Corazones en red

Estos son algunos datos que van llegando de la reciente visita pastoral del Papa Francisco a Filipinas. Dato y cifras que sobre pasan lo normal y corriente.

“Se calculaba que podrían asistir unos 5 millones de personas a la misa final del papa Francisco en Manila, el pasado domingo 18. Pero, según las cifras oficiales, dicha cantidad –que corresponde a la alcanzada en la segunda visita de Juan Pablo II– fue superada. El cálculo de esta vez habla de 6 a 7 millones de asistentes. Parece increíble, pero es cierto. Cerca de un millón y medio de asistentes estaban en el propio parque Rizal, y el resto en las amplias avenidas adyacentes.

Otras cifras: Junto al papa concelebraron 200 obispos y 2500 sacerdotes. Hubo 200 lugares determinados para distribuir la comunión. Se instalaron 18 pantallas gigantes. El coro estuvo formado por unas 1000 personas y en la orquesta participaron 200 músicos. Colaboraron en la organización sobre el terreno, 5.000 personas”.

Ningún político, ningún artista, ningún cantante de moda, ha sido capaz de reunir tal número de personas en una sola actuación. Y creo que vale la pena reflexionar sobre el evento.

Yo creo que hay mucha gente que tiene hambre de una palabra de cariño, de comprensión, de cercanía, de Dios. Sigue habiendo mucha gente con hambre de Dios, aunque no sepa que esa es su hambre.

Y cuanto más pobre es un pueblo, más manifiesta ese hambre, y con mayor decisión lo que pueda saciarlo.

Se hacen realidad palpable, las palabras del Magníficat: “A los hambrientos los colma de bienes, y a los ricos los despide vacíos”.

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