El descampado
Muchos jóvenes están al raso. Es el descampado de la debilidad, de la violencia, de la supervivencia, de la necesidad de protección de la tribu, del tener como los demás para ser respetado, de la falta de perspectivas o de vivir al día. No saben describir ni poner nombre a ese desierto, pero sienten el frio del desafecto, los golpes del abandono, del desamparo y la exclusión. Quieren sentirse duros, aparentan fortaleza, verbalizan agresivamente su indefensión y esconden atemorizados su fragilidad.
Y en estas periferias campan a sus anchas nuevas y antiguas pobrezas. Un mundo invisible para muchos pero real: niños, adolescentes y jóvenes afectivamente abandonados en familias aplastadas por situaciones económicas graves; menores inmigrantes no acompañados dejados a su suerte o los mayores en desamparo porque el estado deja de protegerlos al cumplir dieciocho años sin tener encauzada su vida; niños y jóvenes cultural y espiritualmente pobres, que han perdido sentido para sus vidas o se encuentran atrapados en la maraña consumista; los que la sociología llama “inadaptados sociales” y se pasean por el filo de la navaja de la violencia, la exclusión social, la drogadicción o cualquier otro tipo de dependencia psicológica.
Todos ellos son carne de cañón para estadísticas periódicas que sólo son un instantáneo aldabonazo en la conciencia de una sociedad que ha delegado la acción social en las instituciones públicas. Pero mucho más que un malestar, es una emergencia educativa. Es el síntoma de una sociedad que necesita con urgencia un cambio, una concertación, una revolución civil que afronte con decisión las causas de un drama que, aunque silenciado, pasa factura a un estado que sigue en el furgón de cola de la educación y la inserción laboral de jóvenes en Europa.
Gracias por la reflexión. Creo que refleja la realidad que viven muchos jóvenes con los que me encuentro cada día
Le sigo hace tiempo y tengo que felicitarle por este articulo. Buena expresion y reflexion de hondura. Enhorabuena
Hola, José Miguel. He leído tu artículo “El descampado”, en “Vivir de otra manera”. Y me ha gustado mucho. Es una realidad manifiesta lo que describes en tu artículo. Te felicito por tu acierto.
Recomendaré su lectura a varios amigos.
Un fuerte abrazo de
Jesús de Vega
En carne viva…gracias! Jose Fedriani
El trazo de la justicia contiene la tinta de la solidaridad y el compromiso. Gran artículo
Your all-in-this mode is really tough, everyone may have no trouble realizing it, Thank you very much.