¡Vaya con Dios!
Iba a buen paso, caminando por el Paseo de la Castellana de Madrid. Me apetecía desentumecer las piernas, tras varios días de reuniones haciendo una vida necesariamente sedentaria. Iba deprisa, porque la mañana estaba fresquita; cuando de pronto, algo , más bien alguien, hizo que mis pasos se ralentizasen, y fuesen acercándose, poco a […]