El ministerio desde mi ser consiliario de A. Católica

DSC_0116EL MINISTERIO  DESDE LA EXPERIENCIA COMO CONSILIARIO  

A lo largo de la experiencia vivida en mi quehacer ministerial, la acción católica me ha ayudado a configurarme de una manera determinada en mi ministerio; son muchas las cosas que he descubierto y vivido con los laicos militantes en medio del mundo:

–         He pasado de “directivo  y maestro” a “discípulo”  de la realidad y la vida. Desde ahí he incorporado, de un modo nuevo, el concepto  y la experiencia de “enviado”;  he descubierto que el ministerio y su ejercicio pasa por :

o       La  apuesta firme por las personas y la fidelidad a los procesos educativos.

o       Ser un servidor de la comunidad que es la que configura mi vida, mis horarios, etc…

o       La necesidad de ser el hombre de la PALABRA. Esta ha de ser mi especialidad para acompañar el  juicio en la Revisión de Vida, el Estudio del Evangelio, la Lectura creyente. Del mismo modo siento profundamente el reto de iniciar a la verdadera celebración cristiana y animar la dimensión orante  de los militantes en su experiencia de fe.

o       Estoy aprendiendo el valor de la disponibilidad como lo propio de la vida entregada en todas sus dimensiones incluida la afectiva, que  el otro siempre se encuentre acogido y acompañado se ha convertido en deseo e inquietud.

o       La valoración de los hechos sencillos y de los pequeños pasos que dan las personas y los grupos. Aquí se aprende a iniciarse en la paciencia del Padre como una clave fundamental del reino que siempre en comparado con lo que va creciendo poco a poco y muy desde lo pequeño, eso de la diferencia  entre fecundidad y eficacia, identidad y relevancia, notoriedad y significatividad, números y personas…..

Ejercicios Profesionales–         La esencia del servicio ministerial en la experiencia concreta del movimiento y los militantes ha sido para mí el acompañamiento. En el descubrimiento y realización del mismo, amén de sentir profundamente la vocación a la  que he sido llamado, me voy dando cuenta de estas “cosillas”:

o       Dios es quien hace el verdadero acompañamiento, yo sólo soy  un colaborador suyo, y  esto por gracia suya y no mía. El protagonismo es de las personas y de Dios, yo debo acompañar desde el anonimato y sin obstaculizar el encuentro.

o       Acompañar es ayudar a poner nombre de modo creyente  a las cosas de la vida y las vivencias de las personas.

o       Se trata de ponerse a favor de la humanidad: optando por personas concretas con historias personales y comunitarias. Conscientes de que todos estamos tocados por la debilidad y el sufrimiento, que no podemos dejar de esperar en el otro y que tenemos que amar por encima de las respuestas que el otro quiera  o pueda dar. Nunca nada se puede dar por perdido, porque creemos en Dios “creador desde la nada”.

foto_misao       Acompañar supone orar y celebrar desde las personas; el alimento fundamental de mi espiritualidad sacerdotal es el alimento de la vida y de los procesos de las personas con las que camino, Dios no te deja sin comer ni un solo día y la Palabra es la que ayuda a digerir, como único jugo gástrico, todos los hechos y acontecimientos,  a veces de gloria y resurrección y otros de debilidad y cruz, aunque siempre todos en clave de esperanza y confianza en el Padre. Mi paga es mi propio trabajo: el Evangelio.

o       En este acompañar no puedo sino ser testigo de la resurrección de Jesucristo en la vida y en el nombre de los militantes. Puedo parecer “pesado y obsesionado” con lo que cuento, pero cómo me gustaría que mis compañeros estuvieran presentes  en muchísimos momentos que yo vivo con gente concreta, para que “vieran lo que yo estoy viendo” y sentir lo que yo siento como cura y cómo me alimento de aquello mismo que me va cansando y agotando, pero con gozo.

 

3 Responses to “El ministerio desde mi ser consiliario de A. Católica”

  1. Buenas tarde padre he leido el articulo de la revista rs21,el cual titula “el ministerio desde tu ser consiliario en la A.catolica”…es interesante lo que cuenta y como lo cuenta.Es un articulo con sentido,sentimiento y se ve que lo que haces te hace feliz,es decir,vivir tu sacerdocio a “tope”…Yo puedo dar fe de ello,lo veo cada dia y lo siento.

    Me alegra leer cosas asi.espero y deseo que aunque te agotes y te canses que sigas luchando por aquello que quieres y deseas.

  2. magnífico,pepe; ¡qué buen día me vas ha hacer pasar

  3. Y algunas estamos cerquita para compartirlo y para vivirlo en primera persona. ¡Quá afortunados!
    Pepe, no cambies, como diría Alejandro: “siempre rondando nuestra farola”, y nosotros la tuya, ya lo sabes…