Elogio y refutación de Mourinho
En contra de lo que cree mi amigo S, soy admirador de Mourinho. No tendría que decirlo dada mi condición atletista, pero uno no debe traicionar sus pensamientos por el mero afán de quedar bien. Un tipo que tiene detrás un currículo como el suyo no es un piernas, aunque pueda ser un bocazas. Le he oído decir al portugués que Guardiola es el entrenador perfecto para el Barcelona, lo señala con cierto retintín, como apuntando que es un técnico muy bueno para los blaugrana pero difícilmente para otro equipo. Mourinho es malicioso y puede que algo de verdad encierre su insinuación. En efecto, Guardiola encarna la filosofía y los valores del Barça, su idea catalanista, su modelo de juego, por lo que sería inimaginable que entrenara en el Bernabéu. Mourinho podría dirigir mañana al Barcelona con la misma frialdad, inteligencia y en el fondo indiferencia (Mourinho es insensible a todo lo que vaya un palmo más allá de su grandioso YO). Son dos modelos, válidos ambos, que responden a sendas maneras de entender el fútbol y la vida.
El jugador del Sporting, y ex merengue, Rivera comentaba, indignado, el domingo que “estos valores (los encarnados por Mourinho) no tienen nada que ver con los que me enseñaron en el Madrid”. Exageraba el futbolista, o más bien erraba el tiro. El Madrid no tiene ni ha tenido nunca otros valores que los de la victoria. Si uno se fija en el Atlético de Madrid, en el Athletic, en el Barça, en el Betis, en Osasuna, etc constata que esos equipos representan un sentimiento colectivo, una ilusión o quimera, un espíritu que trasciende a los resultados. Ello no quiere decir que cualquier equipo no quiera ganar, pero si no lo hace no todo acaba con la derrota. El Madrid lleva las últimas cuatro temporadas de Florentino como presidente en blanco y eso es algo que desespera al dirigente madridista, acostumbrado a ganar, apabullar y arrasar en la vida y en la empresa. Quienes no nos movemos con esos criterios no podemos hacernos una idea aproximada de lo que ha debido sufrir este hombre durante los años sin trofeos.
En condiciones normales el Madrid gana y presenta una cara educada y caballerosa, magnánima, como quien perdona la vida. El problema está cuando le llegan los fracasos a quien no aspira a otra cosa que a triunfar. De ahí que, desesperado, Florentino haya llamado a Mou (así le llama, entre otros, Eduardo Inda, director del “Marca”, un hombre del que no acierto a decir nada bueno). Es la última bala de Florentino. Si no gana con el genial portugués se va al abismo y de él sólo quedará un amargo recuerdo en el Bernabéu, el representado por el gran tiburón abatido por la realidad. Antes que eso la muerte. Y antes, Mourinho.
Para muchos madridistas, que en el fondo envidian la elegancia en el campo del Barça y el buen porte de Guardiola, admitir a Mou en el banquillo ha sido tanto como tragarse un repulsivo sapo. También a ellos les gustaría exhibir buenas maneras, pero si no es posible, si para ganar sólo cabe encomendarse a un caballero mercenario, descortés e incluso grosero entonces se pasa por el aro. Y las victorias están llegando y los madridistas que no saben sino ganar (sí, también los aficionados. Es mentira que los madridistas sean fachas, que los hay de todas las ideologías, pero es muy cierto que son personas que desde su más tierna militancia futbolera no conocen otra filosofía que la del triunfo) empiezan a mostrar su euforia. Si ganan la liga y la Champion con Mourinho llegarán al orgasmo intergaláctico (así lo describiría, quizá, Leire Pajín). Si pierden lo habrán perdido todo. Para entonces, si ese momento llega, Florentino Pérez, el gran padrino, estará ya en busca y captura. Y lo matará Eduardo Inda, el hombre de quien no acierto a decir nada bueno.
He pasado largo momento tratando de tener una buena idea acerca de Mouriño, el Real Madrid o el fútbol en general. Por último la proeza me ha resultado imposible: física, moral y metafísicamente. Todo lo que escucho, leo (o pienso) son tópicos (ese lenguaje manoseado-baboseado por la tribu) o asuntos propios. Mejor callarse.
En cierto modo estoy de acuerdo con Macaón, aunque su posición me parece maximalista. Por otro lado, diga S lo que quiera, pero Mouriño es un chulo de la categoría de los impresentables. ¿Cómo anda por el mundo un tipo así? ¡Y encima como embajador del Madrid!
Suscribo tus juicios sobre el personaje, sus comportamientos y su aparato de propaganda. Lamento, no obstante, que el debate sobre su aportación deportiva al equipo sólo se contemple en términos de efectividad, despreciando el aspecto estético, quizás porque saben que la diferencia con respecto al Barça es abismal. Claro que esta omisión no hace más que confirmar tu tesis de que los valores del Real Madrid, tan asentados en el tiempo como los de la rancia patria, nunca han existido. Felicidades por tu análisis.
“Estoy totalmente de acuerdo con el análisis de Mourinho que realiza el Maestro Tirado. Mou -Inda- es un tipo cuya única ideología es la victoria y que efectivamente, no ve, o no le importa nada que vaya más allá de su ego. Es el entrenador ideal del Real Madrid, equipo cuya esencia radica exclusivamente en el triunfo. Porque el Barça puede ser más que un club, el Betis ‘manque pierda’, el Alcoyano la fé, y en este plan, pero si el Madrid pretende tener otras esencias más allá del triunfo, las representa, infinitamente mejor, la Selección Española, que encima lo gana todo, y el Madrid lleva varios años en blanco. Pero en blanco y negro, en plan de no ganar nada, no en plan del antiguo y derechón semanario. De manera que yo, como buen atlético, me alegro de que pierda un equipo como el Madrid. Cuando el Barça ganó la última Liga salí a celebrarlo por las calles de Punta Umbría (Huelva) con una amiga, y un tipo dijo: “No sé que hace usted alegrándose de que los catalanes ganen. No sabe lo mal que nos tratan allí”. Y yo le respondí que a mí me daba igual quien ganara la Liga española, si el Barça o el Chelsea, con tal de que no la gane el Real Madrid. Y como me pareció demasiado internacional esta respuesta, la rematé con un ‘Viva el Alcorcón’, por darle un aire doméstico al razonamiento, no sea que en Punta Umbría me fueran a tomar por un intelectual.
Como dice el bloguero, y la inmensa mayoría, no acierto a decir nada bueno de Mouriño. El Real Madrid es un residuo franquista. La derecha rancia, extrema, fascismo puro. Y Mouriño lo representa a las mil maravillas.
Más le valdría fijarse, un poco, en Guardiola. En el elegante entrenador del Barça se resumen todos los valores de la España moderna, plural, dialogante, educada. La de la mano tendida.
Lo del “cuando pierde da la mano…” del himno del Madrid es para troncharse. Somos mayoría los que odiamos a ese equipo y a su entrenador, del que no acierto a decir nada bueno.
Así es la democracia.
Veo mucho colchonero-antimadridista en este blog… y no voy a ser la nota discordante. Según lo presenta el dueño de este blog, el comportamiento del Madrid (y yo incluyo al Barça) y el del resto de los equipos me recuerda a los niños que son sometidos a los sueños de sus padres (Madrid y Barça) y a los niños que sus padres dejan que crezcan y maduren y aprendan de la experiencia y sus errores.
Los primeros viven con una tremenda presión, lo que deriva en comportamientos enfermizos y depresivos cuando no consiguen lo que quieren. El diagnóstico lo hace habitualmente un mal psicólogo (amigo de los padres, léase Inda o Supersport) que sólo les da la razón para sacarles la pasta en cada sesión.
Los segundos siempre serán queridos por sus padres (léase afición) aunque hagan gamberradas o traigan malas notas. No son su “ojito derecho”; simplemente es su único hijo y su motivo de orgullo. Cuando hacen algo bueno son los padres más felices del mundo, pero cuando hacen algo malo el cabreo se transforma en disgusto y preocupación… “¡qué vamos a hacer con este niño!” Pues quererle; no nos queda otra.
Y sobre Mourinho (el título de este blog) qué voy a decir. Todos sabemos a qué juega y cuál es su estrategia. Nos guste o no es igual de respetable. A mi tanta chulería no me gusta. Pero después de lo visto la temporada pasada, cuando destituyeron a un buen entrenador, me pregunto: ¿así que esto es lo que quería el Madrid? ¿un tío chulo y exigente para educar a su hijo?
Ellos mismos.
Si Mourinho es un macarra impresentable, ¿qué podemos decir de Cristiano Ronaldo? Por muchas vueltas que le dé Seitaridis, ni Mourinho resiste la comparación con Guardiola ni Cristiano con Messi. Y que conste que mis colores son rojiblancos, pero del Athletic de Bilbao.
Florentino Pérez debió concluir que la atención de la prensa cuanto más se distancie de su persona tanto mejor. Colocó en el banquillo a Mourinho como responsable de defender el enésimo proyecto del presidente blanco. El luso pasa a ser el nuevo escudo del Real Madrid y libra de tal tarea a los hombres próximos al de ACS.
Cuando el público y la prensa pidan una cabeza, será la del técnico.
Florentino Pérez ya prescindió de Vicente del Bosque después de conseguir la última Copa de Europa para el Real Madrid. Otra soberbia decisión.
No sé quien es Mourilo. No lo he visto en mis cromos, pero no musta. Mourilo, no, Mourilo malo. A nena gustan Godín, Filpelui, Cun, Fonlán, De Cea… Y Cani y Penant. Pero a Mourilo no lo quiero. A ese no lo voy a dejar tocar el tambor que me regaló Gabi. ¡Aletimai!
Mouriño, el hombre, posee un corazón de testículos. Así os aguanta.
para macarra y de mal gusto ya tenemos ,juanan tirado, el programa de radiobasura de inescrutable audiencia en Onda Madrid. Mou es cierto, tira piedrecitas, chinitas y el unico que tuvo dos cojones para devolverle la pedrada fue Preciado. Lo dice un socio madridista con 40 años de antiguedad, que conocio los valores del madridismo inoculados por don Santiago Bernabeu. Valores que el bocazas de Valdano y el soberbio Florentino estan echando por tierra. HALA MADRID. De Inda, lo mejor, seria no comprarle el panfleto que maldirige ya que es un estomago agradecido de Pedrojota ,y marioneta mediatica de Superfloren
Es curioso que ahora que el holigan portugués campea con su equipo por los estadios de España, bravucón y decidor, en los banquillos se imponga el modelo del entrenador educado, con buena imagen, buenas palabras y buen rollo: Manzano, Guardiola, Quique Sánchez Flores, Míchel, Unay Eméry, Pellegrini… Incluso ya se sienta entre los nuestros nuevamente el fantástico Javier Aguirre, ejemplo de ponderación y discurso bien hilvanado. Entre ese elenco destaca más, si cabe, el contraejemplo de Mouriño, el hombre adorado por Eduardo Inda.
Paso de Mouriño,y de futbol lo siento. Pero aprtovecho la convocatoria exitosa de este post de Tirado para felicitar a Alicia hoy en su segundo cumpleaños, y de paso tambien a su papai porque en enero próximo su blog también hará dos años – Y, ?sugiero, ?porqué no lo celebramos¿, hace tiempo que creo que Sin Reflejo lanzó la ídea de una posible reunión de los que participamos en el blog , ¿os animais¿, una comida o algo así para primeros de diciembre ?qué tál¿. Me gustaría saber vuestra opinión y por supusto la nuestro amigo Juan Antonio Tirado.
Este era el país de la picaresca, ahora reconvertido en el país del talonario.
Nuestra vida, se controla a golpe de talonario, en el congreso, en los deportes, haciendo valido “el tanto tienes tanto vales”.
Pero no me negareis que el tipo vende.
Gracias Copos, creí que había caído en saco roto. En diciembre a lo mejor es un poco pronto, pero ¿por que no en primavera, tipo café literario?
El año pasado lotería, este año la alineación del blogero, el que viene cita a ciegas, esto promete…
Mouriño es el mejor entrenador del mundo, aunque os pese. Es mejor tener carácter para manejar a la mejor plantilla de estrellas que existe. Le abalan todos sus títulos, no hace falta que cite uno a uno sus éxitos.