¿Es posible el sacerdocio de la mujer?
La razón que se esgrime es que Jesús no eligió a ninguna mujer entre los apóstoles, que fueron los que recibieron el poder de repetir la Eucaristía, celebrada por vez primera en la última Cena. Pero esta razón no tiene mucha fuerza. Jesús no hizo algunas cosas, que hoy las habría hecho. La época en que vivió y el lugar donde vivió, no se daba importancia alguna a la mujer.
Jesús, que no era tonto, sabía que no podía empezar una misión tan importante, contando con mujeres. No porque no fuesen tan valiosas o más que los hombres, sino porque la sociedad las menospreciaba. Y no hubiera sido un buen comienzo. Jesús era también fruto de su tiempo.
Pero los tiempos cambian; y, hoy día, la mujer está recobrando su dignidad, su valer y su protagonismo.
Ya no vale el argumento que se esgrime. No obstante, el Papa Juan Pablo II, dijo que este tema del posible sacerdocio de la mujer “quedaba definitivamente cerrado para siempre, hasta el punto de que no se debía debatir”. ¡Oh atrevimiento! Porque es sabido que lo que un Papa cierra, otro lo puede abrir.
Por tanto no es cierto que la Iglesia no tenga potestad para ordenar como sacerdotes a mujeres, si lo creyese conveniente. Y hay que esperar que algún día lo haga.
Félix González
Yo no se si será dentro de 3, ó 30 ó 300 años……Pero sucederá…Habrá mujeres sacerdotizas, como hoy hay médicas, astronautas, corredoras de autos, presidentas de países…..Tengo esa profunda convicción. Y no es que la vocación sacerdotal sea un derecho que se nos niega. Lo que se niega es que Dios otorga sus dones a quien El quiere y que no necesita permiso de la jerarquía vaticana, ni de la historia, ni de las costumbres para inspirar a seres humanos para que le sigan.
Laura: estoy contigo en lo que dices. Llegará, llegará, Lo único que lamentaría es no verlo, pero llegará.Gracias por tu opinión
Apocalipsis 5:1-10 : “Tú has hecho de ellos un Reino sacerdotal para nuestro Dios, y ellos reinarán sobre la tierra”. Esto no se refiere sólo a los sacerdotes del clero. Cuando todos nosotros fuimos bautizados se nos nombró como SACERDOTES, PROFETAS Y REYES.
Susana: Ciertamente, todos somos sacerdotes por el bautismo. Somos partícipes del sacerdocio de Cristo. Pero aspiro también, a que las mujeres, al igual que los hombres, puedan llegar a ser “presbíteros o presbíteras”.
Como dice Laura M. más arriba, todo llegará. Pero lo importante es que llegue cuanto antes.
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