Corazones en red

La expresión “cárcel de última generación”, no nos aclara demasiado por sí misma. Tampoco yo pretendo describir lo que es o podría ser. Pero es una expresión que se usa para resaltar las mejoras de habitabilidad en dichas cárceles.

Vaya por delante que por muy cómoda, habitable y bella que sea una cárcel, siempre será una jaula. Y una jaula, aunque sea de oro, no deja de ser un recinto donde se pierde la libertad.

No obstante, hay que congratularse por ver cómo se van humanizando estos recintos de reclusión no voluntaria.

He oído decir a algunas personas que las cárceles ahora (algunas) son demasiado cómodas, demasiado agradables (¿), y que los reclusos no merecen esas atenciones, porque se trata de castigarlos por los delitos cometidos; y están como en un hotel. Pensar así tiene poco de humanitario. El mayor castigo es privarles de libertad, que es lo más grande y propio de las personas.

Esas mismas personas, sin embargo, se quejan amargamente de ciertas perreras, donde los animales están hacinados, sin comodidades. Y los perros, como cualquier otro animal (y aún más) deben ser bien atendidos y en locales dignos. Y estoy de acuerdo con esta apreciación.

Pero lo que exigen para los perros (con todo derecho) lo niegan para las personas. Por muy delincuentes que sean, no dejan de ser personas, y tener una dignidad, y el derecho a ser bien tratados.

Por eso, yo me alegro de que vayan surgiendo esas prisiones, se llamen de nueva generación o no,  que humanicen las condiciones de los internos. Hace falta tener malas entrañas para desear un mal trato a personas que han delinquido.

Una persona bien tratada, con respeto, con una atención a sus necesidades, puede superarse más fácilmente, incluso su comportamiento puede mejorar; se humaniza.

Pero no basta con que la jaula sea de oro, si el canario que la habita no es bien tratado por su cuidador. Los encargados de la buena marcha de una penitenciaría: directivos, guardas, personal que esté en contacto con los internos, deben ser, también, “de nueva generación”. Es decir, que tengan conciencia clara de que tratan con personas que merecen respeto y consideración, sea cual sea la historia pasada.

¿Por qué en las películas se ven siempre guardianes deshumanizados, aprovechados, desagradables, duros e inhumanos?  Ojalá que sea sólo en las películas, para regodeo de aquellos a los que les gusta alimentar su masoquismo.

                                                                                                         Félix González

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