Corazones en red

No cabe duda de que nuestro diccionario de la lengua castellana se sigue enriqueciendo con nuevas palabras. Muchas de ellas se van tomando del argot de los jóvenes, o de la tecnología; pero no es menos cierto que algunas se las debemos a los políticos, como es en el caso de “listas-cremallera”.

Hace poco, un político destacado ha instado a los socialistas a reflexionar acerca de los cambios necesarios en la Constitución para consagrar la igualdad entre hombres y mujeres. Y entre otras cosas ha defendido las listas-cremallera: hombre-mujer, hombre-mujer….Con ello pretende asegurar la igualdad del hombre y la mujer. Y para ello pide la reforma de la Constitución.

Pero este buen señor, o no conoce suficientemente la Constitución, o lo que quiere es meter ruido. La igualdad del hombre y la mujer está bien clara en el artículo 14, que dice: Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquiera otra condición o circunstancia personal o social.

Por otra parte, si se  quiere  que sea real  esa igualdad de hombre y mujer, lo que no se puede hacer es esgrimir el proteccionismo. ¿Igualdad? Pues igualdad, sin paternalismos, que es otra forma de “machismo”.

Si queremos igualdad, que sea igualdad de oportunidades. Y que sean elegidos los mejores, los más aptos, sean hombres o mujeres. No se trata de igualdad en el número, sino en las oportunidades basadas en su valer.

Otra de las lindezas, o tonterías (¡perdón!) que ha dicho, es que con Rajoy, las mujeres denuncian menos los malos tratos. Sabemos que, tanto ahora como antes, hay muchas mujeres que no los denuncian. Incluso en los casos de muertes, se sabe que la mayoría no lo había denunciado. ¿Cuál es la causa: miedo, esperanza de superarlo?

Ojalá que tanto la oposición como el partido en el gobierno se dedicasen a buscar soluciones a los graves problemas por los que España y los españoles estamos pasando, y se dejasen de buscar tres pies al gato. ¿No saben que tiene cuatro?.

Que se dejen de batallitas tontas, y afronten sus responsabilidades con más seriedad. Mi consejo es el siguiente: lean bien la constitución, y si hay que cambiar algo, cámbiese.  Y en segundo lugar: dedíquense a re-construir el país. Y dejen lo de:”Y tú más”.

Al oír, a veces, tanta palabrería, me recuerda la famosa fábula:

“Un monte, mientras paría, lanzaba unos enormes gemidos;

                           y en la tierra había una enorme expectación.

                           Pero el monte parió un ratón”

                                                                                                 Félix González

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