“Saber, verdad y vida”

En estas cuestiones andamos dentro de esa asignatura de diálogo  y reflexión que titulamos “hombre y Dios” en la facultad de ciencias.  El primer tema nos da para mucho:  ¿El hombre necesita la verdad? ¿ para qué? ¿Qué caminos recorre para encontrarla? ¿con qué metodología?

Recuerdo aquella anécdota entre Pilar Urbano y Severo Ochoa:

“Pilar Urbano, entrevistó a Severo Ochoa y le hizo varias preguntas: ¿Qué es la vida?, ¿cuál es su origen?, ¿qué es la muerte?, ¿qué hay después?, ¿sabe usted dónde está el amor de su esposa?, ¿me podría explicar sobre una pizarra  por qué, al atardecer, se pone usted tan triste? Y Severo Ochoa escuchaba, pensaba, no respondía, o sólo decía: no lo sé.

Refiere la entrevistadora: “Al fin, se puso en pie, altísimo como era. Dio una vuelta por la sala. Volvió. Me miró desde arriba, en contrapicado. Y soltó una tremenda confesión: No tengo ni una sola respuesta para nada de lo que de verdad me interesa. Puedes escribir bien grande que te he dicho que soy un extraño sabio…un sabio que no sabe nada”. 

Severo Ochoa había perdido a su esposa, el amor de su vida, y  estaba desorientado, su saber científico no respondía cuestiones de sentido de vida   fundamentales que en ese momento necesitaba resolver para vivir con esperanza y tener un por qué para seguir viviendo. Y recuerdo que este sábado me voy a reunir con personas que pertenecen a la asociación “por ellos”, padres que han vivido la experiencia de perder a un hijo, quieren dialogar conmigo el sentido cristiano y teológico de la muerte  que ha roto sus vidas.

A lo largo de la historia  la relación entre los saberes ha sido interesante y dinámico, la ciencia experimental, la experiencial,  filosófica  y teológica, han ido tocándose y entendiéndose de modos distintos.  Hoy también es cuestión  para resolver, nosotros creemos que todos los saberes son compatibles y complementarios, que todos pueden ayudarse a todos, siempre que haya un verdadero respeto  a  la autonomia de cada uno en sus métodos y objetos, pero no todos los pensadores están de acuerdo con esta complementariedad. ES cierto que a todos  los saberes les interesa la realidad pero no del mismo modo, cada pregunta tiene su forma y su modo: ¿Qué es? ¿Cómo es? ¿ Por qué es?… Saber respetar cada nivel y saber mirar desde todos aceptando la fuente y el agua que cada uno nos da, eso es de sabios.

No hay duda que tenemos sed de verdad y que somos seres de necesidades tanto materiales, como culturales y espirituales, saciar esa sed es trabajo de la ciencia en todas sus dimensiones, ya sean experimentales,  experienciales, filosóficas o teológicas, y toda reducción, exclusividad y competitividad  de la ciencia y de la verdad no hará otra cosa que instalarnos en el desierto y vivir en el miedo de que “realmente no sabemos nada” como decía Ochoa.

Ahora estamos viendo cómo se han ido situando científicos  significativos  de la historia ante la cuestión de Dios. Me interesa saber cómo lo ven los estudiantes que  cursan esta asignatura: con quien  y qué pensamientos se identifican y cómo valoran los distintos saberes que acercan a la verdad que necesitamos para vivir.

11 Responses to ““Saber, verdad y vida””

  1. A mí me gusta mucho lo del soldado de trinchera que acabó su cuaderno más importante confesando que de lo que no se puede hablar, mejor es callarse. Y es que de lo que de verdad nos interesa casi nada se puede decir. O no con palabras. El lenguaje que nos construye tantas veces nos encierra…

  2. Respecto al articulo, despues de todo lo comentado en la clase, y de haber debatido la conexion extistente entre la fe y la ciencia, me queda, mas que un pensamiento, una sensacion, que todo lo referente a la fe, pueda ser religion cristiana o la que sea, es decir, todo tipo de creencia, queda relegada a una postura residual ante la imposibilidad de explicar ciertas cuestiones transcendentales que evidentemente se salen fuera del saber cinetifico. me baso en que un cientifico comienza a pensar en este tipo de cuestiones a partir de que la ciencia no le puede otorgar ningun tipo de respuesta. ademas considero que muchas de las preguntas que nos realizamos de caracter existencial son creadas en una especie de marketing filosofico, en el que nos generamos preguntas que a lo mejor podriamos vivir igual de bien sin ellas.
    y por ultimo señalar, que a mi entender, todos los cientificos, y creo que ninguno se salva, se pasan o tienen relaciones con el campo de la religion por la tremenda impotencia de no poder explicar que ocurre mas alla de la vida, en el momento de la muerte biologica, que de averiguar esto, si se pudiera(utopia total), todo los debates, preguntas, sentido ante la vida, y demas cosas desaparecerian de un plumazo.
    que va a ocurrir cuando nuestro corazon se pare, es el centro de todos los movimientos religiosos.

  3. Tanto creer en Dios como no creer es cuestión de fe porque ni lo uno ni lo otro está probado. Hay cosas que trascienden a la racionalidad científica, otras formas de conocimiento que complementan a la ciencia, que llegan donde ésta no puede llegar. Ciencia y fe no se oponen, se complementan, siempre hay un terreno reservado a la fe. La fe es el primer paso para buscar la verdad, algo en lo que no se cree no se puede demostrar. En definitiva fe y ciencia van de la mano en la búsqueda de la verdad, de lo verdaderamente importante, se necesitan, se complementan.

  4. Tomado del semanario Iglesia en Camino de Badajoz:
    ciencia y fe: ¿son antagónicas?
    Una idea que a veces se tiene es que
    la fe es algo propio de personas y sociedades incultas y poco desarrolladas.
    En particular, algunos opinan que el
    progreso científico irá dejando en evidencia lo absurdo de la fe. Soy físico y
    creyente y, humildemente, doy mi visión sobre esto.
    •Lo que el avance científico y el desarrollo hacen es depurar la fe de modo
    que, parafraseando el célebre pasaje
    evangélico, demos a Dios lo que es de
    Dios y al César lo que es del César.
    •La fe no es una adhesión irracional a unos dogmas vacíos.
    La fe tiene un alto grado de razonabilidad. Para mí, estudiar
    en la entonces “Escuela Diocesana de Teología” fue todo en
    descubrimiento en ese sentido.
    •La fe es fruto de una experiencia de vida personal y comunitaria. Creo en lo que he experimentado en mi vida y en la de
    las personas que me rodean y creo también en las experiencias
    de vida que me han transmitido personas que me resultan de
    fiar. Eso mismo se puede decir de la ciencia: transmito aquellos resultados que yo he obtenido fruto del desarrollo teórico
    o experimental y también aquellos que han obtenido otros colegas a lo largo de los tiempos.
    •Ciencia y fe para mí comparten algunos elementos clave:
    se desarrollan mejor en grupo que individualmente; necesitan
    un espíritu crítico e inquieto y un clima de libertad para avanzar; ayudan a entender mejor el mundo en que vivimos, aunque siempre quedan elementos sin explicar; necesitan tiempo
    y dedicación (para hacer una lectura creyente de la realidad,
    para estudiar, buscar información, etc.)
    Vidal l. mateos masa. Profesor Universidad de Extremadura

  5. Nosotros buscamos la verdad, es algo que necesitamos para satisfacer nuestras necesidades, es el camino a la felicidad, este camino algunos lo encuentran por la ciencia experimental, otros consideran que se llega a la verdad mediante la fe.
    En mi opinión, la ciencia y la fe se complementan, lo que no puede explicar una, lo explica la otra y viceversa, son complementarias.
    El ser humano necesita entender el sentido de la vida, por que necesitamos ser felices, este sentido de la vida no lo explica la ciencia, hay preguntas que la ciencia y no responde, de ahi el comentario de Ochoa: “soy un extraño sabio…un sabio que no sabe nada” ya que realmente de lo importante de la vida no sabemos nada.

  6. Todas las personas independientemente de a lo que se dediquen necesitan algún aliciente para vivir, algún motivo que de sentido a la vida, generalmente la búsqueda de la felicidad (encontrando un trabajo que nos guste, una persona con la cual compartir nuestra vida etc.). Por lo tanto ser científico no está reñido con creer en algo, ya sea en Dios, en el destino o en la propia vida. En lo relacionado al tema de la muerte, yo creo que biológicamente se sabe lo que ocurre, y la ciencia nos ha permitido averiguarlo, pero en cuanto a lo emocional, a todos nos duele la pérdida de un ser querido y muchas veces nos preguntamos el porqué de esa pérdida. Para resolver esta pregunta los creyentes encuentran consuelo en la idea de Dios, los que no lo son tendrán alguna idea o pensamiento que les ayude a seguir adelante, al fin y al cabo se resume en lo mismo, en tener fe en algo. Fe y ciencia no son incompatibles.

  7. En mi opinión el hombre siente la curiosidad de saber, ya que somos animales dotados de inteligencia y sentimientos, y esta necesidad nos crea incertidumbres al no poder responder de forma certera y eficaz a estos interrogantes que la vida nos plantea. La ciencia trata de resolver estas cuestiones por métodos experimentales y la religión por la Fe, ambas pueden ser compatibles según los pensamientos de cada uno, ya que muchas de estas cuestiones están muy muy lejos de ser explicadas de forma científica porque todavía superan nuestros conocimientos y esta falta de información lleva a pensar en un Dios, en un alma, en una vida después de la muerte…

  8. Ciencia y fe tienen algo muy importante en común: la búsqueda de nuestro origen, el inicio de todo, el por qué de las cosas. No creo que sean incompatibles, pero a lo largo de la historia ha habido algunas disputas entre ellas. Pienso que son complementarias. Por un lado la religión no puede explicar las teorías de la ciencia. Por otro, la ciencia no puede explicar a día de hoy nada sobre el “alma”, por qué queremos a alguien, por qué elegimos tal opción en lugar de tal otra, qué es lo bueno y qué es lo malo; y no creo que esto se pueda demostrar algún día, que nuestros pensamientos se rijan por meras fórmulas matemáticas o físicas, como si estuviésemos predestinados desde que nacemos.
    Me quedo con la frase de Pascal: “El corazón tiene razones que la razón no entiende”.

  9. El debate fe/razón es algo tan antiguo como la religión o la ciencia, quizá algo que existe desde que el hombre es hombre. Si consideramos la ciencia como la explicación humana que damos al entorno que nos rodea y la fe como la creencia incondicional en cosas que son imposibles de demostrar mediante nuestro finito intelecto parece que la confrontación está servida y así ha sido durante siglos. Sin embargo, ambas persiguen respuestas distintas y, más que enfrentarse, deberían complementarse una a la otra. Desde una perspectiva puramente científica nos es imposible abarcar cuestiones trascendentales y abstractas como el sentido de la vida o la existencia divina. Por contra, la creencia y asunción de dogmas incuestionables por el intelecto como ciertos atenta contra el espíritu racional crítico inherente al ser humano. Ciencia y fe son aspectos irrenunciables y necesarios de la condición humana y, por el bien de la Humanidad, han de convivir en armonía, sin imponerse uno sobre otro. Pese a que no siempre ha sido así, es nuestro deber, por el bien del Hombre, procurar que ambas disciplinas se respeten.

  10. La curiosidad es algo innato en el ser humano, y esa atracción hacia lo misterioso y desconocido es lo que impulsan tanto la ciencia como la fe. No persiguen respuestas distintas, persiguen el mismo fin desde explicaciones diferentes. Explicaciones que se complementan, que llegan a las mismas conclusiones por caminos diferentes. Por esto, todo buen científico tiene que tener la mente abierta y no descartar ninguna forma de pensamiento, esta es la base para el avance científico. Por este motivo, creo que ciencia y fe no están en contraposición, sino que una lleva a la otra. No olvidemos que ciencias como la física avanzan por hipótesis, muchas de las cuales son consideradas verdades en un principio y mas tardes descartadas porque no convienen al modelo de estudio, considerando entonces otras diferentes. Bajo mi punto de vista, la fe debe ser algo inherente al buen científico. Como decía Feynman: “la lógica no lo es todo, para seguir una idea es necesario el corazón”.

  11. la verdad es que como ochoa dice en ocasiones y muy probablemente no nos preguntamos por las cosas realemente importates de la vida, no valoramos loque tenemos hasta que lo perdemos como dice el refran. nos dedicamos a investigar cosas o a responder preguntas las cuales creemos importantes he imprescindibles, pero de la noche a la mañana comprobamos que lo que realmente nos importa lo que es verdaderamente importante no lo tenemos investigado ni siquiera conocido. es una lastima que esto sea asi peor son esas preguntas que sin un mas alla sin una teologia no conseguiermos descifrar.