Tierra de nadie
La Cueva de la Moneda nos dio abrigo durante unos días. Comimos raíces y pequeños insectos cuando el hambre apretó. Mi amigo Arsène consiguió agua en un pequeño lago, a media legua de allí. Fueron días penosos, llenos de incertidumbre y desasosiego. Parecíamos condenados a vagar sin rumbo en una tierra hostil que se empeñaba […]