El bautismo… y los bautizos
En la parroquia, hace años que me encargo de las catequesis pre-bautismales (a padres y padrinos), y de la celebración de los bautismos. He conocido un gran número de padres, y padrinos, y así mismo he bautizado otro gran número de niños (bebés y no tan bebés).
Yo calificaría la experiencia como “agridulce”. No todo es dulce, ni todo es agrio. Pero podría decir que, en general, lo deseable deja mucho que desear. ¿Qué quiero decir?
Es obvio que muchos padres piden el bautismo de sus hijos por costumbre, por inercia… y por una fe que duerme en el baúl de los recuerdos. Y basta arrascar un poco en la conversación para constatarlo. Se comienza la celebración del bautismo con una pregunta a los padres: “¿Sabéis que al pedir el bautismo para vuestros hijos, os comprometéis a educarlo como cristiano (educarlo en la fe)?”. Saben que tienen que decir que sí, porque de lo contrario no se sigue adelante. Pero tengo mis dudas de que sea un sí comprometido. Y lo confirma el futuro, cuando vemos que en una inmensa cantidad de padres no trasmiten la fe a sus hijos. Hay muy poca trasmisión de la fe en las familias; la experiencia lo confirma.
Si hablamos de los padrinos, nos encontramos con más de lo mismo. La pregunta que se les hace es esta:”Y vosotros padrinos, ¿estáis dispuestos a ayudar a los padres en esta tarea (de la educación en la fe)?”. Otra respuesta que no tiene nada de convincente. En la mayoría de los casos, los padres escogen los padrinos por motivos distintos, pero todos ajenos a si son creyentes, practicantes, y capaces de ayudar a los padres en la educación de la fe.
El Bautismo es obra del Espíritu Santo, aunque la mayoría se lo atribuye al agua; de hecho hay mucha gente que dice, en vez de bautizar, “echar el agua”. Pero el post-bautismo (el ir aprendiendo a ser cristiano), necesita la colaboración de los padres o encargados del infante.
De todo lo dicho, y de lo que se podría añadir en el mismo sentido, colijo que la (o las) catequesis pre-bautismales valen de muy poco. Acaso sacan una información sobre el significado de los signos bautismales, un recordarles su compromiso… Pero creo que, en la mayoría de los casos, al menos en los lugares donde yo me he desenvuelto, se podría aplicar aquel dicho popular:”predíqueme, padre, que por un oído me entra y por otro me sale”. De hecho la gente acepta las catequesis como una obligación impuesta por la parroquia como requisito para bautizar, a pesar de su ignorancia sobre el tema. Y esto no es ser derrotista ni pesimista, ni aguafiestas; es simplemente ser realista partiendo de la experiencia.
Estas y otras cosas son, de alguna manera, las cruces del catequista.
Félix Gonzxález
Muy bueno Felix .Yo pediria a los padres y padrinos,como algo no impuesto pero si recomendado que en sus casas tu vieran El Evangelio del dia que es una catequecis diaria , el nos encamina todo los dias y nosdamos cuenta de loque Dios nos pide, El mundo esta farto de Evangelisación .
¿Acaso somos conscientes de que al pedir el bautismo para nuestros hijos nos estamos comprometiendo con Dios, con la comunidad y con nosotros mismos?….Creo que no, que la mayoría, como tu bien dices, lo hacen por costumbre, tradición……
Más de lo mismo ocurre en los demás sacramentos
¿ Qué está fallando?
Manuela: ¡que bueno sería lo que tú dices.! ¡Ojalá todos los cristianos leyésemos el Evangelio de vez en cuando, si no todos los días!
Ana: muy buena la pregunta, que todos los agentes de pastoral (desde los obispos al más sencillo de los catequistas), nos preguntásemos:¿Qué está fallando? La respuesta no es fácil, porque son muchas cosas las que fallan, pero entre todos, podríamos encontrar caminos.