El Nene

Cuando nací, el Nene había pasado con holgura la  línea de sombra de la treintena. El Nene tenía anchuras de boxeador, botas de barro, fuera cual fuese la estación, perfil hosco y un humor que bebía en las fuentes del exceso y la mala sombra. Era cortante y seco como un invierno de Castilla, aunque […]