Corazones en red

Había caído en mis manos un Semanario Diocesano, llamado vulgarmente “Hoja Parroquial”, de la Archidiócesis de Sevilla. Y me puse a ojearlo, aunque sin demasiado interés. De pronto me llamó poderosamente la atención un titular: “La Iniciación Cristiana a examen, en la archidiócesis de Sevilla”. Preocupado siempre por estos temas, me puse a leerlo con  interés. Pero mi desánimo, iba creciendo a medida que avanzaba en la lectura. Entre otras cosas decía que: El Obispo de Almería, en una ponencia expuesta ante los Consejos Diocesanos del Presbiterio y de Pastoral, abogó por la necesidad de ”situar la Confirmación en su lugar, cerca del Bautismo y la primera Comunión, desde una recta teología del Sacramento en la que el Espíritu Santo da una madurez cristiana a quien lo recibe, más allá de la mayor o menor madurez psicológica por razón de la edad”.

Volví a leerlo, porque no podía creer que fuera verdad lo que acababa de leer. Pero lo era. Me parecía tan  absurda la citada propuesta, que no daba crédito a lo leído. ¿Cómo se podía, de un plumazo, echar por tierra lo conseguido con tanto esfuerzo a través de tantos años.

Llevamos varias décadas tratando de situar el tiempo de la Confirmación en una edad más avanzada (y se ha ido consiguiendo, aunque no siempre y en todas partes). Es una conquista lograda a base de tesón y sentido común.

Los catequetas y, sobre todo, los pastores y agentes de pastoral que trabajan directamente en la catequesis (cosa que los Obispos no hacen, y por tanto no tienen experiencias, en su mayoría) saben que a los niños y a los jóvenes de hoy les cuesta madurar sicológicamente más que en otro tiempo.

¿Cómo es posible que un Obispo (y ojalá no fuera más que uno)  venga a defender el volver a la edad temprana (“cerca del Bautismo y la primera Comunión”) para celebrar el sacramento de la Confirmación? Y la razón que da, también se me antoja incoherente y falta de conocimiento de lo que es la madurez psicológica.

En un tiempo se decía en los círculos clericales y de catequistas: “Lo de la Primera Comunión lo tenemos perdido; por favor, no perdamos, también, la Confirmación”.

También insistía, el citado obispo, según el mismo semanario diocesano, en que “el Catecismo de la Iglesia Católica debería ser siempre el material fundamental de la catequesis, por encima de otros catecismos didácticos que pueda haber en cada parroquia o diócesis.”

Con todos los respetos, pero en desacuerdo absoluto, pienso que con dicha afirmación se echa por tierra todo lo que es y debe ser una “catequesis” infantil y juvenil. Quiero creer que no todos los obispos piensan de igual forma.  Pero me malicio mucho pensando que hoy, desgraciadamente, se está dando, en eso y en otra cosas un fuerte involucionismo, capitaneado por el nombramientos de obispos que últimamente se está dando , de ideas super-conservadoras. ¡Qué pena de esfuerzos! ¡Qué falta de sentido común y de sentido pedagógico!

Félix González

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