Corazones en red

(Amar a Dios y al prójimo)

El evangelio de hoy nos habla de dos grupos que existían en la sociedad del tiempo de Jesús: los fariseos y los saduceos. Ambos grupos enfrentados con Jesús, por su doctrina y su manera de actuar. ¿Quiénes eran?

Los fariseos era gente piadosa, buena en general, pero que se creían superiores a los demás. Siempre querían llevar la razón, y se enfrentaban frecuentemente con Jesús. Solían ser de clase media. Los saduceos, por el contrario, pertenecían a clases altas de la sociedad, se llevaban bien con los romanos, pero se enfrentaban igualmente con Jesús. Estos, a diferencia de los fariseos, no creían en la resurrección de los muertos.

Dice el evangelio que Jesús había hecho callara los saduceos en una ocasión, y entonces los fariseos formaron grupo para ir contra Jesús nuevamente. Echaron mano de un experto en la Ley, y le preguntan a Jesús, “para ponerlo a prueba”: Maestro ¿cuál es el mandamiento más importante? Jesús, sin pensárselo dos veces, contestó: “El primero es: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser”.

E inmediatamente, sin que le pregunten por el segundo mandamiento, lo adelanta Él: “el segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Y añade: “estos dos mandamientos sostienen la ley entera y los profetas”; que es lo mismo que decir: esto es lo más importante de todo, .y lo que hay que tener en cuenta.

Recuerdo que cuando éramos niños, se decía, después de repetir los diez mandamientos: “estos diez mandamientos se encierran en dos; en amar y servir a Dios, sobre todas las cosas, y al prójimo como a sí mismo”. Algunos, tal vez, lo recordéis.

No pueden ir separados el amor de Dios y al prójimo, Si falla uno, no se cumple el otro. Eso está claro. Pero nos ocurre que c, a veces, creemos que amamos mucho a Dios, y no queremos suficientemente al prójimo. Y nos engañamos. No olvidemos lo que dice Jesús: el segundo es semejante al primero. Y San Juan, lo aclara diciendo: “El que dice que ama a Dios, y no ama a su hermano, es un mentiroso”.

                                                                           Félix González, ss.cc.

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