… y Francisco cogió la escoba

La casa estaba sucia, desordenada y poco apetecible para morar en ella. Algunos rincones estaban especialmente poco habitables; demasiadas telarañas, demasiado desorden. Sólo algunos se encontraban a gusto en ella. Los que se habían acostumbrado a la oscuridad, a la falta de luz. Por eso no se abrían as ventanas para que entrase el aire […]