Amor y pedagogía

El pueblo es sabio dicen quienes buscan el voto o quienes gustan vivir cómodamente a la sombra del tópico alimentando la autocomplacencia o aquellos miedosos de llamar a las cosas por su nombre o los complacientes progresistas o usted o yo mismo sin ir más lejos. Pero no, el pueblo, el pueblo español no es sabio, puede ser intuitivo y listo para sobrevivir, pero ni durante la dictadura ni en la democracia ha habido un empeño serio de hacer pedagogía. Ni los políticos ni los intelectuales han procurado educar la sensibilidad y el entendimiento de unas gentes (todos nosotros y que escape el que pueda) satisfechos en el fangal de la demagogia, consumidores ávidos de los programas de televisión más ínfimos, poco dados a la lectura, más proclives a la bronca que al debate sereno e inteligente de las ideas. No hay en Europa, ni probablemente en el mundo un país con una televisión tan zafia como la nuestra. Vale aquí elucubrar sobre qué fue antes y si la gente compra lo que le venden o lo demanda. Para nuestra reflexión es igual, porque lo que estamos apuntando es que desde arriba se busca promover los peores instintos y ese empeño tiene un éxito evidente.

El debate político se sustancia con eslóganes o ideas simplistas con gran capacidad de calado. Que si corruptos unos, que si extremistas otros, rara vez se encuentra un acercamiento riguroso a la realidad. No me importan tanto los políticos como otros actores sociales, pues parece que diéramos por descontado que aquellos fueran personajes de un circo ajeno a la profundidad y la exigencia, me inquietan más, por ejemplo, tantos profesores, periodistas o supuestos intelectuales convertidos en burdos recaderos de baratijas ideológicas que hacen sonrojar a cualquier persona de bien y cultura. Que le echan a la masa pienso para seguir engordando el monstruo de la ignorancia. ¿Cómo alguien que se tenga un mínimo respeto intelectual puede reducir la complejidad del mundo a cuatro frases manidas e insustanciales de puro usadas?

¿Cómo sorprenderse, entonces, por poner un caso entre mil, de que el Partido Popular lleve en su programa electoral la cadena perpetua revisable (?) en la seguridad de que eso va a excitar los ánimos y a encontrar la complicidad de una ciudadanía aburrida y dolida por un espectáculo judicial a menudo indecente? ¿Cómo no sentirse abochornado cada vez que los políticos de la derecha y la prensa cavernaria aprovechan un caso judicial muy relevante para pedir legislar en caliente, como si no existiera un exceso de legislación y una carencia de buenas prácticas? Pero, ¿qué sociedad es esta que se permite contemplar con avidez un espectáculo tan indigno como la entrevista a la madre del “Cuco”, el menor implicado en el crimen de Marta del Castillo, parece que a cambio de diez mil euros? Es que, ¿no les de vergüenza a estos programadores innobles cobijarse bajo el sacrosanto manto de la libertad de expresión? ¿Qué hacían allí presuntas líderes de opinión como María Antonia Iglesias y Pilar Rahola bendiciendo la infamia? No nos extrañemos luego de que estas masas amorfas, carentes de amor y pedagogía, que diría Unamuno, sean las mismas que se apunten ardorosas a la cadena perpetua o a la pena de muerte, a lo que les echen. Decía Thomas de Quincey que se empieza matando viejecitas y se termina sorbiendo el te, aquí comenzamos olvidando las más mínimas reglas de urbanidad (¡dejar el asiento a las embarazadas o a los ancianos!) y concluimos montándonos insensibilizados en norias ignominiosas? ¿Nuestra culpa? Carguemos cada cual con lo que nos toque, pero la carencia de élites responsables es un clamoroso déficit de esta sociedad, que pese a vivir una terrible crisis económica, puede que sufra una más inquietante crisis moral.

12 Responses to “Amor y pedagogía”

  1. A la alegría de haberme reencontrado contigo tengo que añadir la satisfacción que ha supuesto comprobar que sigues manteniendo el verbo fresco, mordaz, atrevido como en aquellos interminables meses en Seviila, que gracias a ti se me hicieron mas llevaderos.

    Respecto al tema que nos ocupa y estando totalmente de acuerdo contigo concluiría manifestando que la verdadera carencia, la mas inquietante crisis que afecta a esta España es la de las ideas, la de la formación y la de la buena educación.

    Un abrazo.
    Paco Barroso LUNA

  2. De pronto un nombre se te queda marcado como la banda sonora de un tiempo remoto, una época perdida en las glaciaciones de la memoria. Francisco Barroso Luna, un clásico que ahora me llega al primer plano. No sabes cuánto agradezco el reencuentro y cómo me alegra contar con un comentarista agudo como tú. Ay, sí, aquella Sevilla de los primeros 80, la del Mundial, las elecciones del 28 de octubre, el juicio por el 23 efe y nuestra mili, puta mili, ¡eh! Todo aquello sucedió alguna vez, aquí estamos ahora. Bienvenido.

  3. Podrías haber titulado el post “Porquería y demagogia”, más acorde con la realidad que vivimos, lamentablemente.

  4. Recuerdo cuando teníamos ilusión, cuando confíabamos en el ser humano y creíamos posible cambiar el rumbo que estaba tomando nuestra sociedad. Cuando proyectábamos programas radiofónicos con el único objetivo de acercar la cultura de la reflexión a los oyentes.
    ¿Crees que hemos cumplido alguno de esos sueños de juventud? ¿Podemos no sentirnos culpables de haber contribuido a la decadencia existencial de este país?
    ¿No somos los diferentes los que hemos proporcionado, con nuestro autismo, el salto a la fama de estos dinosaurios, creadores de opinión, que actualmente anquilosan el sistema neuronal de nuestra especie hasta llegar al exterminio de la racionalidad?
    Estamos aún a tiempo de despertar de este letargo, que parecía eterno y revelarnos.
    Pongamos un toque de poesía en este laberinto macroeconómico y apelemos a desobediencia civil desde la razón y el hartazgo.

  5. Celebro la noticia que he leído hoy sobre la retirada de cinco importantes marcas de anunciantes del programa La Noria. Es la mejor manera de que entiendan las reglas del juego esos salteadores de la televisióh. Un personaje como JJordi González es un técnicamente un buen presentador y éticamente una piltrafa.
    P.D. Me sorprende un poco que este artículo haya suscitado escasos comentarios. Quizá sea porque resulte incómodo. A mí misma me ha creado cierta desazón. Además, lo de pensar es algo que cuenta con poco predicamento aquí, tanto en las élites como en el pueblo. Lo nuestro es la bulla y la frivolité.

  6. Siempre me dejaron frío esos reduccionismos, esas fenomenologías nacionalistas estereotipadas a lo Diaz Plaja (hijo) que empaquetan a un país (o región o ciudad o pueblo o barrio) con una más menos ancha etiqueta y he dicho. Salvando naturales idiosincrasias y todos los matices que apetezcan no creo que existan esencias profundas que diferencien (en lo social y cultural) a Finlandia, Grecia, España o Alaska. En todo caso aquí solemos ir detrás, ni siquiera podemos tristemente enorgullecernos de haber inventado la tele-basura. Hace unos años leí en la prensa que un bombero alemán en vez de manejar la manguera manejaba una camarita de vídeo cuyas dramáticas secuencias vendía a cadenas americanas. Creo que es peor que lo nuestro, o que lo de tantos. Otro aspecto, demostrado: la inmensa mayoría de los ciudadanos sólo experimentará muy raras veces las demandas de la literatura y el arte. O quizá responderá a tales demandas a las que se presenten sólo en su apariencia más superficial, efímera y narcótica (narcótica en el sentido en que la basura es calculada, rentable, interesada y por lo tanto no-libre). Claro que el entumecimiento del gusto y el abstenerse de las demandas de calidad es un derecho universal (aunque derecho pueda significar antítesis de “libertad” y se convierta en un derecho de los no-libre). Teniendo libertad de voto, es decir, gozando de la opinión de gastar su ocio y sus recursos económicos como desee, la abrumadora pluralidad de la humanidad preferirá los ratoneros debates del “corazón”, el coloquio y reflexión de los brutos a Esquilo. ¿A qué viene indignarse, golpearse músculo y corazón? En nuestras sociedades mas o menos avanzadas, democráticas, liberales, social demócratas o como se desee etiquetarlas hay una ley que manda sobre todo y todos, la de libre mercado. El libre mercado, la libre mercancía, el libre dinero que se regocija en su grosera omnipotencia, que se filtra en cada grieta de la existencia pública y privada. ¿O acaso preferís que por mandato gubernamental en las tertulias y grandes hermanos sólo se hable de Baruch Espinoza u Homero?

  7. Leo en este momento “Elogio de la locura” de Erasmo de R., dice: “… si el que es ignorante, y a pesar de ello es muy alegre para sí mismo y admirado por todos, ¿quién será el que opte por el verdadero saber, que tanto cuesta adquirir, que convierte al que lo adquiere en vergonzozo y tímido, y que por último sólo es apreciado por poquísimas personas?

  8. “El espíritu humano está hecho de tal manera que le es más accesible la mentira que la verdad. Si alguien desea una prueba evidente y palpable de esta afirmación que vaya a la iglesia cuando haya sermón, en la cual si se narra algo serio todos dormitan, bostezan y se duermen. Pero si el voceador (perdón, quería decir orador), como ocurre con frecuencia, relata algún cuento de viejas, todos despiertan, atienden y abren un palmo de boca”.

  9. Maestro Tirado: enhorabuena por tu post!!. Suscribo una a una cada frase que has escrito.Este es, además, un tema que me interesa especialmente. Felicitar también el nivel de los comentarios del recién llegado Francisco Barroso y de Macaón. Y qué bien que Erasmo de Roterdam haya resucitado para escribir en nuestro blog! (tal vez esto tenga que ver con el pasado día de los Difuntos). Estoy con Ana R. en que para ser tan apasionante el tema, ha suscitado pocos comentarios.
    Yo tan sólo añadiría a lo escrito por Tirado que, al igual que opina Macaón, la profunda crisis de valores lamentablemente es mundial. Si afectase sólamente a España hasta podría ser un consuelo. Con todo, confío en que la crisis económica remueva las conciencias dormidas, despierte el espíritu crítico y la autocrítica, y haga renacer sentimientos como la rebeldía.
    Salud, ética y cultura para todos!.

  10. yo no creo que precisamente sea la rebeldía , el sentimiento que tuviera que renacer con la dichosa crisis que nos acucia, no quiero decir con ello que haya que resignarse porque en qué cabeza cabe ,pero si estoy de acuerdo con Salus Populi en que se debiera suscitar una rtevisión de valores que o bien se han perdido o no están apreciados. No todo vale,lAdemás totalmente de acuerdo con Barrosos Luna, en la falta de ídeas, formación y sobre todo mala educación que de un tiempo a esta parte es más que palpable . Espero y deseo que España salga del pozo de donde estamos metidos y más pronto que tarde empecemos a respirar

  11. Cuando leo el título de este post recuerdo a un intelectual y ser humano de gran talla, Bertrand Russell, y su afirmación de que tres pasiones, simples pero abrumadoramente fuertes, habían gobernado su vida: el anhelo de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad. Añado yo que también deberían gobernar las nuestras. Pero lo cierto es que el cálculo económico autodestructivo es lo que se impone en el gobierno de (casi) todos los ámbitos de nuestra vida: su lógica se ha impuesto y está logrando fagocitar todo cuanto se le opone. Así, por ejemplo, tendemos a considerar bueno, -instrumentalmente bueno-, lo que nos parece eficaz, que con frecuencia asociamos a lo que nos resulta rentable (normalmente, también en los espacios más privados, como nos recuerda una y otra vez, entre otros muchos, Erich Fromm). El mercado lo devora todo. De tal modo, que como dice el conocido economista Keynes: “seríamos capaces de apagar el sol y las estrellas porque no dan dividendos”. Ya nos suena lejano, muy lejano, si es que en algún momento lo sentimos cerca, aquel mensaje del Gran Jefe Indio Seattle al presidente USA: “Enseñad a vuestros hijos lo que nosotros enseñamos a los nuestros: que la Tierra es nuestra madre. Lo que acaece a la Tierra, les acaece también a los hijos de la Tierra. Cuando los hombres escupen a la Tierra, se están escupiendo a sí mismos. Pues nosotros sabemos que la Tierra no pertenece a los hombres, sino que el hombre pertenece a la Tierra.” Sin embargo, se sabía salvaje y también sabía que poco eco tendrían sus palabras en los “civilizados” oídos del hombre blanco. Así nos va…

  12. Casualmente me he encontrado en la red esta joya en la que José María le dice a Jordi González en La Noria que Tele 5 es igual a Tele mierda… ¡Y González, el tío, traga, sin inmutarse!

    http://www.elmundo.es/elmundo/2007/09/03/videos/1188819777.html

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