Las mariposas

    Ramoncín (a sus padres siempre les gustaron los diminutivos) iba a cumplir los siete años, pero seguían gustándole los cuentos. Sobre todo si eran fantásticos y coincidían con la hora de acostarse. No siempre lo tenía fácil, porque la madre, a esas horas todavía tempranas, solía seguir con las cosas de la casa. Había […]