Los recortes de Mas
Arthur Mas
En Cataluña los números sangran, de tan rojos, las arcas padecen una enfermedad gravísima y la prioridad del Govern es atender a números y arcas; le da un hachazo a la Seguridad Social, con lo que pone en riesgo la salud de los ciudadanos. Las cuentas no le cuadran al presidente de la Generalitat, el convergente Arthur Mas, que pasa a considerar como números a los pacientes y a los ancianos y le obliga a uno a ponerse demagogo y recordar lo evidente, que lo que no toca son los gastos de la gaita nacionalista, estatuaria y por ahí, mucho doblaje del cine de Hollywood al catalán, TV3 a toda pantalla, embajadas por el mundo, eso sin considerar que en julio el Parlamento catalán rechazó que se bajara un 20 por ciento el sueldo de los altos cargos del gobierno de la Generalitat, de sus organismos autónomos dependientes y también del propio Parlamento catalán. Mas, que tiene menos, debió encontrarse la caja en una situación desesperada, exactamente la que dejó el tripartito y ahora ha irrumpido como un cirujano de hierro, dispuesto a cortar por donde más duele, cerrando centros de salud, suprimiendo personal y pagas. Decisión no se le puede negar al espigado político nacionalista, que ha desembarcado en el palacio de la Generalitat como una furia o un vendaval que amenaza con ponerlo todo patas arriba. Y reclamando más nación, más nacionalismo, en el convencimiento de que lo que le ocurre a Cataluña es que tiene déficit de autogobierno. Mas y los suyos reclaman el concierto (económico) y la orquesta y no se contentan con haberle dado la puntilla a los toros, creen que el superávit solo les sobrevendrá cuando hayan roto amarras con España.
Hay que tener reaños para recortar los presupuestos por el lado más débil, y, como bien dices, mantener las ínfulas diplomáticas y la obsesion por la lengua no solo en las escuelas, sino tambien en los cines, y demás zarandajas. Asi los presupuestos no hay quien los cuadre.
Si Mas es Menos, como diría mi padre: “Ni Mas ni Menos, ni Menos ni Mas”. Pues eso.
Como decía Francesc Macià, que bonita va a quedar Cataluña cuando la acaben.
Cuentan que al abandonar el poder Jrushov dejó una nota dirigida a Brezhnev, deseándole suerte, y además dos sobres lacrados para abrir solo en caso de extrema necesidad. En la primera carta decía: “écheme la culpa a mí. Si no funciona, lea la otra carta”. La segunda carta decía: “escriba dos cartas”.
Muy acertado Sr. Tirado:
Hay que estar muy atento para saber ver que este señor les va a dejar a los catalanes en pañales y después va a echarnos a la Cataluña nacionalista encima. Que ni con el dinero que dicen que les debe el reino de España serán capaces de recuperar el destrozo que están haciendo y que está por venir.
Eso sí; parece que con estas medidas van a ser los primeros en salir de la crisis, pero pasarán más hambre que ninguno.
Sigamos con la concisión. Parafraseando una portada del fenecido HERAMNO LOBO, diré: ¡Arrepentios, pecadores, que vien otro 20-N! Los oficiantes de esta cuarta noche de Walpurgis ya están preparados.
¡Ya era hora de que le dieran el Nobel a Tranströmer!
Me he leído sus obras completas. Son mejores que las de Leire Pajín y Emilio Butragueño juntas. Incluso mejores que las de Edith Wharton (La edad de la inocencia).
Pero soy muy de Tranströmer.
Bueno, por lo menos a los votantes nacionalistas catalanes les podrán decir en su idioma, el catalán, que varios de sus hospitales tienen que cerrar, no se pueden quejar !!
Maestro Tirado: yo de políticos no entiendo. Ni siquiera mi afición por el teatro del absurdo me proporciona ideas para el blog. Y mi profesión tampoco me ayuda; tal vez el ser veterinaria o trabajar en un zoo me ayudaría a la comprensión de las mentes y conductas de nuestros políticos.
En fin, tan solo me queda desearos salud a todos.