Un mundo a “medio hacer”
Cada persona que nace, hoy día, se encuentra con un mundo bastante hecho, bastante completito, relativamente habitable, esteticamente bello y con bastantes misterios por descubrir. Cuando hablo del “mundo”, hablo de nuestro planeta Tierra.
Pero debemos darnos cuenta, de que el mundo se ha ido haciendo con el tiempo, a través de millones de años.
Cuando nace un niño, nace con todas las potencialidades de su naturaleza. Pero tienen que ir apareciendo, poco a poco, hechas realidad concreta y perceptible. Ningún ser humano nace en su pleno desarrollo, con la perfección a que está llamado a ser. Hay un proceso ineludible.
Pues bien, el mundo nace igual. No sale perfecto de las manos de Dios, como podían contar o pensar los hombres de la Biblia. No aparece el sol, el día, la luna, la noche, de repente, por un simple deseo de la voluntad divina; no nacen las flores, los mares, el oxigeno, la atmósfera, por el mismo método; no aparece el hombre, porque Dios diga “hagamos al hombre”, ni los diversos animales, sin un proceso evolutivo de distintas sustancias químicas; ni el clima…ni….
El mundo ha ncido imperfecto, inhabitable, violento y cambiante. Y a lo largo del tiempo ha ido creciendo, como crece el niño; y se ha perfeccionado, como le ocurre al infante que se va haciendo adulto; y se hace más complejo, porque se hace más perfecto. Y llegará un día en que sera tanto su desarrollo cualitativo, que Dios podrá decir lo que el autor del Génesis ya nos adelanta:”Y vio Dios que era bueno”.
No olvidemos (teniendo presente la descripción del mundo, hecha por el autor o autores del libro del genesis), que la Biblia no hace geología, ni hace antropología, ni hace ciencia, en general. La Biblia es , más bien, teología, verdades de fe, pero con carácte evolutivo, como es el conocimiento de las cosas y de los misterios de mundo en el hombre. No confundamos ciencia con fe. Cada una tiene su campo, que no se identifican, pero tampoco se excluyen.
Ojalá que dejemos crecer al mundo, hasta hacerse “mayor de edad”. Muchos de los caminos que el hombre ha elegido, desgraciadamente, no ayudan a su desarrollo.
Félix González
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