Policía de género y Sanfermines

GF0L7FJ8--647x330Un reportaje para “Informe Semanal” me ha llevado a los Sanfermines. Es la tercera vez que acudo a la gran fiesta internacional de España, una fiesta dionisiaca, muy alejada de las ferias apolíneas del sur, pasarelas de mírame y no me toques, de exhibirse más que de desinhibirse, si bien es verdad que en los últimos años el modelo pamplonés se ha extendido por Andalucía en ejercicios festivos de mediodía, configurados como una gran borrachera, con excesos de sudor y toqueteo. La novedad mediática de este año en Pamplona ha sido la denuncia por presuntos casos de violencia sexual contra algunas mujeres. Naturalmente que si tal cosa ha existido merece la condena social y el enjuiciamiento de los culpables, y ello con independencia de que eso suceda en Sanfermines o en la víspera de San Gervasio. Ahora bien, por lo que ha trascendido a través de imágenes televisivas y fotográficas, al menos las que yo he visto e interpretado, no hay sino una sana y festiva desinhibición colectiva, que incluía chicas con pechos al aire, pero que por la cara  y actitud de ellas resultaría dudoso, cuando no prejuicioso, deducir que estaban siendo forzadas a hacer algo contra su voluntad. Si algunos grupos de mujeres u hombres, feministas o como quieran denominarse, se autoproclaman policía de género con derecho para señalar lo que está bien y lo que está mal y cuáles deben ser los usos indumentarios y morales estaremos ante una peligrosa pendiente, marcada por la regresión social y la puesta en primer plano de un neopuritanismo supuestamente progresista. Esta policía tendría que saber exactamente qué es una celebración báquica (por más que sea en el fondo tan inocente como la de Sanfermines). No me quiero imaginar a nuestros custodios de la moral de género en un sarao verdaderamente orgiástico como los carnavales de Río. Quizá habría que invitar a estos piadosos gendarmes al gran festival carnal brasileño para que vieran lo que son excesos. En el fondo, se vistan con una u otra capa esta policía es heredera de aquellas reaccionarias damas y señores de la moral franquista que proclamaban la necesidad de vivir en una permanente cuaresma. Eso sí, con carné progresista, que es lo peor, máxime en estos tiempos en que tantos precisamos de un verdadero progresismo.

21 Responses to “Policía de género y Sanfermines”

  1. Leo: ‘moral franquista’. No admito el sintagma. La moral es el cúmulo de costumbres asumidas y asentadas…, la forma de conducirse una sociedad determinada y de la que resulta imprudente separarse para gusto de unos cuantos y disgusto de la mayoría. No hay moral de un signo u otro. En cuanto al adjetivo ‘franquista’ es menos ofensivo, en realidad, que el de ‘progresista’ o comunista’. El comunismo ha destrozado a media Europa y ha matado a cientos de millones de personas a lo largo y amplio del mundo siendo su lema no la moral sino la refutación de la moral del otro. El franquismo fue una dictadura blanda que se imponía tras una guerra civil que afortunadamente perdieron los que gritaban en la Puerta del Sol de Madrid ‘Muera España, Viva Rusia’. Ya está bien de poner el adjetivo ‘franquista’ como la antonomasia de lo que está mal, o de lo que es despreciable y nada recomendable. La moral franquista imponía, por ejemplo, la fidelidad matrimonial…, que no es algo contra lo que sea encomiable disparar. También imponía la conducta reglada en la calle; el fomento de la urbanidad en los colegios…, verdadera educación para la ciudadanía. El franquismo no admitía, en su moral, conductas como el botellón, o sacrificarlo todo a la libertad de expresión. Queridos amigos, querido Tirado: a cada cual lo suyo. No estaba mal, ni lo estaría ahora, que el ciudadano se sintiera seguro en la calle, y que la ley de vagos y maleantes mediante la cual se impedía un gandul en cada esquina, volviera a practicarse con algunos paliativos. La moral…, el conjunto de los usos y costumbres por los que se rige un pueblo, está alejado de la arbitrariedad y el libertinaje de unos cuantos maveriks que por singular idiosincrasia siempre tirarán al monte. Y con respecto a la muchacha con los pechos al aire y chorreando vino…a mí no me gustaría que fuera mi hija ni mi sobrina, ni la hija de un amigo. ¿A ustedes sí…?

  2. Buenas tardes. Curiosamente nada de lo que mencionas apareció en tu reportaje. Ni una frase. Este tuvo un enfoque sociológico y cultural, pero eché de menos menciones aunque fueran de pasada a los corredores que no saben correr, comas etílicos y aplausos de la masa al más gamberro. En lo poco que entiendo, pero con lo que voy leyendo, te quedó una pieza descriptiva de lo que ha sido/debe ser la fiesta sin reflejo de cierta degradación actual producto de la masificación y la vulgaridad. A mi juicio, lo de los pechos al aire tiene poca relación con esta fiesta. Podía ocurrir en cualquier macrobotellón. Ocurrencias borrachas. Vulgaridad. Muy lejos de Brasil. En fin, opino. Sobre lo que veo en la tele y leo en blogs. Tampoco he ido nunca a los sanfermines

  3. Veo que la “policía de género” y en general el asunto de la chica a la que todos tocan queda fuera de Informe Semanal. Sin ese nuevo giro argumental, al reportaje sobre la fiesta no sabe a nada, no dice nada; se queda en un apunte, pulcro y bien redactado, de los muchos que llenan las webs de turismo. Un apunte más.

    Otra cosa es que su autor, que sí ha puesto el dedo en esa llaga fuera de cámara, le hubiera dedicado uno o dos minutos a la tontería de la chica borracha y semidesnuda. Grave tontería que ha abierto telediarios y ha ocupado algo más que minutos en radio y TV (también en prensa escrita). Ví, y padecí, las acciones de la “policía turística” en Cuba (años 90), de modo que probablemente vea actuar también, y no en Cuba sino en mi propio país, a esa policía de género que menciona Tirado en su blog. De muy buena gana me pondría muy soez (pero mucho) para hacer una lista de los posibles delitos a los que el nuevo cuerpo debería hacer frente. Solo espero estar muerta o exiliada, mejor lo segundo, cuando esa policía patrulle por las calles de la República Federal de la Península Ibérica (cito a Ramoncín, que la nombró ayer) para reprimir los comportamientos sexistas (y ¿por qué no? fascistas, imperialistas… Ya digo que hasta Policía turística tuve la oportunidad de ver.)

    Las “tertulias radicales” que es como las llama Elvira Lindo, hablan abiertamente de conspiración mundial, de ingeniería social destinada a acabar, moral y físicamente con los varones, y de manos negras. Como se siga extendiendo por la conciencia colectiva esa forma de terrorismo confusa y tramposa llamada violencia de género, voy a empezar a tomarles en serio.

  4. Dice el admirable Pancracio Celdrán que no le gustaría que la chica de los pechos al aire fuera su hija, su sobrina o la hija de un amigo y nos pregunta a los demás por lo que pensamos al respecto. Creo que la cuestión no es si nos gustaría que nuestra hija fuese o no la de la foto, sino preguntarle a ella qué opina, cómo lo ha vivido, si se ha visto forzado a actuar así y si quiere que la policía de género la rescate.

  5. Todo este asunto huele a aquella cosa vieja del miedo a la libertad. Esa piadosa policía de la que habla Tirado siente terror a la libertad, de manera que la llama libertinaje, para ponerle freno. Siento mucho que a Pancracio Celdrán le moleste lo de moral franquista, pero es que cada país tiene su historia y sus tópicos fundacionales y entre nosotros no hay mejor vara de medir que la del franquismo cuando se trata de entender sobre ciertos patrones y comportamientos. Que conste que me considero feminista, sin entrar en más etiquetados o subescuelas, pero siento sana envidia de la juventud y la lozanía de la joven excesiva de la foto. No me extraña que algunas agentes de la policía quieran salvarla.

  6. La cosa es: una chica se va a los sanfermines, pimpla lo que le da la gana y hace bien, se quita la camiseta para hacer unas risas, y porque le da la gana, y hace bien; los mozos, que también van pimplaos, aprovechan el barullo para hacer más risas y de paso darle unos tientos a las tetas de la chica, que no solo no protesta sino que se descojona y mira al cielo con una sonrisa de oreja a oreja. Lo de los mnozos no está tan bien, pero tampoco es para hacerles consejo de guerra. Y hasta ahí.

    Si fuera mi hija o mi sobrina (que podría) me imortaría un comino, porque San Fermín es San Fermin. Que un hombre de bien como P. Celdrán diga sentir nostalgia de la Ley de Vagos y Maleantes, eso ya me preocupa bastante más…

  7. Ni este post, ni los comentarios posteriores, han despertado en absoluto mi interés. Tirado me ha avisado muy cordialmente de que había colgado un artículo sobre los sanfermines. No voy a aportar ninguna idea. Ando leyendo con fruición una reedición cuidadísima que se ha hecho del libro de Hernán Migoya titulado ‘Todas putas’. En eso estoy. En ‘Todas Putas’, libro, repito, de Hernán Migoya, que según consta en la solapa de la portada, “la Democracia quiso censurar”. Vuelvo, pues, a la lectura de ‘Todas putas’.

  8. Jajaja, no te conozco de nada, Cebolla Madriles,ni sé si lo anterior es ironia pura, referida al post de Tirado, en lo que se refiere a los pechos de la chica, que tampoco han despertado mi interés,pero sí quiero expresar mi opinión en lo generalizado del TITULO del libro “Todas putas”,que me suena a total grosería hacia las mujeres. Aunque como ocurre con otros muchos títulos de libros,a veces o nunca tiene que ver con el contenido

  9. ¿Todas putas?

    ¡Ya os gustaría, muchachos!

  10. A lo que dicen Luis Santiago y Pilar Pineda sobre que la cuestión de las chicas despechadas no saliera en el reportaje solo tengo que comentar que fue una opción personal en el entendimiento de que el tema puntual ya había sido muy tratado, incluso en los Telediarios, y yo quería hacer un reportaje no tan pegado a la actualidad sino a la realidad festiva en Pamplona. Me parecía un hecho marginal, muy sobredimensionado, y estimé que no debía tener cabida en el reportaje. Por otro lado, Luis, que un reportaje televisivo y lo escrito de un blog no coincidan no debes considerarlo extraordinario, el blog es una reflexión personal, una suerte de cuaderno de notas, que ni me puedo ni debo ni quiero trasladar a un espacio mayoritario de televisión. Pude, eso sí, haber dado voz a unos y otras sobre el asunto que nos trae, pero ya he explicado por qué no lo hice. Por otro lado, aunque entiendo la frivolización de las opiniones, el juego que supone este blog, etc, yo no me desviaría por el terreno de putas y otras gracietas, la clave está en que una policía moral se arrogue el derecho de señalar lo que está mal, sin tener siquiera en cuenta lo que puedan pensar y sentir las presuntas víctimas. Siento que a Pancracio Celdrán no le guste el término “moral franquista”, quizá haya que dejar ya de lado esa comparación, pero cada sociedad tiene sus tópicos fundacionales y el franquismo es nuestro tópico.

  11. Siempre de paso pero suelo seguirle Sr. Tirado y, si me viene, alguna tontería le escribo. Que alguien en momentos de “vino y rosas” le de por mostrar sus atributos me parece bien, aunque a mí me da igual. Juraría que tal exhibición no persigue ser sobado/a por una multitud. A veces no mide uno bien los riesgos de algún acto fuera de costumbre (no me atrevo a tacharlo de imprudente, ¿qué es la imprudencia?). ¿Y quién no ha errado alguna que otra vez en la vida? Por lo demás creo que no hay mayor largueza en la historia: lo que el morbo periodístico quiera darle. Claro que la opinión del señor Celdrán don Pancracio me ha dejado un tanto pasmado (aunque siempre con sonrisa). No le ha gustado el “sintagma”. Creo señor Tirado que debió escribir “la ética de Franco” (y sus adláteres), es más contundente. Nos dice usted señor Celdrán don Pancracio que la moral es única, de un solo signo, ¿las socialmente admitidas? No sé que significa eso. Parece no percibir cómo, casi diariamente, los que manejan las “normas” tratan de influir, manipular, imponer sus intereses, sus conceptos de vida, de comportamiento. Peca de maniqueo, de dicotómico. En el momento en que considera la ética, la moral, la costumbre como algo fijo, único, inamovible, sus “conjeturas morales” se convierten en moralina. En la antigua Persia, lo ético se basaba en tres principios: montar bien a caballo, saber disparar flechas y decir siempre la verdad. Es un ejemplo. Las conductas humanas son terreno resbaladizo, ambiguo, de imposible concreción. No hay verdades, ni certezas en nuestro devenir. Alguien decía que buscar la verdad es un pasatiempo de adolescentes o un síntoma de senilidad. Aunque personalmente creo que avanzamos en la buena ambigüedad. También define al franquismo como “dicta-blanda”. Está claro que desconoce lo que fue la brigada política-social y sus métodos ¿le suena de algo lo que significa el corro, la cigüeña, el tambor, la bañera, el quirófano…? Documéntese, se lo ruego. Y ello es sólo un pequeño apéndice. Por último, suelo indignarme (dentro de los límites que a estas alturas la indignación me altera) cuando los políticos, periodistas, tertulianos de cualquier caletre, se tachan unos a otros de comportamientos fascistas, cuando sería mucho más propio decir comportamientos franquistas. El franquismo tenía el mismo sustento ideológico que el fascismo, pero fue más profundo, duradero y sobre todo cercano. Creo que reprimen el adjetivo por pudor, por no herir parentescos, por mirar hacia otro lado, es decir por pura hipocresía.

  12. En este tipo de fiestas, la mayoría, (que no todos/as ) están a la misma altura: alcohol, drogas, sexo, por eso lo mejor es no participar. De lo de las violaciones, mejor ni opino… !!!

  13. Para tranquilidad de Pancracio Celdrán me parece haber identificado a la señorita de la foto: Se llama Alfredo. En concreto, Alfredo Pérez Domínguez, cabo primero del Ejército. Alfredo era entonces como un futbolista de color (o sea, negro/negrazo en el proceso conceptual de Celdrán)en el Burgos a mediados de los 90, llamado Kid Cuyami, y que al salir de la ducha en su primer día de entrenamiento con el equipo, completamente desnudo, hizo exclamar a un periodista, de los que un columnista de éxito en la época llamaba de “Los del ramalazo”, lo siguiente: “Ay, hijo mío, tú triunfarás en el Real Burgos”. De modo que ahí tenemos a Alfredo, o eso creo yo, tras sus muchas intervenciones quirúrgicas, con ese par, disfrutando de la vida. Esa es la España multiétnica y arco iris por la que ha habido que luchar mucho. De modo que no sufra el franquista Celdrán, que no se trata de ninguna de nuestras hijas, sino de Alfredo, cabo primero. Por lo demás, creo que mediante las ideas no se debe combatir la moral franquista, sino con las armas: Con las que el general Franco derribó el poder establecido legítimamente en España. Alfredo disfruta de tal guisa porque España ha tenido políticos como José Luis Rodríguez Zapatero. Y Celdrán vive tan atormentado -al menos eso refleja en su comentario- por la moral franquista. Y tú Tirado, vete de vacaciones y deja de escribir post estúpidos. Descansa.

  14. ¿Estamos todo el día hablando de Franco y del franquismo, o me lo parece?

    P. Celdrán (¡pensar que le pedí matrimonio un día que iba un poco chuza!) resulta entrañable pero antiguo. Macaón, como siempre, escribe en espiral, y tiene su discurso la singularidad de que da lo mismo empezar por el final por el principio. El Cebolla está muy borde y muy sin gracia con el asunto de Alfredo, y no se sabe si echa de menos a Franco, a Kid Cuyami, a Zapatero o al propio Tirado, que es quien mejor le conoce.

  15. Yo a usted la amo, Doña Perfecta, más bien amo su forma de escribir, que no es perfecta, porque el arte siempre nace de romper los moldes, y no sé porqué dice que me conoce bien Tirado, aunque no está mal ser conocido de Tirado. Doña Perfecta, yo de quien tengo nostalgia es de Kid Cuyami, ex futbolista de la Real Sociedad, Burgos y de un equipo andaluz que no recuerdo, y sí, también de Franco, porque Franco era el hombre del NO DO de mi niñez, y de Zapatero, porque era un presidente bienintencionado pero torpe, y tengo nostalgia de Pancracio Celdrán, que nos llama criaturas, y de don Pancracio, el de Correos, que estará de vacaciones en El Escorial, y de Macaón, que nos escribe desde Torremolinos muy al estilo, sí, de Ramón Gómez de la Serna, o sea, en círculo. Y tengo tanta nostalgia porque yo soy un Cristiano Ronaldo con poesía o un Francisco Umbral lleno de fútbol. Eso soy. Julio Llamazares dice que la nostalgia es una patología, y en esas estoy. Quedo a sus pies, Doña Perfecta, y me gustaría hacerlo con el buen estilo con que se despedirían de una dama como usted nuestros pancracios. O incluso Tirado. Que sabe de damas. Y de ajedrez.

  16. … “más bien amo su forma de escribir”. Bonita puñalada para acompañar el tataki de atún rojo que me estoy preparando, levemente marinado con ginebra de pimienta rosa.

    Si estuviera Vd. ahora mismo en mi ático sobre el Mediterráneo, compartiendo el tataki y algunas piezas de Return to Forever ¿meamaría Vd. más que a mi forma de escribir?

    No me conteste todavía. Es más, ni me conteste

  17. Doña Perfecta, es usted como la Lucía Echeverría de ‘Amor, curiosidad, prozac y dudas’, que ahora anda en un reality de Tele 5… Describe usted un escenario sobre el Meditarráneo lleno de glamour, pero comete una errata lamentable. Escribe: “Meamaría usted”. Manuel Vicent dice que las erratas hermosean el estilo. Aferrémonos a eso.

  18. calle, calle… no me lo recuerde!! Escribí una especie de fé de erratas personal pero me dí cuenta de que la cosa no tenía ya remedio y no la colgué. Efectivamente, no lo ha tenido.

    Lo importante es que meame Vd., sin condiciones. ¿Meamará?

  19. Ojalá nos meamemos toda la bida (juro solemnemente que la “b” ha sido una errata casual. Otra…)

  20. Da gusto leeros. Gracias por esta ensalada perfecta de toro Tataki y cebolla. Gracias por bajar al ruedo este fresco y santo retablo de dos tetas amorales y tintas que amamantan a la plaza con flechas y Franco bajo palio, Kid Cuyami, Ramoncin, RG de la Serna y Zapatero dimision. Fiesta.

  21. Esto es una fiesta grande, donde cada cual la ha disfrutado a su antojo, la policía esta,¿ es la misma que la de Puerto Banús en Marbella? porque aquí si que tendría donde pelear, jajajaja. Si saliese una foto a los medios de un lunes por la mañana en un supermercado concretamente El Corte Inglés de Banús, digo lunes por decir algo, a cualquier hora te encuentras señoras haciendo la compra a medio vestir, luciendo los pechos como la de la foto solo que con una camisa transparente sin abotonar, o sin bragas en mini, cogiendo los productos de las estanterias del suelo, vamos, pues está permitido, lo unico que se prohibe es ir descalzo por higiene, pero por lo demás sin problemas… Esto es lo que hay en un supermercado donde estan las familias padres, madres niños… Pobre del charcutero que tuvo que atender a la señora con el marido y al señalar un embutido que queria levanto el brazo con la mala suerte que se le salio un pecho no se dio cuenta ni el marido solo el personal de fuera y de dentro, los demas charcuteros se quitaron del medio lo dejaron solo y este pobre pidiendome ayuda, con la mirada abochornado, yo que hago, me tuve que meter dentro de la sala de personal y alli jefes y empleados partiendonos de la risa, cuando salimos el marido que se había dado cuenta nos ve con la cara de risa contenida y se pone a discutir enfadado, ay!!!! que bueno esta foto me ha hecho recordar , aquel momento de nervios y de risa, el señor cabreado la señora tan tranquila, el charcutero entre la espada y la pared y el resto partidos de la risa dentro.
    Y lo bien, sin foto, no hay polémica.

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