Primer día en el aula

Marisa y Paula en el aula

Entrando en el cole: Primer día.

A partir de mañana, vuestros nombres van a estar unidos, quizá para toda la vida, al menos en el corazón de Paula. Ella cumple sus tres años y, tras haber gozado en la guardería con sus cuidadoras y profes –especialmente Elena-, da un paso muy importante al escolarizarse en el que, si Dios quiere, va a ser su colegio durante muchos años.

En estos mismos días estoy comenzando yo, en la facultad, con las alumnas –algún varón también- de cuarto de educación infantil. Al comenzar mi materia de pedagogía y didáctica de la enseñanza religiosa escolar –esa asignatura tan traída y llevada, por ello maltratada, aunque la eligen una gran mayoría de familias- trato de reflexionar sobre la interioridad del ser humano, su dimensión transcendente, y les interpelo sobre su propia interioridad y consciencia.  Lo hago con una sencilla pregunta: ¿por qué, para qué y para quién estudias?, y nos adentramos en la comprensión de lo que es el bien externo de las profesiones, aquello que se consigue con cualquier profesión, como el sueldo, el reconocimiento, la satisfacción personal…, y descubrimos lo que es el bien interno del quehacer profesional, aquello que justifica la profesión que es la necesidad que tiene el otro y que yo atiendo con mi trabajo y mi saber.

Resultado de imagen de maestra con niños de pequeñosPues sí, Marisa, tú vas a trabajar con Paula, porque ella te necesita para crecer integralmente, vas a colaborar con su familia en esta tarea. Para ello van a depositar en ti toda su confianza y Paula todo su corazón y su persona. La vas a moldear y vas a dejar en ella una huella imborrable. Ella ya sabe tu nombre y te quiere, sin haberte visto, sé que tú también la quieres a ella y miras su nombre con cariño en la lista junto a sus demás compañeros.

Los padres irán con muchas expectativas, yo que soy el tío abuelo, te pido –quizá cosa ya de viejo- que cuides especialmente el desarrollo de su interioridad, sus sentimientos buenos, su conciencia, la dimensión trascendente de su persona para que entienda su mundo, se conozca poco a poco a sí misma y se acepte, para que sepa amar a los demás y, si ella lo descubre y lo quiere, que Dios la habite en su interior y la fundamente, para que nunca le falte el verdadero amor. La vida me ha mostrado que todo lo demás viene por añadidura.

La imagen puede contener: 1 personaLa vivencia de este inicio escolar de Paula me ayuda a volver a aquella escuela pública de Granja de Torrehermosa, en la que comencé a dar mis primeros pasos de estudio y búsqueda de mi persona, de mi saber hacer, saber estar y saber ser. Siempre rodeado de un equipo de maestros, conocidos en el pueblo, a los que su propia profesión les exigía una responsabilidad ejemplar incluso como ciudadanos. Yo me siento eternamente agradecido a aquella escuela y doy gracias a Dios por todo el proceso vivido en el pueblo. Os invito a recordar esos comienzos y a orar agradecidos por lo que la escuela ha sido en nuestras vidas.

José Moreno Losada

59 Responses to “Primer día en el aula”

  1. De mi etapa de educación infantil no recuerdo mucho, solo recuerdo a una maestra llena de ilusión, vocación y cariño hacia sus alumnos, sin embargo en el resto de las etapas tengo un mayor recuerdo de mis experiencias tanto positivas como negativas las cuales me han hecho formar, entender y trabajar mi persona, más que de todos aquellos contenidos que impartí. Cada una de las personas que han pasado por mi vida durante todas las etapas han dejado algo y han hecho que mi persona sea como es a día de hoy.

  2. Ilusión y cariño, dos claves fundamentales que no se improvisan, hay que prepararlas también en la facultad: ” una maestra llena de ilusión, vocación y cariño hacia sus alumnos”

  3. Mis primeros años en el colegio los recuerdo con dos maestras a las cuales le tengo mucho cariño, una se llama Loli que estuvo con nosotros en 3 años, y la otra se llama Maribel con la cual hemos compartido momentos maravillosos. Es una maestra que nos trataba con mucho amor. La verdad que tengo muchos recuerdos de ella, como cuando nos ponía a trabajar por grupos en la mesa en forma de círculo, y una de mis compañeras no paraba de tocarse el pelo, cogió un lápiz y se lo recogió, desde ese entonces yo nada más quería recogerme el pelo con un lápiz, también recuerdo con mucha alegría una fiesta de final de curso que nos vistió a todos con faldas y lazos en el pelo, y bailamos la canción de “no rompas más mi pobre corazón”, o como cuando organizaba excursiones a la playa con nuestras madres, etc.
    La verdad que recuerdo esa infancia con mucho cariño puesto que así nos trataron a todos, nos hicieron muy felices.

  4. Anécdotas para toda una vida… “Déjala que bailes con sus pies descalzos…”:” Es una maestra que nos trataba con mucho amor. La verdad que tengo muchos recuerdos de ella, como cuando nos ponía a trabajar por grupos en la mesa en forma de círculo, y una de mis compañeras no paraba de tocarse el pelo, cogió un lápiz y se lo recogió, desde ese entonces yo nada más quería recogerme el pelo con un lápiz, también recuerdo con mucha alegría una fiesta de final de curso que nos vistió a todos con faldas y lazos en el pelo…”

  5. Mi etapa en educación infantil la recuerdo con mucho agrado, aun recuerdo a mi señorita Chari. No recuerdo mucho más allá, solo pequeños recuerdo, supongo que será porque en ese momento me gustaron mucho. Recuerdo que hacíamos muchas actividades, era lo que más me gustaba, hacíamos muchos juegos y nos divertíamos mucho. Aun recuerdo “el momento comedor” es el momento más triste que recuerdo de infantil, no me gustaba quedarme a comer en el cole. Sigo teniendo amigos de infantil, de todos ellos he aprendido algo, ya que nos mantuvimos juntos hasta sexto de primaria. Pienso revivir cada momento, tanto los de educación infantil como los de primaria, tengo tan buenos recuerdos de ese colegio, que volveré a este lugar para hacer mis prácticas de educación infantil. Seguro que me enseñara tanto como me enseño en infantil y primaria.

  6. Es fundamental el tipo de relación que se establezca y se promueva en el ámbito escolar: “Sigo teniendo amigos de infantil, de todos ellos he aprendido algo, ya que nos mantuvimos juntos hasta sexto de primaria.”

  7. Sé que mi personalidad de hoy en día se debe a la educación que he recibido. Es decir, mi trayectoria académica en sus distintas etapas ha contribuido a la construcción de mi persona y repercute a la hora de tomar mis decisiones en mi vida adulta, donde cometo errores y aciertos. Aun así, la vida es un constante aprendizaje, lleno de retos y los cuales, debo de afrontar con positividad. Además, pienso que tal visión de la realidad se puede deber a la enseñanza que realizaron desde mi más tierna infancia los docentes. Es verdad, que guardo escasos recuerdos de mis primeros maestros; aunque, son recordados con gran sonrisa pues aun perdura en mi memoria su forma de ser: cariñosos, alegres, enérgicos… No obstante, a la edad de 8-10 años ya tengo recuerdos más nítido, dónde impera más una enseñanza racional para llegar a cumplir con los buenos resultados académicos que exige el currículum del momento y quedando en segundo plano, las emociones o un aprendizaje de valores. Aquí, me enseñaron que la nota numérica era importante para alcanzar el éxito en la vida, algo erróneo porque es fundamental saber conocerte interiormente para estar bien contigo mismo y ser feliz.

  8. Todas las etapas tienen su importancia, su razón y su misión: “mi trayectoria académica en sus distintas etapas ha contribuido a la construcción de mi persona y repercute a la hora de tomar mis decisiones en mi vida adulta, donde cometo errores y aciertos”

  9. Mi etapa de Educación Infantil la recuerdo como la mejor de todas, me hacía mayor, iba a ir a ” el cole de los mayores”, y allí estaba esperándome mi “seño” Maribel, la que iba a recordar el resto de mi vida, desde el día que la vi supe que de mayor quería ser como ella. Nos trataba con mucho cariño, era muy buena y simpática con todos nosotros, nos encantaba ir a clase con ella. Aún recuerdo el día que me regaló una medalla en la que ponía “Número uno en torbellinos de colores”, era una chica muy nerviosa que no paraba quieta un solo segundo y ella siempre me decía que era un torbellino, supongo que el día que me la regaló haría el récord en trastadas ( he de decir que aún conservo esa medalla como oro en paño).

  10. Allí se estaba construyendo una personalidad que había que reforzar positivamente para sacar de ella lo mejor, espero que se note esta medalla en nuestra asignatura: ““Número uno en torbellinos de colores””

  11. Mis primeros años en el colegio los recuerdo con mucho cariño y ternura, ya que tuvimos una profesora que se inculcaba en cuerpo y alma en todo lo que hacía. A día de hoy, puedo decir que sigo teniendo relación cercana con ella, ya que el colegio donde hice mis primeras prácticas fue el de mi pueblo y ella aún sigue allí, por lo que ahora puedo seguir aprendiendo de ella. Algunos de los recuerdos más bonitos que tengo es en unos carnavales, que nos disfrazamos de lápices y nos dejó elegir a cada alumno nuestro color favorito o cuando se acabó nuestra etapa de infantil ,que a todos nos daba muchísima pena y a ella se le saltaban las lágrimas de la emoción y de saber que nos hacíamos mayores y nos tenía que dejar pasar a otra etapa.
    Recuerdo mi etapa de infantil con mucha alegría y ternura, y estas segundas prácticas las quiero volver a hacer allí, junto a ella, y si no es así, por lo menos sé que estará cerca.

  12. Cuando algo es auténtico permanece y sigue dando fruto: “A día de hoy, puedo decir que sigo teniendo relación cercana con ella, ya que el colegio donde hice mis primeras prácticas fue el de mi pueblo y ella aún sigue allí, por lo que ahora puedo seguir aprendiendo de ella. “

  13. De mis primeros años en la escuela, recuerdo a un grupo de profesores que dejaban lo personal a un lado, y dedicaban todo su tiempo en enseñarnos a aprender. Profesores y profesoras llenos de ilusión y sobre todo, vocación, esto hacía que las clases fuesen amenas y divertidas y a su vez, diferentes cada día, dejando la rutina a un lado y haciendo de cada día uno único.

  14. “Sobre todo de vocación…” Es un proceso que ha de ser cuidado.

  15. Apenas recuerdo mi etapa de educación infantil. Pero no se me olvidará mi maestra. Siempre atenta y cariñosa, todas las mañanas venía con una gran sonrisa, a pesar de que sabía que no iba a ser un día fácil con todos nosotros. Nos trataba con mucho cariño y a todos por igual. Nos ayudaba en todo los aspectos, desde aprender a colorear hasta llegar a ser personas con un buen corazón y con gran compañerismo. En definitiva es con lo que me quedo de aquella etapa. Ya que es donde me di cuenta del valor de cada uno de mis compañeros. Ahora me doy cuenta del valor que tienen las personas. Pues en dicha etapa, crecí como persona gracias a todos los que estaban a mí alrededor. Todos y cada uno de ellos me enseñaron algo nuevo. Por supuesto que no todos los días eran bonitas experiencias, pero de todos me llevé algo que dejo huella en mí.
    Fue una etapa que siempre recordaré con muchísima ilusión, pues todas las personas que estaban a mi alrededor hacían todo para hacerme feliz.
    CLP

  16. Mi etapa de Educación Infantil fue la mejor de todas, me encantaba ir a clase. Tuve una maestra maravillosa durante los tres años y lo mejor es que cuando me ve por la calle me reconoce igual que yo a ella. Ella tenía vocación, se notaba que le gustaba enseñar y a nosotros aprender con ella ya que cuando llegaba a casa yo preguntaba que cuándo me iba a ir con Mirari, mi maestra. Por lo que me solía contar mi madre, todas las mañanas me levantaba feliz porque iba al colegio con mis amigos mientras que a ella le costaba, como a todos los padres, dejarme allí.
    Recuerdo cuando hacíamos los experimentos con la lenteja y ella los cuidaba hasta que crecían y nos los llevábamos a casa. Los trajes que nos hacía en carnavales, indios, piratas, etc. Las fotos que nos hacía cada año para ver como crecíamos y cuando nos graduásemos regalarnos un álbum. Un álbum que lo guardo como si fuera un tesoro, mis amigos, mis maestras, mis primeros dibujos, etc. Muchos de mis compañeros de Educación Infantil, siguieron conmigo hasta acabar segundo de bachillerato y a muchos se nos saltaron las lágrimas de pensar que nos separábamos cuando llevábamos toda la vida juntos.
    Por último, pienso que, en muchos colegios, a veces, faltan profesores con ilusión y vocación por y para enseñar. Por eso, espero dejar huella en el corazón de mis futuros alumnos al igual que lo hizo ella, con cariño, alegría e ilusión.

  17. De mi etapa de educación infantil, recuerdo todo con mucho cariño. Recuerdo a la profesora, a mis compañeros, la clase, el patio… son todos buenos recuerdos.
    Recuerdo una maestra con ganas e ilusión por compartir con nosotros su tiempo, recuerdo algunas de las actividades que hacíamos durante el año, como Halloween, Semana Santa, Navidad, entre otras donde nos disfrazábamos de momias, de pastores, hacíamos un belén viviente, pintábamos huevos de pascua…
    Ha sido sin duda alguna la mejor etapa, es más cuando vemos a la maestra solemos siempre recordar aquellos años.

  18. Lo que más recuerdo de mis primeros años escolares es a las maestras, ya que se les notaba con una gran ilusión y vocación, esto se reflejaba en todos sus alumnos y es por ello que aún les sigo teniendo mucho cariño. Cuando pasamos al instituto todos mis compañeros y yo notamos una gran diferencia, porque pasamos de ser el centro de atención a que los profesores dieran la clase y no te dedicaran el mismo tiempo, a lo largo de los años (secundaria y bachiller) nos dimos cuenta de que ya no iba a ser igual que en el colegio por lo que debíamos madurar y hacer las cosas por nosotros mismos, nos ayudamos entre nosotros ya que hasta segundo de bachiller la mayoría de mis compañeros eran del colegio. Pienso que la persona que soy ahora es una parte gracias a todas las etapas escolares y a cada profesor que ha ido pasando por cada una de ellas.

  19. Mis etapas escolares las recuerdo con mucha ilusión ya que desde la primera maestra que tuve hasta la la última se les notaba que llegaban a las clases y no iban a trabajar sino iban a hacer que cada día que pasaban con nosotros fueran diferentes, que aprendieramos mucho pero que también nos gustara ir a la escuela y que no la vieramos como aquel sitio feo donde nos sentaban cinco horas delante de una pizarra. Es por esta razón por la que tengo un buen recuerdo de estas personas que me han aportado tanto desde el aspecto personal como profesional.

  20. Mi paso por Educación Infantil, lo recuerdo un poco borroso, y podría dividir esos recuerdos en los buenos y malos. Los que más recuerdos, son los malos, por desgracia ya que, en tres añitos, teníamos un profesor poco motivador, que no le gustaba su trabajo y poco cariñoso con sus alumnos. En cambio, cada vez que he hablado con mi madre sobre esta etapa, dice que iba con mucha alegría porque tenía otra maestra, “Alicia”, que nos trataba con mucho cariño, con motivación y hacíamos muchas actividades diferentes con ellas.
    Por último, el trascurso por la escuela y el instituto, ha estado lleno de todo tipo de momentos, que me han marcado y han hecho que crezca como persona. Momentos malos, que han hecho que demuestre que no es como algunos profesores pensaban que era. Además, a día de hoy, sigo teniendo algunas amigas de infantil, que se que son las que guardaré para toda la vida.

  21. Haciendo un breve recorrido por mi etapa educativa en el colegio, instituto y universidad puedo decir primeramente que de la etapa de infantil tengo un vago recuerdo de cuando entre por primera vez llorando y pataleándole a la maestra, creo que es lo normal, era la primera vez que me separaba de mi madre. De la segunda etapa del colegio primaria tengo muchos recuerdos agradables sobre los maestros, creo que tuve mucha suerte ya que mi memoria solo hace alusiones a cosas buenas, se notaba que eran personas con vocación que lo que esperaban eran vernos crecer y formarnos como personas. Seguimos por la etapa de secundaria y bachillerato que aquí si que mis recuerdos son tanto buenos como malos creo que según vamos avanzando hay algunos profesores que se olvidan que no solo hay que transmitir conocimiento sino también valores, pero supera lo bueno y me consuela que hay más profesores con vocación que sin ella. Y por último en la universidad me siento muy enriquecida de conocimientos, pero sobre todo me ha ayudado a crecer como persona.
    Me siento afortunada por haber podido formarme por cada una de ellas.

  22. De mi proceso académico en general recuerdo sobre todo a aquellos profesores que con entusiasmo y dedicación me transmitieron el gusto por aprender, ya fuese la asignatura que fuese.
    Recuerdo a todos esos profesores dedicados en cuerpo y alma a su trabajo, a aquellos que se les notaba que les gustaba lo que hacía y se les reflejaba directamente en la cara la alegría al vernos a nosotros aprender de ellos y con nosotros mismos.

    Pero, sobre todo, recuerdo a aquellos profesores que no nos trataban simplemente como un número más en la clase sino como personas que somos. Aquellos que se preocupaban de nosotros, de nuestro bienestar y felicidad, aquellos que si algún día veían que no te encontrabas bien o que tenías mala cara, no tenían reparo en animarte o al menos preguntarte, sin que tú sintieses ninguna relación de superioridad ni que lo único que les interesaba era llegar, exponer los contenidos y nada más.

    Recuerdo siempre a todos aquellos en que su faceta humana destacaba por encima de su faceta profesional, sin obviar obviamente que si ésta última era buena, también dejaba marca de por sí en nosotros.

    Todos ellos me han ayudado en la construcción de mi personalidad y de mi manera de ver la vida y el mundo que me rodea y estaré eternamente agradecida.

  23. Caudia:”crecí como persona gracias a todos los que estaban a mí alrededor. Todos y cada uno de ellos me enseñaron algo nuevo”
    Educa la tribu, como dice José Antonio Marina

  24. Andrea: “Un álbum que lo guardo como si fuera un tesoro, mis amigos, mis maestras, mis primeros dibujos, etc. Muchos de mis compañeros de Educación Infantil, siguieron conmigo hasta acabar segundo de bachillerato”
    Educar es un proceso permanente.

  25. Elena: “ganas e ilusión por compartir con nosotros su tiempo, recuerdo algunas de las actividades que hacíamos durante el año,”. Lo que se siembra con ganas e ilusión da siempre fruto, aunque parezca que no ha obtenido éxito en el momento.

  26. Eva: “Pienso que la persona que soy ahora es una parte gracias a todas las etapas escolares y a cada profesor que ha ido pasando por cada una de ellas.”. Lo que está en nuestras manos es el proceso de una persona que se está construyendo.

  27. Belén: “que también nos gustara ir a la escuela y que no la viéramos como aquel sitio feo donde nos sentaban cinco horas delante de una pizarra”. El reto de la creatividad ha de ser permanente en la Escuela.

  28. Rosa María:”ha estado lleno de todo tipo de momentos, que me han marcado y han hecho que crezca como persona”. Todo vale para el crecimiento si es asimilado y superado.

  29. Esperanza: “Me siento afortunada por haber podido formarme por cada una de ellas.”. Somos afortunados por tener este servicio de una escuela de calidad.

  30. Ana: “Recuerdo siempre a todos aquellos en que su faceta humana destacaba por encima de su faceta profesional, sin obviar obviamente que si ésta última era buena, también dejaba marca de por sí en nosotros.” Educa la persona entera en todas sus dimensiones, humanas y profesionales.

  31. Aún recuerdo como si fuera ayer mismo mi primer día en el colegio. Mi cara de alegría al saber que conocería la persona que marcaría mi infancia y también mi carrera (más adelante entenderá el porqué), se trataba de Fermi, esa maestra de infantil que nos enseñó los días de la semana, los números, nuestro nombre…pero también a expresarnos libremente, a no cohibirnos en el aula, o simplemente a mostrar nuestro cariño hacia los demás en cualquier momento.
    Bendita casualidad que en mi segundo año de carrera y en sus correspondientes prácticas, volviera a tocarme en 3 años de educación infantil la misma maestra que me enseñó que las cosas que menos valoramos en nuestro día a día, son las más importantes para el ser humano. Quería Fermi, te has ganado un hueco en mi corazón.
    También recuerdo las clases de portugués con Fernando y su mujer María Clara y sus horas de cante detrás de esa guitarra de madera que cada vez que salía de su funda, nos alegraba de tal manera que empezábamos nosotros mismos a tocar las palmas.
    Los momentos de juegos compartidos con todos mis compañeros y los buenos amigos que guardo desde entonces, los mejores por llamarlos de alguna manera, al igual que las trastadas que hacía en clase y las miles de veces que llamaron a mi madre por pegarle a alguno de mis compañeros.
    Para terminar, concluir con que un maestro de infantil es una persona que tiene que construir el primer aprendizaje del niño y para ello tiene que ser paciente, constante, autoritaria, entusiasta, cariñosa, emotiva y lo más importante, desvivirse por esos niños que lo recordarán para el resto de sus vidas.

  32. Recuerdo que pocos meses antes de cumplir tres años, empecé mi etapa de Educación Infantil. Me acuerdo perfectamente de esa sensación de soledad y tristeza que me provocaba tener que ir a clases todas las mañanas, lo cual suponía perder de vista a mi madre por unas horas. Afortunadamente estos sentimientos y lloros pasaron rápido al integrarme bien en el grupo. Me gustaría tener más recuerdos de esos años, pero los que tengo son maravillosos. Mis padres me cuentan que me encantaba ir al colegio y siempre con una sonrisa en mi cara al entrar cada mañana y ver a mi maestra y a mis compañeros.
    Tuve la gran suerte de caer en manos de una maestra ejemplar, Doña Conchita, la cual amaba su profesión. De aquellos tres grandes años me quedará en la memoria su paciencia, bondad y entusiasmo por el aprendizaje de los pequeños. Fue sin duda excelente en su profesión docente.
    Tampoco me olvidaré de todos los compañeros que tuve en el colegio, los cuales dejaron huella en mi. Formaron parte de mis primeros pasos, donde se fue formado la persona que hoy soy.

  33. Aún puedo sentir el nerviosismo previo a ir por primera vez al colegio. Yo era una niña muy tímida, pero para mí esto no fue ningún problema, pues recuerdo que desde el primer día, mi señorita Fernanda, con su amor, vocación y entusiasmo hizo que todos nos sintiéramos como en nuestras casas, era como nuestra segunda madre.
    Para muchos de mis compañeros, esta fue una difícil adaptación, pues nunca antes se habían separado de sus padres, pero en cambio yo, que dos años antes había estado yendo a la guardería y que conocía a esta maestra, por ser compañera de mi madre, no tuve dificultad.

    Actualmente, me la encuentro mensualmente por el pueblo y sigue preocupándose por mi evolución académica, al igual que por la emocional, signo de que por muchos alumnos que tenga, se sigue acordando de los más antiguos.

    Hoy día, puedo decir de manera segura, que ojalá y yo sea la mitad de profesional que ella, no sólo a la hora de inculcarle a mis futuros alumnos ciertos contenidos, sino también de poder transmitirles ese amor, esa alegría, confianza y ternura con la que ella nos trataba.

    Desde aquí, Fernanda, te doy las gracias por construir los cimientos de mis primeros aprendizajes y por ser una persona de la que me gustaría seguir sus pasos.

  34. La etapa de infantil no la recuerdo mucho, si que recuerdo que siempre lloraba porque no quería ir al colegio, lo que más recuerdo es toda la etapa de primaria y a la profesora Doña Isabel que me dio desde primero de primaria hasta sexto, era una profesora cercana con el alumnado nos proporcionaba muchos aprendizajes y cariño, al día de hoy no se me olvidará como nos enseño a leer con el micho lo hacia de una forma única nos quedábamos asombrados, al igual que cuando nos contaba alguna anécdota, también recuerdo el último día del último año que nos dio clases, no nos dejaba de abrazar y llorar. Para mí fue una de las mejores profesoras que he tenido, aprendí muchísimo con ella y aparte nos transmitió a toda la clase mucho cariño y al mismo tiempo los aprendizajes que nos correspondían. Es de admirar todo su trabajo y paciencia.

  35. Tras intentar recordar mi paso sobre la etapa de educación infantil, he de señalar que los recuerdos que tengo son generales. Recuerdo que en cada curso me asignaron una tutora diferente, de las cuales solo una nos trataba con cariño, era una maestra con vocación, en cambio, las otras dos docentes nos regañaban y castigaban muy a menudo. Les molestaba cualquier trastada que hiciéramos.

    En cuanto a los contenidos aprendidos durante este ciclo he de decir que fueron pocos, pues simplemente jugábamos en la alfombra, coloreabamos y nos dormíamos. No fue hasta primero de primaria cuando iniciamos la lectoescritura, enseñándonos a escribir desde la primera vocal hasta llegar al texto.

    Y por último, he de decir que entre nosotros, los alumnos, había un buen clima, todos nos llevábamos bien, en ningún momento hubo exclusión hacia ningún niño y siempre nos ayudabamos, es decir, se fomentó el compañerismo.

  36. Cuando hecho la vista atrás para recordar cada una de las etapas vividas en el transcurso académico lo primero que se me viene a la mente es mi primer curso en el colegio y mi primera aula ,“tres años de educación infantil “ . En la cual el primer día nos esperaba una maestra llena de alegría, amor y entusiasmo por sus nuevos alumnos, una maestra que se supo ganar todo ese cariño de cada uno de mis compañeros y mío. La maestra Lola se llama, a la que al día de hoy escribiendo estas líneas recuerdo emocionada, orgullosa y con el ese cariño permanente. Una maestra que estuvo con nosotros hasta los cincos años de dicha etapa y a la que nuestros padres apreciaban y aprecian muchísimo. Tengo muchos recuerdos con ella, desde el primer baile de “chulapas” que hicimos con ella hasta el regalo de despedida que le hicimos con nuestros padres.

    Me consta que al día de hoy ella nos sigue recordando y hablando de sus alumnos de Bienvenida con ese amor que nos daba ya que por segundas personas me llegan sus comentarios hacia nosotros actualmente. Creo, bueno creo no, estoy segura que gracias a ella estoy formándome en esta bonita carrera ya que yo cuando llegaba a casa me ponía a jugar a las maestras y hacia todo lo que ella hacía en clase, por lo que pienso que ella fue la que comenzó a que me empezará a gustar esta profesión.

    Por lo que esa etapa me regaló el conocer a esa buena maestra y a tantos de mis amigos actuales.

  37. Mi etapa de infantil la recuerdo de una forma muy clara debido a que mi vida cambió por completo cuando tenía 4 años. Por motivos de trabajo, mi familia y yo nos mudamos a Estados Unidos, lugar en el que he crecido y vivido toda mi vida.
    No tengo muchos recuerdos visuales, pero recuerdo muchísimos sentimientos, y a la maestra que me acogió, y a la que recuerdo con mucho cariño. Se llamaba Mrs. Vangrieken, y no hablaba español. Todos los días iba llorando al colegio porque no la entendía, y el mundo que yo conocía había cambiado por completo. Recuerdo la cara de mi madre, de lástima al dejarme en el colegio llorando y gritando.
    Mrs. Vangrieken me sentó con unas niñas que hablaban español y que a día de hoy mantengo contacto con ellas, y gracias a eso poco a poco fui encontrando mi lugar en el colegio. Llegué a Miami en Septiembre, y en diciembre cuando volvimos a España de vacaciones, yo ya sabía hablar inglés gracias a esta maestra. Me hizo sentirme cómoda y con ganas de ir al colegio y yo aspiro a ser ese tipo de maestra algún día.
    Por circunstancias de la vida no he vuelto a saber de ella, pero me gustaría algún día agradecerle todo lo que hizo por mi, ya que sin su ayuda, aquel cambio tan grande por el que pasé podría haberme dejado otro tipo de secuelas.

  38. Durante mi etapa en Educación Infantil fui muy feliz, o eso es de lo poco que me acuerdo. Recuerdo momentos con mis nuevas amistades, imaginando distintas situaciones de nuestra vida en el patio del colegio; o en clase, desarrollando algunas actividades (o siendo un poco traviesos). También recuerdo algunos muy malos, los primeros diría yo, uno de ellos fue cuando mi mejor amigo se cayó de una ventana y todos vimos como se lo llevaban sangrando en la ambulancia.
    Aquí aprendí muchas cosas, a parte de lo académico. Aprendí a comportarme, a respetar a las personas mayores, el compañerismo. Empecé a sentir amor, sobre todo por mis amigos y mis padres.
    También recuerdo aquel patio enorme, precioso, en el que me pongo nerviosa cada vez que entro; la alfombra de la ciudad, las mesas, la colocación de las clases, las ventanas.
    Para finalizar, he de decir que no tengo muchos recuerdos de mi profesora, sólo me acuerdo de algunos detalles; y todos de los que me acuerdo son geniales. Considero que nos enseñó mucho y nos hizo disfrutar. Tal vez no la recuerde tanto porque no fuera tan cercana o porque estuviese toda esa etapa centrada en mis amigos.

  39. En general de mi etapa educativa en infantil, no tengo muchos recuerdos. Pero, no se me va ha olvidar nunca el primer instante de entrar al colegio, me encontraba muy nerviosa, era de las más pequeñas de la clase. Además, tenía un gran apego a mi madre y tenía miedo de separarme de ella, por lo que en el momento de entrar comencé a llorar desconsoladamente, de repente apareció una chica joven, que me agarró de la mano y comenzó a hablarme con una voz muy dulce y sincera, me convenció sobre lo bien que lo íbamos a pasar.
    Desde ese día, la profesora salía a la puerta y me agarraba de la mano con una sonrisa y me hacía sentir segura.
    Tengo algunos breves recuerdos amargos, pero en general, los recuerdos son con cariño y nostalgia.
    Por lo que significa que esa profesora, consiguió que yo fuera feliz en clase, y aprendiera a separarme de mi madre, aun a pesar de mi tristeza.
    Todas las profesoras deberían tener una gran vocación, ya tienen a seres diminutos, los cuales dependen de ti y todo lo que tú hagas hacia ellos, les va a repercutir y ellos, junto con sus padres ponen en ti toda su confianza.

  40. Recuerdo mi etapa de educación infantil con mucha ilusión y alegría. Se me vienen a la cabeza los momentos de risas y sobretodo de juego. Siempre nos lo pasábamos muy bien y la profesora nos daba mucho cariño a todos. El único recuerdo malo que tengo es el del comedor, siempre he tenido muchos problemas para comer bien y lo pasaba muy mal allí, pero el resto lo recuerdo con bastante cariño. A mis compañeros los recuerdo vagamente porque sólo he tenido contacto con ellos en esa etapa ya que después me mudé a otro sitio. Siempre estaré agradecida a la profesora que nos trató de manera tan personal y tan cariñosa.

  41. De lo poco que recuerdo en mi etapa de educación infantil es cariño, mucho cariño y alegría, que es como deben de ser las clases y todos los maestros. Puesto que pienso que el cariño y la alegría son la base en un futuro para los niños.
    A mi personalmente me encantaba estar en el colegio, con mi maestra y compañeros, porque siempre hacíamos muchas actividades y juegos, además de hacer un montón de actividades extraescolares…
    Opino que es fundamental la relación profesor-alumno, ya que los niños aprenden de ellos y es una figura muy importante.
    Como conclusión, recuerdo la etapa de educación infantil como una de las más bonitas.

  42. De mi etapa en educación infantil no recuerdo mucho ya que era muy pequeña, pero gracias a lo que me contaba mi madre puedo tener un ligero recuerdo. El primer día, como para casi todos los niños, no fue muy bueno porque lloré mucho ya que era algo nuevo para mí, pero de que fueron pasando los días fui descubriendo lo divertido que era ir al cole sobre todo las ganas que tenía de ir para descubrir que nuevas actividades tenía preparada mi maestra. Personalmente, mi maestra fue una gran profesional la cual siempre fue muy cariñosa con nosotros y siempre estaba pendiente de que no nos pasara nada. En general, la etapa de educación infantil siempre la voy a recordar como una de las mejores y más bonitas porque ahí es donde me empecé a desarrollar como persona.

  43. Sin duda, es la etapa más entrañable para mí. Desde bien pequeña, he querido ser maestra, y ser como ella también. Después de tantos años, aún sigo recordando cosas puntuales, como cuando me enseñó a atarme los cordones, con las dos orejitas del conejo. Sin duda, ha sido la persona que más me ha marcado en toda mi etapa educativa.
    Desde mi punto de vista, los años de educación infantil son los que más marcan a los niños a nivel emocional y personal, por eso debemos facilitarle su paso por el colegio, y sobre todo hacerles partícipes de su educación para que todos los días se levanten motivados, con ganas de ir a clase, no sólo a jugar sino a aprender, o mejor dicho “a aprender jugando”. Es muy importante la relación alumno-maestro, hemos de saber que el entorno de la escuela es uno de los agentes de socialización para el niño, y lo va a ser durante muchos años.

  44. Recuerdo mi etapa de Educación Infantil como algo muy positivo, y bonito.
    Mi profesora Coronada “Coro” fue una mujer muy dulce, paciente, innovadora y cariñosa. A partir de ahí supe que de mayor quería ser como: “mi seño Coro”.
    Cuando llegaba a casa después del colegio, me ponía una falda larga y los zapatos de sevillana, cogía un cuento y una pizarra pequeña, ponía a los peluches colocados encima de la cama de manera que ellos eran mis alumnos y yo su profesora e imitaba el día llevado a cabo en el colegio con las mismas actitudes de mi maestra.
    Hoy en día, me doy cuenta de que el papel del docente es algo muy importante ya que nuestros alumnos nos van a ver como una figura de apego y referencia que tarde o temprano imitarán. Todo ello va a influir mucho en la creación de esas personalidades que estaremos formando y educando.

  45. De la etapa de infantil no recuerdo mucho, solo recuerdo a mi gran profesora Pilar y a todos mis compañeros, que a día de hoy, sigo conservando varios.
    Mi profesora era un ejemplo a seguir, tan dulce, buena persona, siempre con una sonrisa, entregada a nosotros, dispuesta a ayudarnos en todo, a enseñarnos nuestros primeros conocimientos, valores. Se la veía con tal vocación que imagino que es por ello por lo que, a día de hoy, estoy cursando esta carrera y vivo con la misma ilusión que mi antigua profesora, la docencia, la enseñanza.
    Aún recuerdo los primeros días de mis prácticas, mi antigua profesora, estaba allí, las dos convivíamos en el mismo centro, las dos estábamos de profesora, era todo un orgullo y honor poder compartir mis días con ella, ver que ella me formó como persona, que puso los primeros cimientos y que ese día yo estaba allí. En definitiva, infantil, lo recuerdo con mucho cariño, fue una etapa llena de emociones y momentos muy buenos junto a mis compañeros.

    ICN

  46. Recuerdo que tuve una profesora llamada Custodia que marcó mucho mi infancia.
    Era muy dulce y cariñosa, explicaba todo despacio y muy claro.
    Hoy en dia, estoy estudiando magisterio, aparte de porque me gusta mucho esta carrera es por lo mucho que me marcó mi infancia ella.
    Aún sigo teniendo contacto con muchos compañeros de mi aula de infantil.
    Ojalá llegue a ser tan buena y me quieran tanto como la queriamos a ella.

  47. Para mi, la etapa de Educación Infantil ha sido la que más ha marcado mi vida. Pienso, seguramente que como muchos de mis compañeros, que cuando eres pequeño es cuando vas construyendo y afianzando tu personalidad, y lo que vas a ser en un futuro, de ahí la importancia del profesor de Educación Infantil. Desde pequeña he querido estudiar esta carrera y todo ello, se lo tengo que agradecer a la profesora que tuve en esta etapa escolar. Gracias a su ejemplo, a su vocación, amor y paciencia, he querido dedicarme en un futuro a dicha profesión. Para mi ha sido todo un ejemplo a seguir, podía apreciar cada día su vocación, esfuerzo y cariño, el cual era depositado tanto en mi como en todos mis compañeros. Asimismo, de esta etapa recuerdo las cartillas micho, algo que seguramente nos acordemos muchos de nosotros, ya que no se han vuelto a ver. Destacar que se ha tratado de una etapa donde el juego y la diversión han sido asegurados, recuerdo momentos de risas con mis compañeros en el patio, donde las preocupaciones no existían,ya que todo lo que queríamos era disfrutar.

  48. De mi etapa de infantil recuerdo poco, pero si que mi maestra se llamaba Isabel. Desde el primer dia nos inculcó el compañerimos en la clase, y la verdad que lo hizo bastante bien porque hasta la ESO he estado con los mismos compñeros y se creó una muy buena amistad. Más que mis compañeros eran mis amigos, lo pasábamos muy bien jugando y haciendo actividades todos juntos, volveria a esa etapa con los ojos cerrados,es una de las etapas que ha marcado mi vida. Y espero en un futuro poder enseñar e inculcar al igual que lo hicieron conmigo.

  49. Recuerdo mucho a mi maestra de Educación Infantil, ella se llama Julia. Creo que no he conocido nunca a una persona con tanta paciencia y vocación. Fue como una segunda madre para todos nosotros.
    A día de hoy, sigo manteniendo relación con muchos de mis compañeros de infantil. Muchas veces, cuando nos juntamos, recordamos momentos vividos en esta etapa y sonreímos con nostalgia.
    Recuerdo la infancia con mucho cariño y felicidad. Ha sido de las mejores etapas de mi vida. Hoy en día soy así gracias a todas las personas que han pasado por mi vida y he tenido el placer de aprender algo de ellas.

  50. Aún recuerdo con claridad mi primer día de cole, el cual enfrentaba con gran nerviosismo e incertidumbre por no saber lo que me esperaba, ni que iba a suponer ese momento de cambio para el resto de mi vida. Siempre he sido una niña demasiado tímida, y en ese momento, muy apegada a mi madre, supongo que como cualquier niño/a de esas edades, nunca me había separado de ella ya que mi historia educativa dio comienzo en el colegio y no en una guardería por tanto el momento de tener que soltar la mano de mi madre para pasar la puerta del aula supuso en mi un llanto que parecía no acabar nunca, me sentía sola e insegura. Afortunadamente, esas emociones se convirtieron en totalmente las contrarias a los pocos días de clase, ya que al ser pocos alumnos, dieciséis concretamente, nos integramos todos muy bien.
    También ayudó mucho la presencia de nuestra primera “seño” la seño Mari Cruz, la cual estuvo poco tiempo con nosotros ya que por motivos que desconozco tuvo que marcharse, fue entonces cuando apareció “La señorita Esmeralda”. Ella ha sido y será por siempre mi referente, a la cual le estaré eternamente agradecida por todo lo que ella aportó desde su máxima sinceridad, su amor, su simpatía y su gran paciencia. Fue gracias a su atractiva forma de dar las clases la que hizo que desde el momento de conocerla yo viera claro a lo que quería dedicar el resto de mi vida, a ser maestra de Educación Infantil, pero no cualquier maestra, no, yo quería ser como ella.Nos trataba a cada uno de forma individual, conocía de cada uno nuestras fortalezas y debilidades, y no éramos un simple número de la lista. No tengo ni una sola mala palabra hacia su persona, pero puedo resumirlo todo en una y esa palabra es: DEBOCIÓN.
    En conclusión, mi recuerdo sobre esta etapa de mi vida es muy agradable, eran momentos de juego, risas y diversión donde no existían problemas ni preocupaciones, nuestros mayores problemas eran las caídas y los llantos se pasaban en cuanto nos cantaban el tan famoso “sana sana culito de rana”.

  51. Recuerdo una etapa de infantil feliz, una etapa que marcó mucho mi vida. Recuerdo el primer día que llegaba al colegio y no quería separarme de mi madre, pero recuerdo salir a mi maestra a buscarme para enseñarme el aula, un aula muy colorido, con muchos cuentos y juguetes, algo que me llamó mucho la atención y me motivó a entrar a aquel aula dónde estaría los tres primeros cursos de mi etapa en Educación.
    Decir de mi maestra que fue una grandísima persona, atenta, cariñosa, sensible y buena maestra, nunca la olvidaré, también recuerdo todos los viernes el premio que nos daba, aunque fuera un simple caramelo salía contentísima.
    Con mis compañeros puedo decir a día de hoy que seguimos teniendo contacto, todos los años nos reunimos y recordamos experiencias dónde pasamos unos ratos muy buenos de risas recordando buenos momentos y viendo fotos de pequeños. Compañeros que estuvimos en el mismo aula hasta que pasamos a secundaria.
    En conclusión, decir que no cambiaría esta etapa por nada, dónde el compañerismo y el respeto era lo más importante.

  52. Para mi la etapa de Educación Infantil fue la que mas me marcó tanto en lo referente al ámbito profesional como al emocional. Tuve dos profesoras en infantil pero la que tuve en 4 y 5 años me hizo ver la pasión y dedicación por los niños en el inicio de su educación que es cuando mas se les debe prestar especial atención y marcarles el camino por el que deberán ir en las etapas superiores.
    Ella era una MAESTRA con todas las letras, porque no olvidando que ella era la docente y debía hacerse respetar y era firme en sus decisiones, educaba desde el cariño, el cariño y respeto hacia sus alumnos, lo que hacia que los niños fuéramos con muchas ganas cada día al colegio. Por ese motivo, ella influyó en mi para tomar la decisión desde los 5 años de lo que quería hacer en mi vida, ser maestra, serlo igual que ella.

  53. De mi etapa de infantil tengo pocos recuerdos, pero aun siendo escasos los recuerdos con mucho cariño y como los mejores momentos de mi vida. Recuerdo esta etapa como la más feliz de mi vida, y a la vez la más importante, ya que es un momento decisivo en el que todo aquello nuevo que vas descubriendo por ti mismo, con la ayuda de tu familia y de los profesores se quedará grabado en nuestra memoria para siempre.
    Recuerdo a mi profesora con gran cariño e ilusión, recuerdo cómo ponía todo su empeño en hacernos sentir bien, en que aprendiésemos a respetar, a compartir, en definitiva quería enseñarnos a que en un futuro seamos buenas personas, y así es como recuerdo que la veía a ella de pequeña, como la mejor profe del mundo, me provocaba una admiración inmensa. Y así es como todos los niños deberían recordar a sus maestros de infantil, porque eso significa que han hecho un buen trabajo.

  54. Todo lo que recuerdo de mi etapa de infantil es muy bueno. Guardo recuerdos muy bonitos de esta etapa y de las dos profesoras con las que estaba.
    Recuerdo que me gustaba mucho jugar con mis compañeros que, a día de hoy son mis amigos. Pienso en esta etapa y me da mucha nostalgia ya que fueron 3 años muy bonitos y también muy importantes en mi vida.
    De mis dos profesoras aprendí muchas cosas y actualmente son el mayor ejemplo que tengo a la hora de desempeñar mi papel como futura docente. Ellas han tenido mucho que ver en mi decisión de empezar a estudiar esta carrera debido a los valores y el modo de aprender que nos inculcaron desde el primer momento. Recuerdo muchas cosas de esta etapa, pero sin duda, los mejores recuerdos que tengo son con ellas y también los momentos con mis demás compañeros.

  55. De mi etapa de Educación Infantil, aunque no tengo muchos recuerdo si recuerdo lo bien que me lo pasaba con mis compañeros y compañeras del colegio ya que lo único que queríamos era jugar y divertirnos, otra de las cosas que también recuerdo era la buena relación que tenía con las maestras, basada en el cariño, en el respeto y la confianza, con las cuales siempre podía contar en cualquier problema que tuviese, ellas siempre estaban ahí para ayudarte y darte todo su cariño y su apoyo.

  56. Tras un momento de reflexión y búsqueda en el baúl de los recuerdos, sobre mi etapa infantil, he podido recordar aquella sensación de inocencia, ese calor que daba las maestras de infantil, esos momentos eternos jugando, esa ilusión por descubrir, aprender y conocer todo lo que estaba a mí alrededor.
    Es la etapa en la que a pesar de invadirme ese desconocimiento del mundo en el que vivía, ese miedo por encontrarme sola en un lugar donde sólo había niños que no conocía, y personas adultas imponiéndome órdenes, se convirtió en la etapa inicial de mi educación, incluso pasando a ser mi segunda familia con la que fui creando lazos que a día de hoy siguen unidos.
    Es difícil describir cada momento en esa etapa, porque fueron muchos, pero si puedo destacar, lo que más recuerdo es ese amor el cual ambientaba el aula en el que siempre estábamos unidos, agarrados de las manos, el compañerismo que alimentaba la amistad de los niños sin ese odio, rencor o envidia hacia los demás, y esas ganas por descubrir y aprender jugando a todas horas porque es ese momento en el que somos niños y los problemas no existen para nosotros (los niños) ni nuestro mundo, sólo se trata de jugar y ser feliz. Por eso creo que deberíamos ser niños por un día, “reír, jugar y soñar”, nos hará encontrar el sentido a nuestra vida.

  57. Tras un momento de reflexión y búsqueda en el baúl de los recuerdos, sobre mi etapa infantil, he podido recordar aquella sensación de inocencia, ese calor que daba las maestras de infantil, esos momentos eternos jugando, esa ilusión por descubrir, aprender y conocer todo lo que estaba a mí alrededor.
    Es la etapa en la que a pesar de invadirme ese desconocimiento del mundo en el que vivía, ese miedo por encontrarme sola en un lugar donde sólo había niños que no conocía, y personas adultas imponiéndome órdenes, se convirtió en la etapa inicial de mi educación, incluso pasando a ser mi segunda familia con la que fui creando lazos que a día de hoy siguen unidos.
    Es difícil describir cada momento en esa etapa, porque fueron muchos, pero si puedo destacar, lo que más recuerdo es ese amor el cual ambientaba el aula en el que siempre estábamos unidos, agarrados de las manos, el compañerismo que alimentaba la amistad de los niños sin ese odio, rencor o envidia hacia los demás, y esas ganas por descubrir y aprender jugando a todas horas porque es ese momento en el que somos niños y los problemas no existen para nosotros (los niños) ni nuestro mundo, sólo se trata de jugar y ser feliz. Por eso creo que deberíamos ser niños por un día, “reír, jugar y soñar”, nos hará encontrar el sentido a nuestra vida.

  58. Recuerdo mi etapa de Educación Infantil como una etapa feliz, yo soy y vivo en un pequeño pueblo llamado Siruela, donde todos nos conocemos. Sinceramente, no alcanzo a recordar concretamente mi primer día en el aula de infantil, pero si tengo un recuerdo general, de algo que siempre me acuerdo es que a mi me gustaba mucho ir al colegio, pero tenía una amiga que siempre lloraba, lloraba y lloraba al llegar a clase,
    Para mi Educación Infantil ha sido una etapa feliz, donde he creado mis primeras amistades de las que aun conservo, donde he reído y donde recuerdo tener una buena profesora de infantil, atenta y cariñosa con la que también guardo relación ya que tanto es como que reside en mi pueblo.
    Aún recuerdo aquellos juguetes en el aula, aquellas siestas y aquellas canciones.
    La Educación Infantil es una etapa muy importante y tenemos que saber sacar lo mejor de cada alumno.

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