo: la imprecisión.

  6. Más razón que un santo, general. Espero sepa disculpar el desliz o imprecisión, dice usted muy bien.

Discussion area - Dejar un comentario






He leído y acepto las condiciones generales y la política de privacidad


Información básica sobre protección de datos
Responsable: REVISTA REINADO SOCIAL 21RS (más info)
Finalidad: • Gestión de la adquisición del producto, suscripción o donativo, así como la tramitación de los mismos.
• Envío de comunicaciones relacionadas con el proceso de compra, las suscripciones o los donativos.
• Envío de comunicaciones y ofertas comerciales, por diferentes medios, incluidos los medios electrónicos (email, SMS, entre otros). (más info)
Legitimación: Ejecución de una compra online, suscripción o donativo. (más info)
Destinatarios: No se cederán datos a terceros, salvo obligación legal. (más info)
Derechos: Acceso, rectificación, supresión, cancelación, y oposición. En determinados casos derecho a la limitación del tratamiento de sus datos. (más info)
Información adicional: Puede consultar toda la información completa sobre protección de datos a través del siguiente enlace (más info)
Los enlaces de (más info)