Corazones en red

(Obligatoria: ¿Sí o No?)

   Difícil cuestión esta de la clase de religión, porque, hoy por hoy, están todas las espadas en lo más alto. Y no sólo a nivel de Iglesia y Estado, sino también a niveles de convencimientos más personales, con sus propias razones de un lado y otro.

  Lo malo de estas distintas opiniones, a favor o en contra, es que no se quedan ahí, sino que se politizan las opiniones y se descalifica a las personas asociándolas a uno u otro partido político.

 Sé que al dar mi opinión sobre el particular, voy a correr los mismos riesgos. No  obstante, eso no  me impedirá el manifestar mi pensamiento con la libertad de los hijos de Dios. Lo que no intento, de ninguna manera, es que mi opinión hiera la sensibilidad de los que puedan tener la opinión contraria; ni pienso que la mía sea la única respuesta (ni acaso la mejor posible) al problema de la Religión en la Escuela. Quede bien claro.

  Quiero dejar, también, claro, que voy a hablar de la “escuela o colegio públicos”, y no de los colegios religiosos.

  Mi afirmación va en dos direcciones:

• en cuanto al contenido de la asignatura y
• en cuanto a la obligatoriedad de la misma.

Y es precisamente el primero (el contenido de la asignatura) lo que condiciona a la segunda (el hecho de ser o no obligatoria).

Vayamos por partes.

1.- El contenido de la asignatura.  Podría enmarcarse y resumirse en tres palabras: Información, Formación y Educación.

a.-   Información:

                             1)  Que el alumno sepa que existe lo religioso, y que sepa qué es la  religión. ¿Por qué existen diversas religiones? Que las religiones han provocado y provocan guerras y enfrentamientos. Sus causas. Que sepan lo que es el hecho religioso y sus consecuencias (positivas y negativas).

                             2)  Que la religión constituye una parte importante del patrimonio cultural de un pueblo (arte, filosofía, historia,…). Creo que eso debe formar parte de la información. (En Francia se han dado cuenta de la necesidad de hablar del hecho religioso. Pero en vez de poner una asignatura sobre el tema, lo han resuelto repartiendo el tema entre los profesores de las distintas materias a las que afecta: historia, filosofía, arte, etc…). 

b.- Formación: Ayudar a los alumnos a que puedan hacer opciones serias, con   conocimiento de causa. En un sentido u otro, pero siempre responsablemente. Sólo  hay verdadera libertad cuando hay suficiente información y formación.

c.-  Educación para la Paz.  Educar en el respeto mutuo a las convicciones y decisiones de los demás. Sin ridiculizar ni menospreciar ninguna opción religiosa.

Destacar el valor de la convivencia de las distintas religiones, y cómo no deben ser objeto de discordia sino de unión.

(Al mismo tiempo, ofrézcase una “buena” Catequesis en todas las parroquias para aquellos niños y jóvenes que sean católicos y deseen profundizar o madurar su fe).

2.-  ¿Obligatoriedad de la asignatura?:

       Estoy a favor de la obligatoriedad de la clase de religión, concebida como se ha expuesto más arriba.

• En primer lugar porque de una manera u otra, el hecho religioso y la multiplicidad de religiones es una realidad que afecta a todos, directa o indirectamente. Y es bueno tener algunas nociones y ser educado en el respeto mutuo y en la filosofía de la paz.
• En segundo lugar, debe ser obligatoria porque la religión es parte del patrimonio cultural.
• Es muy importante el papel del profesor o educador en esta materia. Ya que debe tener la capacidad de exponer el tema con ecuanimidad y equilibrio para que ninguno (de cualquier religión que sea) se sienta mal.
• Pero hay que tener en cuenta que el profesor tendrá su propia religión, coincidente o no con la de los alumnos. Y sería normal que lo manifestase, y que los alumnos lo supiesen. No puede ser neutral. Pero no debe influir en los alumnos.
• Queda claro que no se trata de una clase de religión  ”confesional”.
• Tenemos que tener asumido que cada vez habrá una mayor variedad de religiones en las aulas, por efecto de la inmigración.

3.- Objeción a una clase de religión confesional.

Los defensores de la clase de religión “confesional” suelen aportar estas razones:

• el derecho de los padres a elegirla y
• el hecho de que España es un país católico.

A mi manera de ver (con todos los respetos a la opinión contraria) este primer argumento del derecho de los padres a exigirla, no me parece muy válido. Por la misma razón los padres podrían exigir otras muchas materias si se pusieran de acuerdo; y eso no creo que sería de recibo. Una gran parte de esos padres, por otra parte, ni viven su fe, ni se la trasmiten a sus hijos. ¿Qué les motiva el que sus hijos den clase de religión? 

Además los padres de otras religiones podrían demandar los mismos derechos. No es la cantidad o el número lo que más derechos.

En cuanto a la afirmación de que España es un país católico, hoy día no sé si se podría afirmar tan categóricamente.  No hace mucho tiempo, los mismos Obispos españoles calificaron a España como “país de misión”. Un país católico no es un país de misión.

Sobre este tema  se podrían aducir muchos argumentos que dejarían la catolicidad de nuestro país claramente descartada.

Todavía me atrevería a dudar de las motivaciones de la inmensa mayoría de los padres, al pedir la clase de Religión católica. Supongamos, en un ejercicio de imaginación, que dicha clase se sacase de la escuela y se trasladase a la parroquia. Mi pregunta es la siguiente: ¿Se comprometería la mayoría de los padres a que sus hijos acudiesen a ella? Mucho me temo que no. ¿No tenemos ya la experiencia de la catequesis?

Termino, confesando que todo lo antedicho necesitaría una mayor reflexión en algunos de sus puntos o en su totalidad. Pero es una intuición a la que no quisiera renunciar.

                                                                                            Félix González, ss.cc.   

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