Carnaval a golpe de evangelio

Las murgas en la residencia de mayores

imagesLes ha dado apuro cantar la canción de propina a la murga de la “mascarada”, porque se refería a los sacerdotes encausados, y le dijeron que estaba yo allí, el capellán de la Granadilla, pero le pedí que lo cantaran y lo hicieron con unción y con buen espíritu. Es que hasta se puede criticar con cuidado y respeto, sin deseo de destruir sino de transformar, así lo han hecho ellos. Pero esta ha sido la última actuación de hoy, en el llamado concurso de murgas de la residencia de mayores de la Granadilla. A lo largo de estos tres días van a pasar más de diez murgas a cantarle a los mayores, bajo el marco de concurso pero va mucho más allá. La “mascarada” decía esta noche que si le daban a ellos el premio que lo quedarían para la propia residencia y los mayores, que el premio para ellos era poder cantar en sitios así.

Lo ponía yo hoy de ejemplo en una de las peticiones en la eucaristía en la parroquia. El hecho de que un montón de murgas del carnaval quisieran pasar por este escenario pobre y sencillo, rodeado de personas mayores en sus sillas de ruedas, con sus muletas, con sus ochenta y tantos..y noventa y algo… ha sido toda una delicia. Lo veía a la luz del evangelio de hoy, cómo ellos han querido llevar la alegría desenfadada y entusiasta a estos mayores, que a veces parece que no cuentan para la vida diaria. De alguna manera hacen lo que Jesús hizo con el leproso -excluido, aislado, en las afueras- lo tocó, lo limpió y lo devolvió al centro de la comunidad con alegría y gozo. En estos días, que parecen locos en Badajoz, estas murgas han tenido su tiempo y su espacio para hacer de los mayores el centro de su atención, para pararse, tocarlos, alegrarles y decirles con cantos y bromas que son importantes y necesarios. Que los queremos, que contamos con ellos, que se merecen lo mejor, que nunca los olvidaremos.

carnavalOs aseguro que estos gestos me reconcilian con el carnaval y con la humanidad, a estos carnavales me apunto, a los de la alegría profunda y consentido, a los que generan fiesta de fraternidad e ilusión, a los que levantan ánimos y despiertan el recuerdo para gozar y levantar a los caídos. Os puedo asegurar que hoy en la residencia lo cojos bailaban, los mudos cantaban, los ciegos veían, los corazones cansados saltaban de alegría…y que tanto la directora, como los técnicos, los trabajadores, y la cafetería que patrocina todos estos actos y que han puesto empeño en que se realizara este concurso en el interior de esa institución, han sido más hermanos. Han demostrado su vocación y su ministerio al mostrarnos que allí no están aparcados los mayores, que ellos tienen vida y la tienen en abundancia.

Bendito sea el Espíritu del Evangelio que hoy se ha movido a raudales en el salón de la residencia, donde confluyen la capilla y la cafetería. Hoy no ha habido muros, desde la Eucaristía hemos celebrado la alegría que después se ha hecho vida intensa en el desfile murguero, que se han dejado allí su pan y su vino compartido en la mesa de lo fraterno hecho fiesta y jolgorio.
Yo ahora en la noche, oro con el salmo:
¡Tu eres nuestro refugio, y nos rodeas con cantos de liberación¡
Hoy la liberación tenía nombre y corazón de murgas que han hecho de la residencia centro de sus vidas, dándole a los mayores el reconocimiento y el calor del corazón que se merecen y necesitan.
¡Vivan los murgueros que reparten alegría y vida!