Corazones en red

(Amarás a tu prójimo como a ti mismo)

El tema del amor fraterno es, hoy, el tema estrella de las lecturas segunda y  del Evangelio. Dice la primera lectura: “el que ama a su prójimo tiene cumplido el resto de la ley”. Es más; añade:”los demás mandamientos se resumen en esta frase:<Amarás a tu prójimo como a ti mismo>.

¿Cómo nos amamos a nosotros mismos? Mucho… mucho. Queremos ser felices; no queremos sufrir ni que nos hagan sufrir; deseamos que todos nos estimen y quieran; nos deseamos lo mejor, etc. Pues bien, eso mismo es lo que debemos querer y procurar para los demás; y estaremos cumpliendo todos los mandamientos. Porque como dice San Pablo en la Carta a los Romanos:”Uno que ama a su prójimo no le hace daño; por eso amar es cumplir la ley entera”.

El Evangelio, también nos habla del amor a los demás, pero desde otra perspectiva. Desde la práctica de la corrección fraterna. Algo tan comprometido como difícil. Corregir al que obra mal, pero no para echarle en cara su proceder, sino para ayudarle a mejorarse. Y hacerlo con espíritu de amor al hermano, porque queremos su bien.

Digo que es difícil, porque hay que hacerlo con mucho amor, con mucho desinterés, sin deseo de avergonzar a nadie; movidos solamente por el bien del hermano.

Por otra parte, uno se expone a que el otro no acepte bien la corrección, y “te mande a paseo”, o piense que tu intención es ridiculizar su conducta. Y hace falta tener buen temple para aceptar las malas interpretaciones. Y ser lo suficientemente humilde, para aceptar una mala contestación.

Poner en práctica la verdadera “corrección fraterna”, es una de las cosas más difíciles del evangelio. Pero es una obra de caridad (corregir al que yerra), y una gran prueba de amor al prójimo.

Nunca es fácil vivir el evangelio. Pero hay algunas cosas de él que nos resultan más difíciles. Por eso hay que pedirle al Señor que nos ayude a vivirlo. Y esto de la corrección fraterna es de las cosas más difíciles, si , de verdad, es fraterna.

Félix González

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