Una celebración como Dios manda

  Hace unos días tuve ocasión de participar en la ordenación sacerdotal de dos nuevos presbíteros. Fue una celebración litúrgica digna de tal nombre. Desde el modo de presidir el obispo, hasta la participación del conjunto de la asamblea, desde el ejercicio de los distintos ministerios y funciones, hasta el ritmo de la celebración.