Urgente: “Recristianizar la Iglesia”
Con el título “La frescura del evangelio”, el profesor emérito, Juan Martín Velasco, nos deleita con un sencillo, a la vez que profundo, artículo, en la revista “21RS”. Se decanta a favor del nuevo estilo de actuar del Papa Francisco, a pesar de que otros intelectuales lo miran y observan con cierta reserva, haciendo comparaciones con sus últimos predecesores. Algunos, según, según el autor del artículo, “habían identificado el cristianismo, con las doctrinas, las normas y las estructuras acartonadas en que estaba degenerando en los últimos siglos”.
Termina su escrito con estas palabras, que son las que dan el título a este “post” mío:”El Papa lo ha visto muy claro: el mayor error, el mayor pecado de la Iglesia en los últimos siglos, ha sido la eclesiastización del cristianismo; la reforma más urgente es recristianizar la Iglesia. Devolverle la frescura y el perfume del Evangelio”.
Y es que a costa de pensar en sí misma (me refiero a la Iglesia) ha acabado por ser el objeto de su misión, olvidando que es el Reino de Dios lo que Jesús quiso implantar en este mundo. La Iglesia parece haber olvidado que es un medio para evangelizar; para llevar el evangelio a los hombres. Cuando se mira a sí misma y se convierte en el centro, pierde el fin para el cual está destinada. Y tienes que “descentrarse”, porque su centro es Jesucristo y los hombres.
La Iglesia como mera organización, con normas y leyes, no puede reflejar a Cristo; sólo a sí misma. Y se vacía de contenido, como se están vaciando los templos.
El profesor de Filosofía de la Universidad de Sevilla, se pregunta, en otro artículo de la revista citada: ¿Qué vacía antes las iglesias? ¿Proclamar verdades incómodas, o ser como la sal sosa que no sirve para condimentar?
Y resuenan las palabras del Maestro: “Todos van a ser salados con fuego. Buena cosa es la sal. Pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué le daréis sabor? Tened sal entre vosotros, y vivid en paz” (Mc. 9, 49-50).
Se debe recristianizar la Iglesia; es decir, hay que volver a poner a Cristo Jesús en el centro de su actividad evangelizadora.
Cuando Jesucristo envió a sus discípulos les dijo “id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Mateo 28). Y San Pablo, en su Primera Carta a los Corintios (9,16) les dice: “¡Ay de mí si no predico el evangelio”
Félix González
“¡Ay de mí si no predico el evangelio!”
Esto es para la Iglesia y sus doctores, pero también para cada uno.
Que Francisco se atreva no implica que yo no tenga nada que decir a los que me rodean.
Recristianizar la Iglesia es un mensaje y una urgencia para todos, como tú dices, Susana. Y el camino es el de la conversión. ¡Cuánto que evangelizar en nuestras vidas!