Jóvenes resucitados (JEC en Hervás)

“Creamos lo que creemos”

Un centenar de estudiantes de las comunidades de Extremadura, Castilla y León, Madrid, Andalucía y el País Vasco, pertenecientes al movimiento de la Juventud Estudiante Católica (JEC) han estado reunidos los días 20,21 y 22 en Hervás (Cáceres). La convocatoria del encuentro está motivada por lo que viene siendo la preocupación central de los jóvenes que estudian en las universidades, tanto en lo que se refiere al sentido del estudio como a su futuro profesional y las inquietudes vocacionales de sus personas. En concreto han analizado la realidad juvenil desde tres perspectivas que está siendo el núcleo de sus campañas de acción en los medios escolares, institutos y universidades. Su lema trianual a nivel estatal hablar de “crear lo que se cree”, de se activos en el mundo escolar en orden a realizarse de un modo integral, viviendo la unidad de evangelio, estudio, persona y sociedad. Las campañas que traen entre manos este último curso tienen por lema: “¿Eres diferente o sigues la corriente?”-adolescentes-, “Tu estudio, por qué, para qué y para quién” –universitarios-, “Jóvenes empleados o empeñados” –graduados-.

Los adolescentes, estudiantes de bachiller en institutos, han presentado en estas jornadas sus análisis sobre las influencias que viven en el medio social y cultural actual, quiénes y cómo son los que inciden y/o manipulan en sus vidas; ellos buscan “ser diferentes y no dejarse llevar por la corriente”, para ellos han profundizado en el perfil de joven que quieren ser y en las herramientas y medios que deben utilizar y crear entre ellos para no dejarse llevar sin más por lo que pueda estar de moda o pensar el conjunto masificado.

Los universitarios han centrado su atención en “el qué, por qué y para qué estudian” en la universidad, y en qué medida en la universidad se abren horizontes de construcción de sus personas más allá que la pura profesionalización a través de un saber, más en estos momentos de crisis y flexibilización donde el estudio no corresponde sin más con un quehacer laboral. Han analizado las posibilidades que tienen de hacer un estudio más humanizador y constructivo que nos solo les oriente hacia una profesional en concreto, sino hacia la persona que quieren ser y a lo que quieren vivir en esta sociedad formando parte activa de ella en todas las dimensiones posibles.

Los finalistas y graduados, que acaban sus estudios y están especializándose, se han adentrado con su lema, “jóvenes empleados o empeñados”, en la reflexión acerca de lo que es realmente un trabajo decente y lo que puede realizar la vida de una persona en el sentido vocacional, entendiendo que no puede identificarse sin más un quehacer laboral –muchas veces no elegido ni querido en sí mismo- como la orientación vocacional de una existencia que debe ser el verdadero eje transversal de una persona humana concienciada y comprometida. Se han valorado las dificultades actuales para poder vivir realmente lo que es un trabajo decente, la necesidad de agruparse y asociarse para vivir en común el momento de crisis y de dificultad y poder establecer lanzaderas en las que navegando juntos se puedan alcanzar metas humanizadoras del trabajo y del futuro laboral de aquellos que viven con angustia su exposición en una intemperie donde todos sus esfuerzos pueden parecer que no tienen futuro ni apertura a la luz de un vivir realizados de sueños y deseos vocacionales auténticos.

A lo largo de las jornadas han estado acompañados por especialistas de distintos lugares de España que trabajan a favor de los jóvenes y sus futuros vocacionales. Las jornadas han estado presididas por el obispo Carlos Escribano, de Teruel, que está encargado desde la conferencia episcopal española de acompañar a los movimientos de la acción católica, tanto a la general como a los especializados. En la Eucaristía que celebro para los militantes estudiantes los animó a implicarse en la sociedad y ser testigos de su fe desde la construcción de un estudio que favorezca la justicia y la dignidad de todos, teniendo personalidad propia y no dejándose llevar por la competitividad de un mercado que dificulta el crecimiento de las personas y de los valores humanos, según nos inspira el mensaje del Papa Francisco.

Dentro de la acción católica especializada la JEC que trata de animar a los jóvenes estudiantes en su quehacer estudiantil y vocacional de futuro. Se trata de un movimiento de protagonismo juvenil que tiene como compromiso la vivencia de su fe desde la presencia y compromiso en los ámbitos estudiantiles tanto de los institutos como de las universidades. El movimiento está presente en las tres diócesis extremeñas, participando en los institutos y la universidad de la comunidad autónoma.

osoroActualmente los responsables de este movimiento a nivel nacional son tres extremeños, Alvaro Mota Medina, joven pianista, Carmen Ledesma, maestra y psicopedagoga, Sara Cobos, periodista. Ellos viven en Madrid y desde allí coordinan y animan el movimiento a nivel estatal, estando presentes en nueve diócesis españolas. Participan activamente en los consejos de la juventud, tanto a nivel regional como estatal y acaban de difundir un manifiesto acerca de la reforma universitaria y las preocupaciones con las que viven este vaivén continuo de cambios rápidos y poco razonados de las estructuras académicas que tanto afectan a los usuarios que son los jóvenes, especialmente los más débiles y pobres de la sociedad que tienen menos acceso y recursos para los estudios medios y superiores.