Corazones en red

Hace muy pocos años, en nuestro país, muy pocos eran los que habían oído esta palabreja, “Halloween” (Noche de brujas), y mucho menos lo que significa. Sin embargo, hoy, hasta los más pequeños (y mucho más que los más mayores) saben de qué se trata, lo festejan y se divierten con las famosas calabazas, sus disfraces de zombis, esqueletos y calaveras, y todo aquello que haga referencia a los muertos, al más allá, y al terror.

Aparte del mal gusto (del que cada uno es muy libre de poner en práctica), lo peor es que ha venido, o está llegando, a sustituir el sentido de esas fechas del 31 de octubre, vísperas de “Todos los Santos” y del “Día de nuestros Difuntos”.

Los niños y jóvenes, principalmente, reforzados por los adultos, ya no saben qué celebra o qué recuerda la Iglesia en esos dos días. Varias fechas antes, ya esperan la llegada de “Halloween”, animados por el comercio, que trata de hacer su agosto, con caretas y disfraces de ultratumba. ¡Qué bien sabe el comercio explotar ciertos días para sus ganancias: Dia de la madre, del padre, de los enamorados, carnaval, halloween, etc…

Lo malo no es que el comercio se enriquezca, sino que seamos tan “borregos”(y perdón a todos los rebaños) que nos dejemos arrastrar y “comer el coco” por la propaganda, sin analizar su aspecto positivo o negativo.

Halloween tiene su origen en una festividad de los celtas; se celebraba el final de la temporada de cosechas; y era considerada como el «Año nuevo celta». Se cree que el uso de trajes y máscaras se debe a la necesidad de ahuyentar a los espíritus malignos. Su propósito era adoptar la apariencia de un espíritu maligno para evitar ser dañado.

En una época en la que predominaban las festividades «paganas», los Papas Gregorio III (731–741) y Gregorio IV (827–844) intentaron suplantarla por una festividad cristiana (Día de Todos los Santos) que fue trasladada del 13 de mayo al 1 de noviembre.

La internacionalización de Halloween se produjo a finales de los años 70 y principios de los 80 gracias al cine y a las series de televisión.

“Hoy en día Halloween es una de las fechas más importantes del calendario festivo estadounidense y canadiense. El hecho de que esta fiesta haya llegado hasta nuestros días es, en cierta medida, gracias al enorme despliegue comercial y la publicidad engendrada en el cine estadounidense. La imagen de niños norteamericanos correteando por las oscuras calles disfrazados de duendes, fantasmas y demonios, pidiendo dulces y golosinas a los habitantes de un oscuro y tranquilo barrio, ha quedado grabada en la mente de muchas personas”.

Cuando una cosa, un acontecimiento, una noticia, se cambia por otra que no corresponde, o cuando nos dan en el comercio un artículo de calidad inferior a lo que deseábamos, decimos que nos han dado “gato por liebre”. Pues eso ocurre con Halloween y la fiesta de todos los santos. Y eso es lo que justifica el título de este post.

                                                                                                               Félix González

Tags: Félix G.L., Reflexiones // 3 Comments »