Manos Unidas para la escuela…

MANOS UNIDAS Y LOS MAESTROS FUTUROS

Con motivo de la fiesta del patrón de la facultad de Educación, San José de Calasanz, dentro de las actividades programadas se ha realizado un taller de Manos Unidas, dirigido por María José Hernando Collado, Técnica de Estudios y documentación de los servicios centrales de esta organización en Madrid. Participaron más de doscientos cincuenta alumnos  de cuarto curso de Magisterio de Primaria y de Educación infantil, a través de la asignatura de Pedagogía y Didáctica de la Enseñanza Religiosa y de sus profesores, Juan Pablo Parejo y un servidor. Sirvió el taller para desarrollar la competencia  de educación en ética y valores de los futuros maestros, así como para conocer toda la documentación  y material didáctico de esta organización para trabajar la concienciación y lucha contra el hambre del mundo en la escuela. Curiosamente los asistentes manifestaron no conocer nada de esta organización y su funcionamiento, aunque sí le sonaban los carteles de las últimas campañas que habían visto en las paradas de los autobuses urbanos.

La idea de este encuentro viene de hace tiempo, entre Maribel –responsable diocesana de Manos Unidas- , una abuela comprometida extremeña, y yo cuando estaba en pastoral universitaria. A través de su nieta que era alumna en mi clase, al trabajar sobre personas comprometidas que vivían su fe dando vida por los demás. Apareció su nombre en clase y la referencia de una abuela de las que dan caña. Posteriormente me trajo un rosario desde Roma porque su abuela se había acordado de mí allí. Después nos conocimos en la entrega de becas fin de carrera, descubriendo nuestros orígenes comunes de Granja de Torrehermosa. De ahí vino el compromiso de realizar alguna actividad conjunta entre Pastoral Universitaria y  Manos Unidas. Desde entonces ella cariñosamente no ha dejado de interpelarme, aunque yo ya no fuera delegado de Pastoral Universitaria, para poder hacer algo en mi facultad.

ImágenesYo también tenía interés, pues trabajamos con nuestros alumnos en la asignatura de Pedagogía y didáctica de la ERE –infantil y primaria- todo lo que se refiere al desarrollo de competencias  en la escuela, incluidas las dimensiones éticas y sociales. Desde el evangelio  sale el deseo de ser levadura en medio de la masa, y como el problema del hambre es crucial en la historia de hoy, nos parece ineludible poder educar en la dirección de querer acabar con esta lacra que aprisiona a la humanidad –más de ochocientos millones-, y  hacerlo desde los primeros pasos de la educación, tanto en infantil como en primaria.  Estas claves teóricas se hacen más cercanas cuando tocan, con sus propios ojos y oídos, la verdad de quiénes luchan con apasionamiento por ello en nuestra sociedad. No hay duda de que Manos Unidas, con aquel origen sencillo – unas mujeres de acción católica que pensaron que podían hacer ellas por luchar contra el hambre en el mundo- hoy supone una organización de una gran envergadura que con sus campañas conciencian y remedian, en distintos niveles estructurales, el tema del hambre en el mundo. El año pasado gestionaron más de cincuenta millones de euros  en España, más de doscientos cincuenta mil en Extremadura.  Pero en lo que se refieren a concienciación trabajan con  ahínco en técnicamente en estudios de didáctica bien útiles para el ámbito escolar.

María José Hernando, venida de Madrid, bordó su intervención ante los más de doscientos jóvenes universitarios que llenaron el aforo del salón de grados de la facultad, deshizo tópicos, presentó posibilidades, les acercó a una didáctica de que otro mundo es posible, de que se puede terminar realmente con el hambre, y que todo depende del paso pequeño de cada ciudadano que se abre en la conciencia para salir de sí mismo y sentirse comunidad, queriendo ser más humano y más auténtico, y también  -cómo no- más feliz. Les mostró como  todo es posible por el camino sencillo de un decrecimiento que ayuda a entender que despojarnos de algo para reconocer la dignidad del otro  que es igual que yo, me dignifica y me enriquece  a mí tanto como al que lo recibe, o aún más. Le acercó a todos los medios didácticos que ya existen en la página web de Manos Unidas y que son pensados para la escuela y todas las edades, pensados desde los  currículos actuales, las competencias, y ese deseo de ayudar a las personas –niños- a crecer integralmente, a saber ser.  Me ilusionó el encuentro, el tono vital de los que nos traían el sentir de la organización y de los jóvenes que lo recibieron, y me emocionó aquellos que al terminar ese sencillo taller, me mostraron su interés por participar como voluntarios en esta organización y desarrollar la relación de Manos Unidas y el ámbito escolar en nuestra provincia. Para mí que el espíritu de S. José de Calasanz estaba en el ambiente. Feliz día del Patrono, futuros maestros y gracias¡

José Moreno Losada