Corazones en red

El título surge a raíz de una pregunta que hice en el diálogo que siguió a una charla que dio el cardenal D. Carlos Amigo, hace pocos días. La pregunta era esta: ¿cuáles son los principales problemas de la iglesia española en la actualidad?

Para el purpurado, “el mayor problema es la falta de vocaciones”. La respuesta me dejó insatisfecho, por su simplicidad, y porque, en verdad, no quiso entrar en un análisis más profundo y realista. Pero no insistí, convencido de su inutilidad. Ahora sí que deseo reflexionar sobre el tema.

Sinceramente creo que la falta de vocaciones, a pesar de ser algo tan importante, es más bien la consecuencia de otros problemas.

 ¿Por qué no surgen vocaciones a la vida religiosa y al sacerdocio? Esa puede ser la pregunta cuya respuesta nos pueda llevar a detectar algunos de los importantes problemas de nuestra iglesia española. La respuesta no es fácil, porque son muchas y variadas las causas de esa sequía vocacional. Sin pretender ser exhaustivo, trataré de apuntar algunos de los problemas que afectan a nuestra iglesia.

Tendríamos que distinguir lo que afecta a la jerarquía y lo que afecta al pueblo cristiano.

1. En la Jerarquía destacaría:

–         Excesivo clericalismo

–         Falta de credibilidad

–         Lenguaje críptico y superado

–         Miedo al futuro y al riesgo; nostalgia del pasado.

–         Falta de libertad de expresión

–         Conservadurismo

2. En el pueblo destacaría:

–         Poco aprecio a “lo religioso”.

–         Indiferencia y desencanto creciente

–         Desconfianza de todo lo eclesiástico

–         Materialismo

–         Ignorancia y falta de compromiso

–         Pasotismo en una gran parte de la juventud

–         Relaciones matrimoniales y familiares conflictivas

Todo ello provoca una situación poco favorable a una iglesia viva, donde las vocaciones surjan en un ambiente propicio.

Supongo que este breve esbozo de la situación de la iglesia actual en España, puede ser precario e incompleto. Sólo es una intuición, y el fruto de cierta experiencia y conocimiento de la realidad. Si hay otros que sepan y puedan mejorarlo o completarlo, yo le estaré agradecido.

Quiero también añadir, que junto a todas estas deficiencias y problemas, se dan no pocas virtudes y valores, como no podía ser menos.

                                                                                                Félix González

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