Corazones en red

Esa palabreja que pongo entrecomillada, la acabo de aprender a través de la TV. ¿Será un neologismo? El significado es claro (sobre todo si se explica), pero el término es un tanto rarillo. ¿No? Acaso para otros más cultos, no les coja tanto de sorpresa. Se entiende por ruralidad al hecho de que la gente vuelve a vivir a los pueblos. Antes se marchaban a la ciudad en busca de trabajo y de abrirse la vida. Y ahora vuelven al pueblo (a lo llamado “rural”) ante la imposibilidad de vivir en la ciudad, por el paro. Ese acontecimiento demográfico, ahora se llama “ruralidad”.

Pero el hecho es muy significativo. Los sueños dorados de la ciudad, donde había más vida que en los pueblos, donde había más trabajo, más diversiones, más caminos para realizarse en la vida, se han esfumado; el castillo de naipes se ha derrumbado.  Y unos decepcionados por el fracaso, otros casi alegrándose por volver a sus raíces, muchos vuelven a tratar de reorganizar su vida (más sencilla y con menos gastos) en el pueblo que les vio nacer y donde pasaron los años de su niñez y adolescencia.

Con esto, los pueblos, casi abandonados o habitados en su mayoría por ancianos, vuelven a rejuvenecer, a tomar nueva vida.

Pero el hecho en sí, puede ser muy bueno para esos pueblos muertos o a punto de extinguirse, Lo malo está en la causa: paro, dificultades económicas, familias sin salida, tenerse que ir forzados por las circunstancias.

Ojalá que todos puedan elegir libremente, y no impelidos por la necesidad, el establecer su hogar donde quieran. Ojalá que esta situación de precariedad y agobio pasen pronto, y tanto los que decidan vivir en el pueblo o en la ciudad, lo hagan por propia voluntad, y no obligados por situaciones como las actuales. Bienvenida la nueva “ruralidad”, si es fruto de la libertad.

                                                                                                                  Félix González

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