Violencia: la nuestra y la de los demás

Captura de pantalla 2015-02-04 a las 9.01.02

(Estas líneas no son mías, aunque las asumo en su totalidad. Son palabras de Javier Álvarez-Ossorio, Superior General de los Sagrados Corazones. Vale la pena reflexionarlo).

“Los ejemplos de violencia extrema en el mundo son innumerables. Algunos repercuten más en los medios de comunicación (como los actos de terrorismo en los países ricos o las guerras en Europa); otros pasan más desapercibidos en la opinión pública (como las masacres continuas en tantos lugares de África y Medio Oriente. La violencia está presente por todas partes, no solo donde se usan las armas. Toma las formas de maltrato doméstico, de agresividad verbal, de desprecio xenófobo, de indiferencia ante el sufrimiento de los otros…

Lo propio de la violencia es el deseo de eliminar al adversario. El violento mira al otro que le molesta y lo considera enemigo, un estorbo cuya desaparición mejoraría su vida, y cuyo ninguneo provoca en él un secreto y refinado placer. En todos nosotros palpita una violencia latente. Sus múltiples manifestaciones dejan entrever que en el interior de los seres humanos se esconde una fiera que aguarda la ocasión propicia para atacar. No somos tan buenos como a veces ingenuamente imaginamos. La bondad será siempre una victoria interior contra la violencia que espontáneamente nos habita.

Si hablamos de sanación y de reconciliación, si buscamos reparación y redención, no podemos evitar la confrontación con la violencia: la de los demás y la de cada uno de nosotros.

Superar la violencia no quiere decir eliminar la rabia. Hay una rabia buena, necesaria, urgente: la rabia frente al mal. Jesús no fue violento, pero tampoco fue un quietista ataráxico inmune a las provocaciones. En el Evangelio, le vemos ardiendo de “santa cólera” frente a la dureza de corazón de las personas, frente a la manipulación de lo religioso, frente a la falta de compasión hacia los que sufren, frente al desprecio hacia los pecadores…

“Echando en torno una mirada de ira y dolido por la dureza de su corazón…” (Mc 3,5). Me gusta ese corazón de Jesús que se llena de ira, de dolor, de tristeza, de indignación y de rabia ante la dureza despiadada de las personas. No se puede sanar el mal si no nos quema la herida que ese mal provoca.

Ese dolor de Jesús me recuerda la invitación a llorar que hacía recientemente el papa Francisco en Manila: “Solamente cuando Cristo lloró y fue capaz de llorar, entendió nuestros dramas. Lloran los marginados, lloran aquellos que son dejados de lado, lloran los despreciados; pero aquellos que llevamos una vida más o menos sin necesidades, no sabemos llorar. Ciertas realidades de la vida solamente se ven con los ojos limpios por las lágrimas. Si vos no aprendéis a llorar, no sois un buen cristiano. Sed valientes, no tengáis miedo de llorar” (Manila, 18 de enero de 2015).

Jesús nos rescata de la violencia porque el mal le duele, porque llora de rabia y de pena, porque le afloran las lágrimas ante el pueblo que no comprende el mensaje de la paz (Lc 19,41-44).

Pero su ira no se transforma en deseo de destrucción del enemigo. Al contrario, el Evangelio de Jesús es siempre una mano tendida al adversario. Amar no consiste en callar la maldad, pero sí en estar dispuesto a caminar y a trabajar con aquel que está contra mí o que sencillamente me molesta; y buscar su redención hasta dar incluso la vida por él.

Si el dolor de los que sufren y las heridas infligidas a los pobres no provocan nuestra ira, no servimos para el Reino de Dios. Pero si nuestra ira se transforma en violencia destructiva, tampoco estaremos colaborando con lo que Jesús quiere.

Se necesita mucha energía para resistir al violento. Hay que ser valientes para no permitir que el violento pisotee a los mansos y a los pequeños.

Debemos resistir -antes que nada- al violento que todos llevamos dentro. El truco del violento consiste en ridiculizar al adversario y reducirlo a una caricatura falsa, para permitirse así destruirlo sin remordimientos. Esta figura es habitual en el mundo de la política, en fanáticos racistas o nacionalistas, y -reconozcámoslo- también en grupos religiosos, de Iglesia, e incluso entre hermanos de comunidad.

Para superar nuestra violencia interior, necesitamos transformar la manera de mirar al otro, para no acercarnos a él temiendo una amenaza o estando al acecho de sus defectos, sino con el deseo de interesarnos, de comprender, de servir. Esta conversión de la mirada lleva a ver al otro con mayor verdad, haciendo justicia a su dignidad inalienable y al sentido que él encuentra en sus posiciones y argumentos. La conversión de la mirada descubre en el otro a un hermano, seguramente diverso y en ocasiones adverso, pero nunca a un enemigo que deba ser abatido.

Esa conversión de la mirada no es posible sin una decisión del corazón a favor del otro, una decisión de amor. Solo se alcanza a conocer al otro si se le ama. En realidad, esa conversión de la mirada resulta imposible sin la acción interior del Espíritu Santo. Es un don de la gracia del Resucitado, único que puede vencer la violencia y dar la verdadera paz”

Trascrito por Félix González.

 

5 Responses to “Violencia: la nuestra y la de los demás”

  1. Qué buena reflexión y qué falta me hacía leerla, hoy mismo.

    Gracias por hacerte eco y difundirla.

    Besos, Su

  2. Susana: siempre nos viene bien que se nos recuerden ciertas cosas. La violencia (más o menos dura) siempre está al acecho, como una fiera. Y como no se le dome de vez en cuando…
    ¡Feliz día!

  3. Muy buena la reflexión de Javier, como todas las que hace. Me quedo entre lo mucho que nos dice con esta frase:”
    “Esta conversión de la mirada lleva a ver al otro con mayor verdad ”
    .
    Gracias Félix por compartirla

  4. Y gracias a ti, Ana, por manifestar, una vez más tu opinión, que siempre ayuda y completa el resto.

  5. I, in fact, thank you for the important details on this wonderful topic along with excitedly getting ready for even more terrific messages. Many thanks a large amount for appreciating this charming post with me. I am valuing it significantly! Excitedly expecting another amazing blog post. All the greatest to the author! All the outright finest!

Discussion area - Dejar un comentario






He leído y acepto las condiciones generales y la política de privacidad


Información básica sobre protección de datos
Responsable: REVISTA REINADO SOCIAL 21RS (más info)
Finalidad: • Gestión de la adquisición del producto, suscripción o donativo, así como la tramitación de los mismos.
• Envío de comunicaciones relacionadas con el proceso de compra, las suscripciones o los donativos.
• Envío de comunicaciones y ofertas comerciales, por diferentes medios, incluidos los medios electrónicos (email, SMS, entre otros). (más info)
Legitimación: Ejecución de una compra online, suscripción o donativo. (más info)
Destinatarios: No se cederán datos a terceros, salvo obligación legal. (más info)
Derechos: Acceso, rectificación, supresión, cancelación, y oposición. En determinados casos derecho a la limitación del tratamiento de sus datos. (más info)
Información adicional: Puede consultar toda la información completa sobre protección de datos a través del siguiente enlace (más info)
Los enlaces de (más info)