Los “dioses” de nuestro tiempo
Del Evangelio, según San Juan: “Los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús. Él les replicó:”Os he hecho ver muchas cosas buena por encargo de mi Padre, ¿por cuál de ellas me apedreáis? Los judíos contestaron: “No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia; porque tú, siendo un hombre, te haces Dios” (Jn. 10).
Según los judíos, Jesús es un “blasfemo”, porque siendo un hombre se hace Dios. Me pregunto: ¿cuántos blasfemos podríamos contar en el mundo de los famosos? ¿Cuántos se hacen dioses, y a cuántos hacemos dioses?
Nuestro tiempo está lleno de personajes que tratan por todos los medios de situarse por encima de los seres normales. Y, al mismo tiempo, una gran parte de personas, hacen, también, lo que pueden, por elevar a la categoría de dioses a sus cantantes favoritos, sus conjuntos preferidos, los artistas y las estrellas que frecuentan las pantallas, los presentadores de medios televisivos, que no tienen escrúpulos en subirse al pedestal del Olimpo, los y las presentadoras de la moda en las pasarelas, que tratan de exhibir su belleza más que sus vestidos, el deportista que se cree superior a todos los demás, porque hay miles de personas que jalean sus éxitos.
Todos quieren ser ·dioses”, y a todos ellos queremos hacerles dioses. Y sin embargo, no pasan de ser hombres y mujeres, con unas dotes que el verdadero y único Dios les ha concedido. Pero no para que se endiosen, ni para que los endiosemos, sino para que alabemos la bondad de Dios que sigue derramando sobre la humanidad, aquellas cualidades y carismas que nos ayudan a ser un poco más felices.
Pero estos dioses, llega un día en que caen de las alturas, e incluso pasan al olvido. Me recuerda el pasaje del Libro de Daniel, en la Biblia, cuando nos narra el sueño de Nabucodonosor. Vio una gran estatua hecha de diferentes metales. La cabeza era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce; sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido.
Y se desmoronó, porque no estaba asentada sobre pilares firmes, sino de barro, que no se mezcla bien con el hierro. Así son, también, los dioses que creamos.
Félix González
Excellent way of explaining, and good post to obtain information concerning my
presentation topic, which i am going to present in academy.
Also visit my homepage … webpage (Lavina)