Corazones en red

         Jesús dijo: “Vosotros sois mis amigos”. Por tanto, en lenguaje coloquial, la Iglesia somos la “pandilla de Jesús”. Y por tanto, podríamos decir que la Iglesia es la “casa de la amistad”. Me gusta esa expresión. Donde se habla de amistad, se habla de cariño, de amor, de comprensión, de perdón, de cercanía, de compartir… Y no es verdadera amistad si no se da todos eso. No hablo de compañerismo o de camaradería, en los que pueden faltar muchas de esas cosas citadas. En la amistad no pueden faltar, so pena de dejar de serlo. Hay una gran diferencia entre ser amigos o ser compañeros o camaradas.  Desgraciadamente no siempre se dan todas esas relaciones en la Iglesia, lo que hace que no podamos hablar siempre de “casa de la amistad”. ¿Dónde está la confianza entre la jerarquía y el pueblo fiel? ¿Dónde está la comprensión para los que se equivocan en un deseo noble de renovación? ¿Dónde el compartir las tareas de responsabilidad entre clero y laicos? ¿No existe mucha desconfianza, mucha distancia, mucha celotipia?

Si somos amigos de Jesús, hagamos de su casa, la “casa de la amistad”.  Pero que se note; que no sea una palabra vacía más.

                                                                                                           Félix González ss.cc.

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