Yo y mi prima Vera

Los espectadores salían del estreno de La cantante calvaimages perplejos. Allí no había ninguna cantante y menos pelona. El teatro del absurdo nos liberó de la dictadura de la lógica y dejó los títulos al albur del capricho o de las leyes de la eufonía.

Las películas nos fascinan porque prescinden de los tiempos muertos. La vida, sin embargo, se configura como una sucesión de tiempos muertos. Aún más: el ajetreo de vivir es una exacerbación de eso que llamamos tiempos muertos. En lo cotidiano, la acción siempre es un paréntesis. La sustancia de lo vivido crece en los largos períodos en que no ocurre nada. Vivir es una pasión en apariencia pasiva, mientras que el cine es la efervescencia de la acción.

¿Quién ha visto jamás una película porno completa? Sería raro, porque una cinta de estas características sólo puede cumplir una función paliativa o de estímulo, jamás será un excitante de la imaginación. En juego vulgar de palabras, a tono con el género, podría decirse que la visión de una de estas películas dura lo que tarda en ponerse dura. O húmedo. La tosca gimnasia del porno atenta contra la estética y nos pone en guardia a quienes detestamos la gimnasia. Con y sin ropa.

El secreto del retrato está en que el que posa se parezca a quien se refleja en el lienzo. Si no se parece estamos ante una obra fallida, aun en el caso de que el ejercicio pictórico sea brillante. Ahora bien, si sólo se parece estamos ante un retratista mediocre. El artista con talento ha de descubrir algún detalle, físico o psicológico, que ni el retratado conoce. Luego está el genio, Picasso por ejemplo, quien ante la queja de una de sus retratadas, Gertrude Stein, de que no se parecía a la del cuadro, la tranquilizó: “Ya te parecerás”. Frente al genio profético, cualquier ambición de talento no pasa de ser un modesto ejercicio de estilo.

¿Por qué amamos tanto las librerías? Porque una librería es un espacio cálido; caliente en invierno, fresco en verano. Una librería es una tienda limpia, como una boutique, en las antípodas de una carnicería o una pescadería. Una librería tiene algo de farmacia del espíritu, donde los medicamentos se despachan sin receta, salvo los libros de texto. Amo las librerías por lo que tienen de tienda de juguetes para adultos con gusto por la letra. La librería es el contrapunto laico y capitalista de la biblioteca. Que otros, como Borges, imaginen la felicidad en forma de biblioteca, que yo me quedo con las tardes de placer echadas entre las mesas de novedades de una librería.

Imre Kertész, Premio Nobel de Literatura: “Ya puedo decir que he vivido bajo tres dictaduras: la nazi, la comunista y la del dinero”. Y esta es la más cómoda”. ¡Sobre todo, si se tiene dinero!

Lo que  sobrecoge de la muerte es el fetichismo de la muerte. Ocurre como con el amor, solo que al revés.

Nos confundimos con la televisión porque olvidamos su naturaleza. ¿A quién se le ocurriría dejar el cuidado de sus niños en manos de una serpiente pitón? Carácter es destino: la rana y el escorpión. ¿Cómo pedirle al pavo real que no sea presumido? ¿La televisión como una prolongación del aula? ¡Al olmo peras!

15 Responses to “Yo y mi prima Vera”

  1. De nuevo has escrito un magnífico artículo, Tirado. Esta vez, el post transmite la sensación de unir una serie de apuntes que estaban dispersos, o una serie de pensamientos que estaban anotados en un papel o simplemente en la memoria. Has cosido lo deshilachado. Juegas muy bien con lo trascendente y lo intrascendente. Coincido contigo en el cariño a las librerías, a la mesa con las novedades editoriales. Ese olor del libro recién salido de la imprenta. Y el recuerdo a la cantante calva, tan olvidada, como todo aquel tetaro de vanguardia. En medio de tanta obra teatral intrascendente y cine de entretenimiento como el que abunda en la cartelera, no esta de más reivindicar el teatro y el cine políticos. Hay que pedir, efectivamente, al olmo peras.

  2. Pues sí que te afecta la prima Vera, sí. Vaya artículo confuso que has escrito, mezclando churras con merinas. ¿Qué tiene que ver la cantante calva con la pitón-nurse y con las librerías?… Me has desconcertado.

  3. Señor Tirado, acaba usted de escribir un despropósito que yo jamás esperé de su tradicional mesura. Naturalmente que nadie termina de ver una película pornográfica, porque todas las personas de orden, como las que son comentaristas de este blog, cortan el televisor en cuanto se topan con una de esas cochinadas. La cosa pintó bastos con la película ‘El amor del capitán Brando’, estrenada en 1973, en la que aparecían los pechos de Ana Belén. Yo vi aquella película a escondidas, con mi amigo Ricardo, tras pedir unas horas de permiso en el Metro, para que no se enterara mi Encarnita. La verdad, los pechos de aquella señorita no estaban nada mal. Luego, en 1976, María José Goyanes y Victoria Vera se desnudaban en las obras teatrales ‘Equus’ y ‘Porqué corres, Ulises’. Y ya no había censura. Lo verde no empezaba en los Pirineos, sino en la Gran Vía. Obras como ‘La cantante calva’ o ‘Esperando a Godot’, en las que nadie entiende nada, nunca se representaron en teatros importantes. Yo vi ‘Esperando a Godot’ en 1980 en el Teatro Lavapiés, y me fui a poco de empezar la representación, porque además, en ese teatro, que cerró poco tiempo después, se colaba el sonido de una discoteca que había pared con pared. Señor Tirado, necesita usted descanso y ocio. Vaya a ver al Teatro Reina Victoria ‘Cinco horas con Mario’, de don Miguel Delibes, un buen cristiano, que describe muy bien el sufrimiento de una mujer con un marido como el tal Mario. Y está interpretada por Natalia Millán, una gran actriz, una mujer-mujer, no la guarrona que nos ha puesto usted en la fotografía. Al igual que la novela es planteamiento, nudo y desenlace, un artículo ha de tener un hilo argumental. Y usted nos ha mareado. La culpa, naturalmente, es de Zapatero, que no acaba de irse. Más pensiones para los jubilados y menos Ionesco. Viva España!!!

  4. La pornografía es la gimnasia del amor.

  5. Te busco por las calles de casas en ruinas y olor acre,
    no hay timbres ni nombres; te encuentro y me miras pequeño y envejecido, no eres tú, te pones un sombrero rayado de ala vuelta y mínima, te vas. Ay, olvido, cuánto olvido en tu nombre, poetisa triste y azul. ¡Cuánto olvido que ni me acuerdo!

  6. Magnífico, apreciado Natalio. No soy persona modesta: Ese texto merecería ser mío.

  7. Caro Tiorado,
    Sempre che si parla di Donnas, se finisce parlando di dittatura o come quello che indica Tirado, di logica.
    La fasciancione che esercitano a noi le donne è vita, e devono facere questi momenti, qualcosa di quotidiano, non un momento, non un tempo morto, quello è vivere. E vivere con passione.
    La natura è arte, alla quale il “MOJIGATO” chiama pornografia. E non è tosca ginnastica, è sport Olimpico. Io se benne, molto, con e senza vestiti.
    Il segreto, non sta in che la donna che posa si parezca a nessuno, non è un reflesso, è non é la fusione dei corpi sulla tela, e la fusione encima de la tela.
    E Io, se è sicuro che stiamo davanti ad un’opera d’arte, meravigliosa, brillante. L’artista con talento deve scoprire in suo proprio io l’arte. Dopo sta il genio che oltre a scoprire suo proprio io è capace di condividerlo. È il mio caso! Io sono un artista del “Erotismo”, dell’amore come Picasso lo è della pittura. Non è ambizione di talento, è talento.
    E tu Tirado mi domandi perché si ama un spazio caldo; caldo in inverno, fresco in estate. Effettivamente è una farmacia dello spirito, dove le medicine si sbrigano senza ricetta, solo con un sguardo, con una strizzata d’occhio, con un gesto. Io Amo l’amore ed i negozi di giocattoli per adulti, ed il gusto per l’immaginazione. Anche io rimango coi pomeriggi di piacere gettati tra i letti di seta della lussuria.
    E riconosciamo che il Premio Nóbel deve essere per me, che fomento la bellezza e quello per quello che tutti lottano nella nostra gioventù, l’amore libero, sul quale cerco con l’esempio di educare il mio prossimo e non per la dittatura “del denaro.” Se non per la dittatura dell’arte dell’amare, come dicevano nostri antichi.
    Quella che spaventa del feticismo è l’immagine in se, quello che Tirato ci mostra come “pornografia.” Succede come con l’amore, solo che alla rovescia.
    Un sabio italiano chiamato Lequio diceva che la prostituzione non è ma che una masturbazione assistita, ma io dico che è arte, e che l’amore e suo pratica è un prolungamento dell’Aula.
    Che cosa come chiedere al pavo che non sia presunto? Ma non vedete che è un pavo.
    Come mi demadi che non ami, ma non vedete che IO sono amore.

  8. IL CAVALIERE, si quieres que te leamos, por favor, traducelo al español, que al menos yo no parlo italiano.Porque además , y debido a la extensión del post , aunque esto no siempre se cumple, puede que sea interesante.

  9. Una vez mas, se recurre a lo fácil para vender, pero como todos saben vender no es fácil. Y si además te lo pasas bien, pues como decía mi abuela… sarna con gusto no pica.
    Si, Pancracio, algunos cruzaban a Perpignan, no por ver guarradas como algunos se piensan, era para apuntar en el cuadernillo a los que entraban en aquellos lugares de disipación, depravación, inmoralidad. Pero dios nos libre de caer en la tentación.
    Aunque que según nos enseñaron de pequeños, somos pecadores. Y no me negara que un poquito de picante, alegra las patatas.
    Lo del Caballero, que así lleva el país (el suyo), es también para educar a su prima Ruby. Loable, encomiable donde se preocupan tanto de la educación.
    Por cierto ¿por que no me presentas a tu prima?

  10. Caro Copos, per me è così difficile lo Spagnolo che al mio caro amico Zapatero el inglese, ma provo pronto e prometto di intentarlo.
    Ma ti suggerisco di provare capire italiano. Per cherto tu sei cavaliere o ragazza ?.

  11. Espero que nadie ponga en duda la utilidad de este blog incluso para aprender idiomas (me refiero al italiano y no al francés, considerando que Tirado habla de la pornografía). Espero, Juan Antonio, que si le presentas a Sin Reflejo a tu prima, a los blogueras nos tendrás que presentar a tu amigo italiano (para que no haya discriminación alguna).
    Bueno, de cosas serias escribiré en otro momento, cuando tenga la cabeza más despejada. Hasta pronto!.

  12. Creo que la clave está en la foto. Digamos que la prueba de la fuerza o la fuerza de la voz que se le va al bloguero está en la foto. Una imagen no vale más que mil palabras, y la de esta chica mucho menos, pero esta joven está rellenita y tiene un buen pasar. El sombrero le da un toque, un punto, que diría el castizo sin casta. Y a todo esto, Copos se confiesa pez en italiano, pero, ¿aquí no éramos todos políglotas?

  13. ‘Quién dijo poliglotas¿. Está demostrado que los españoles estamos muy mal preparados para los idiomas., por circunstancias varias.. Y es que tampoco nos lo ponen nada fácil, la educación en España para el aprendizaje de los idiomas es en general muy mala.Los idiomas anglosajones los enseñan como si fueran matemáticas ,cuando un idioma es algo vivo que debe de empezar a hablarse desde el primer momento. Asi nos va en este tema..
    Il CAVALIERE, soy ragazza.

  14. Señor Tirado, vengo de la Residencia de visitar a mi amigo Ricardo, que me ha insistido en que le escriba para contarle la extraña peripecia que viví la noche del sábado 23 de marzo. Mire usted, después de que me llamara muchas veces, decidí ir al cine y a cenar con una señora llamada Lidia, viuda de un amigo mío, Curro, un hombre bajito y gris, que trabajaba en Correos y murió hace unos dos años. Lidia siempre fue una mujer lozana y dicharachera. Pero correctísima. Me dijo que me había comprado un libro y yo decidí invitarla al cine, a ver ‘Valor de Ley’, una película del Oeste, como a mí me han gustado siempre, y luego la llevé a un restaurante que hay cerca de Las Cortes, donde ella pidió una botella de Rioja. Lidia se bebió casi todo el vino, porque yo no puedo tomar alcohol por las pastillas de la tensión. Lidia tiene algo más de 60 años, muy bien llevados, es morenaza, alta, y al hablar se mueve con movimientos de muy mujer, a mí es lo que más me gustó siempre de ella, esa forma de moverse, y de vuelta casa empezó a decirme: “Mira Pancracio a mi a veces me daba vergüenza pasear con Curro, que en paz descanse, tan bajito, que yo le llevaba la cabeza, siempre con ese traje Príncipe de Gales, y había domingos que yo te veía del brazo de tu Encarnita, Pancracio, tú altísimo, que ocupabas medio Bravo Murillo, Curro decía que tenías unas espaldas como las de José Emilio Santamaría, que yo no sé quién era ese señor, Pancracio, tú siempre tan caballero, tan educado, que no has tenido ojos más que para Encarnita, que alguna vez yo tiraba un tenedor al suelo cuando tomábamos los dos matrimonios una tapa en algún bar de Cuatro Caminos, y yo te decía ’no te preocupes Pancracio, que yo misma lo recojo, y me agachaba, y ni una sola vez me miraste el canalillo, ni una sola, y recuerdo cuando hacías la mili, Pancracio, y yo iba con Encarnita y con mi hermana mayor a esperarte a la estación del Norte, yo una adolescente aún, que tú venías de Vigo y llegabas vestido de militar, que era un mareo verte, Pancracio, que a ti te desaprovechó el Ejército, tú debiste ser legionario e ir el primero en los desfiles del Día de la Victoria, al lado de la cabra ésa de los legionarios, con tu fusil al hombro, y llegabas por fin y te bajabas del tren con tu mochila, y Encarnita una vez te dijo, ’pero Pancracio, qué mal hueles, ¿cuántos días llevas sin bañarte?’, pero tú olías a hombre, a soldado, a Ejército, a sudor bien sudado, no como mi pobre Curro, echándose colonia Varón Dandy todo el día, o aquella mañana, Pancracio, que no funcionaba el ascensor del Metro de José Antonio, y tú me ayudaste a bajar las escaleras, y de pronto me cogiste del brazo y pareció que me había agarrado un orangután…”. Esto me contaba anoche, señor Tirado, Lidia, que siempre estuvo, y está, muy bien dotada, mientras caminábamos Bravo Murillo arriba, hasta el portal de su casa, y empezó a hacer frío, y sin quererlo de repente me percaté que por el frío o por lo que fuera estaba marcando unos pezonazos que ni los de Sofía Loren. Me regaló efectivamente un libro, bajo mi palabra de honor de que no lo abriría hasta que ella ya hubiera entrado en su casa, yo creía que sería de Don José María Pemán o alguien así, y resulta que el libro se titula ’Si tú me dices ven lo dejo todo, pero dime ven!’, de un tal Albert Espinosa, publicado por Grijalbo. Y yo bajé por Bravo Murillo, las aceras vacías, con las farolas encendidas, y recordé cómo era esa calle hace años, cuando paseaba por allí con Encarnita, las cosas que ya no están, como las cocheras de la EMT, el cine Europa en el que tantas películas vimos en sesión continua, una vaquería a la altura de Estrecho, el tranvía con su cartel ‘Estrecho-Peñagrande’, y el mercado Maravillas, que todavía sigue. Y supe que sólo Encarnita me puede decir ven, y yo iré corriendo, aunque sé que es a la otra vida, y quizás sea lo que inconscientemente yo estoy esperando, que Encarnita me diga ven. Buenas noches señor Tirado. Y perdone.

  15. Pancracio, un altro signore della vecchia scuola, un maestro de la lingua, o almeno della più importante del linguaggio dell’amore che tutti conooscemos. Il potere di una mirada, un gesto è importante quasi quanto il potere dell dinero, ma solo quasi.
    Un altro dei Pancracio “Canalillo ” di quanto sugestiva questa parola.
    Mr. Sin Reflejo (un nome che fa paura “, un vampiro?). Tu lo ho ben capito, l’educazione della gioventù.
    Antiguamente abbiamo in Italia “, un convento di Riparazione”.
    Copos Carissima “Fiocchi in italiano” Bravo, Bravissimo! ¿Esta bien dicho? La vostra prima parola in italiano ”Ragazza” “le più belle parole nella mia lengua. Sto aprendiendo lo spagnol come promesso. ” Per cherto, tu sei libera?.
    E se Eolo una foto vale mille parole, ma non più di un fatto ¿hecho?.
    Amore Libero per tutti.

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