María de Nazareth: la Inmaculada

Concebida sin pecado, vivió sin pecado, y por eso la llamamos la Inmaculada; sin mácula, sin mancha. Y todo ello por el gran privilegio de ser la Madre de Dios. ¿Qué hijo, si pudiera, no habría hecho a su madre la más perfecta y hermosa? Pues Dios lo pudo y lo quiso. Acertadas son aquellas […]