¿Nostalgia del pasado y miedo al futuro?

  Para los que vivimos el desarrollo del ¨Concilio Vaticano II, su espíritu y sus conclusiones, nacía una nueva ilusión y una nueva esperanza de renovación. Una Iglesia más joven parecía renacer, como el ave Fénix, no digo de sus propias cenizas, pero sí de su vieja y anquilosada historia.