Corazones en red

Algunos Obispos deberían dominar un poco más su lengua, reprimir su pluma y ordenar su pensamiento ¡Pobres! Ahora nos sale el de Alcalá, Reig Plá, con sus obsesiones nuevamente. Nadie niega a los obispos, igual que a cualquier otra persona, que tienen derecho a pensar, y a expresar su pensamiento.

Pero hay modos y modos. No es de recibo insultar (ni siquiera al Presidente del Gobierno) y este señor obispo, lo hace. Está bien defender la vida y estar en desacuerdo con el aborto; pero también hay que conservar las formas, la educación, el respeto a las personas, y las ideología de los otros.

Este señor Obispo con sus frecuentes diatribas, no hace ningún bien a la iglesia; su ejemplo, con frecuencia, es un anti-testimonio.

Por otra parte, tenemos cinco cardenales que se han atrevido a llevar la contraria al Papa, en el tema de la comunión de las personas divorciadas y vueltas a casar. Lo grave, no es pensar de forma distinta a la del Papa, sino instalarse de una ostura conservadora que se niega a progresar y a ver con nuevos ojos las realidades del mundo.

Y por si fuera poco, últimamente nos llega la noticia del arresto domiciliario, y destitución de sus cargos y oficio, de un cardenal que fue nuncio de un país, y ha sido calificado como pederasta.

No hay que escandalizarse por nada de esto, pero sí que tenemos que tomar conciencia de la debilidad humana, y de cómo la Iglesia se siente pecadora en sus miembros pecadores. Y no vale meter a todos en el mismo saco. No. No vale generalizar, para no caer en la injusticia.

La gente que es normal, que es sensata, que actúa acertadamente, etc, no suele ser noticia. Mientras que, por el contrario, son noticia los que “se salen del tiesto”, como vulgarmente se dice. En el lenguaje periodístico, se dice que si un perro muerde a un niño, no es noticia, pero si es el niño el que muerde al perro, sí lo es.

Según ese criterio, ojalá que no hubiese que dar en la Iglesia muchas noticias. Nos basta con la “Buena Noticia”, que es el evangelio, anunciado y vivido.

                                                                         Félix González

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