¿Nacemos demócratas? Por JUAN RAMÓN TIRADO ROZÚA
Con una ciudadanía caracterizada por un hartazgo cada vez mayor ante tanto cinismo, ineficacia, ineptitud, prepotencia, incoherencia, falsedad, manipulación, ocultación, irresponsabilidad y degradación de los cimientos morales y políticos de nuestra sociedad que ponen de manifiesto las noticias de actualidad política que nos inundan, pero, por paradójico que parezca, no estando exenta de pasividad, apatía y desinterés esta misma ciudadanía, es momento de preguntarse sobre la democracia misma y su génesis.
¿Nacemos o nos hacemos demócratas? Esta es la cuestión. Si admitimos que se trata de una cuestión puramente genética, carece de sentido educar en valores y procedimientos cívico-democráticos. Pero si, por el contrario, consideramos que no es así, sino que la democracia es una entre las posibles formas de organizar la convivencia humana –la menos mala, que dijera W. Churchill-, entonces habremos de concluir que es imposible lograr una madurez democrática sin recurrir a la educación, única vía complementaria a la genética con que contamos los seres humanos. Sorprende, entonces, cómo puede el Ministerio de Educación proponer una ley de “mejora de la educación” prescindiendo de la educación para la democracia -ya sea en las actuales asignaturas de “Educación para la Ciudadanía” (3º ESO), “Educación Ético-Cívica” (4º ESO) o en la línea temática ético-política de la “Historia de la Filosofía” (2º Bachillerato)-.
Si no nacemos demócratas, ni es posible la democracia sin demócratas, podemos preguntarnos: ¿Qué intereses puede haber detrás de que las jóvenes generaciones ignoren el sentido profundo de cuestiones tan básicas como que el primer artículo de nuestra Constitución define a España como “un Estado social y democrático de Derecho”? ¿Qué fin se pretende con que los escolares ignoren que entre las principales amenazas para la democracia encontramos la demagogia o uso interesado de la mentira; la información tendenciosa; la corrupción institucional; el anteponer el interés privado al público; una justicia que renuncia a la imparcialidad; etcétera? ¿Qué propósitos puede haber detrás de la negación a las generaciones futuras a conocer sus derechos y obligaciones, así como sus fundamentos? ¿Qué objetivos puede haber detrás de no formar para que se conozcan opciones ideológicas distintas a las que los medios de comunicación difunden como si un “pensamiento único” fuese la única opción posible? ¿Qué miedos ocultos puede haber para negarse a aceptar que solo una ciudadanía formada puede informarse críticamente y ejercitar su libertad? ¿Qué se pretende esconder al ocultar que con la existencia de listas electorales cerradas y bloqueadas y la ley electoral D´Hondt, por citar solo dos ejemplos, se fomenta la partidocracia y una oligarquía con dos cabezas visibles que se alternan en el poder? ¿Qué intereses puede haber en promover una ciudadanía pasiva, apática, desencantada y desinteresada del ejercicio de sus derechos y deberes políticos? ¿Qué fin se pretende al forjar una ciudadanía que careciendo de ideas claras sobre los asuntos públicos limite su participación a un no sabe/no contesta? ¿Qué intereses puede haber para que estos u otros contenidos semejantes dejen de estudiarse en las aulas o, en el mejor de los casos, algunos de ellos, simplificados, se ofrezcan como una alternativa al adoctrinamiento religioso, como si las personas que opten por el aprendizaje de la fe pudiesen prescindir del conocimiento de los valores y procedimientos cívico-democráticos como si estos fuesen una mera moral para ateos?
Juan Ramón Tirado Rozúa es profesor de Filosofía
Pués esta claro, la derecha de este país siempre ha dicho: ” todos los políticos son iguales”, lo que hablando en roman paladino quiere decir más o menos: vosotros no hagais política, que ya la haremos nosotros en nuestro propio beneficio… y claro la gente se lo esta creyendo… Y UNA M…..EL SER HUMANO ES POLÍTICO POR NATURALEZA, ES MÁS POLITICO, DERIVA DEL GRIEGO “POLI, CIUDAD ESTADO” ASÍ UN POLÍTICO SERÍA TAXATIVAMENTE UN “CIUDADANO” Y ESO ES LO QUE ELLOS NO QUIEREN QUE SEAMOS; Y TODAVIA HAY MAS, “REPÚBLICA” VIENE DEL LATIN “RES PUBLICA” O LO QUE ES LO MISMO “LA COSA PÚBLICA” Y AQUÍ NO QUIEREN QUE SEAMOS NI UNA COSA NI LA OTRA, ES DECIR: NI CIUDADANOS NI REPUBLICANOS… HE DICHO.
Señor Juan Antonio Tirado, soy Ricardo, el amigo de Pancracio, ese del que en alguna ocasión les ha hablado Pancracio, de que viene a verme a la Residencia. Pancracio, indignado como hace tiempo no lo veía, me dice que si usted, por arrogancia o por vaguería, no escribe el artículo de su blog y lo deja en manos de un suplente -con todos los respetos para el suplente- que él tampoco escribe, y que lo haga yo, en calidad de suplente de Pancracio. Yo le ruego, señor Tirado, que no vuelva a hacer una cosa así, ignoro si usted peca de indolencia, por el mucho esfuerzo que a mis muchos años me cuesta escribir, aunque sea lo que me dice Pancracio, que está detrás de mí, casi dictándome lo que tengo que poner… “¿Qué dices Pancracio?” Mi amigo sostiene que este digno profesor nos ha llenado de preguntas, cuando lo que se necesitan son respuestas. Y que nos dejemos de pensar en democracia, que ya estamos viendo en lo que se resuelve, y que pensemos más en las soluciones que poría aportar un Régimen como el del Caudillo, pero debidamente modernizado y adaptado a los nuevos tiempos. También me dice que espera que no vaya a escribir el señor Seitaridis, de tan acertados comentarios siempre, sino que Seitaridis lo deje en manos de Juan Varela el suplente. Y por último me dice que menos filosofías y más pensiones, y que viva el Real Madrid, siempre que hable Mourinho y no Karanka. Yo, por mi parte, me despido, señor Tirado, esperando no volverme a ver en esta violenta situación, y confiando en que usted vuelva a escribir pronto en su blog, como lo hace, y muy atinadamente por cierto,del Príncipe cuando le interesa. Buenas tardes.,
Ricardo, Seitaridis no está. Le he sustituído yo. Con peor cara pero con más talento. Y doy la cara, no como el Sr. Tirado que toma el olivo y se esconde con su primo.
Yo también necesito respuestas, pero Mou no da la cara (o se disfraza también).
Le voy a decir una cosa, no me importaría que me entrenara Mourinho. Aunqué sé que tiene mucho carácter. Pero claro, conmigo lo tendría complicado. Yo, como no tengo a Carbonero reaccionaría a cabezazos con él a la más mínima.
Bueno señores, adiós.
Amanece que no es poco.
Poco que aportar. Darle la razón a Ricardo-Pancracio en eso de la desidia, la apatía o el aburrimiento (que no capacidad) del bloguero mayor. Claro que este podría convertir su blog en algo recíproco (no familiar), donde cada cliente tuviera oportunidad de escribir su cosa (o su caso). Es una idea. Respecto al profesor no puedo dejar de comulgar con su exposición, pero se me ocurre incidir en algo. La linde entre el ser y el hacerse siempre es difusa (como los colores en el arco iris). Genes que por inadecuados desaparecen y otros que la real vida crea. En la muy antigua Persia tres cuestiones eran imperativas: montar a caballo, disparar flechas y decir siempre la verdad. Lo cumplían desde nacimiento. Estaba en sus genes. Hoy la ciencia desvela renovada genética, la llaman Inteligencia Emocional: sus claves son la empatía, la conciencia emocional, la transparencia, el optimismo, la iniciativa, la intuición, la vocación de servicio, la inspiración, la alegría, la confianza y, como no, la ternura. Resumiendo: democracia. Muy cierto que acertados métodos educativos pueden acelerar y cimentar tal proceso, tan cierto que muchos otros intentaran la involución, pero más pronto o menos pronto, no hay más leche, la genética se impondrá. De este pleito de contrarios algo ya hablaba Heráclito.
Distinguido Macaón: acepto encantado su propuesta. Para empezar le invito a usted a que escriba el siguiente post. Tema libre, cuanto más sugestivo mejor, extensión aproximada a lo que son otros artículos. Más o menos. Y después que sigan escribiendo otros blogueros, entre ellos me emboscaré a veces también yo. Vayan pidiendo la vez. Esta es una tribuna libre y absolutamente abierta a todos. Ánimo.