“Creo en la resurrección de los muertos…”

“Alberto, creo en la resurrección de los muertos… ”

Querido Padre, llego al despacho y me encuentro con la noticia de que Alberto ya no estará más con nosotros, especialmente con su familia. Otra vez la muerte, misterio siempre presente en la existencia, se nos  hace consciente  y relevante en uno de los nuestros con una fuerza incontenible; otra  vez, las mil preguntas sin repuestas, y el silencio frío que nos envuelve y nos deja a la intemperie de un Job que sigue gritando en la historia por un dolor que  no tiene racionalidad y que rompe el corazón  en la ignorancia  de lo que no es seguro y sólo es misterio.

Recuerdo ante ti, estos días de lucha y de tensión en el dolor; su madre  y su padre con la serenidad  sin perder la esperanza agarrándose a su confianza en ti, en  la tensión de la impotencia de un amor que quiere ser eterno y se siente atenazado por la vigilia de la muerte; su hermana joven que no  se imagina la vida sin el encuentro diario con su hermano;  su abuela sosteniendo a su  hija para que siga manteniéndose en pie junto a la cruz de la cama en el hospital; su tío David que sabe del misterio de Dios y  de dolor en la historia pero que al tocarlo tan en directo solo le quedaba mirar fijamente al crucificado, para acoger el silencio que no entendemos como respuesta…

Y tú, tan dentro de él mismo, siendo uno con su vida y su persona, acompañándole en el camino para la vida, a enfrentarse con la muerte, para vencerla y entrar victorioso en la  comunidad de los que han vencido y tienen ya para siempre la alegría de una juventud gloriosa que ya nada ni nadie podrá nunca arrebatarle. Y nosotros, sin poder entenderlo pero queriendo sentirlo en medio del dolor, y deseando que pueda ser consuelo  para los que más le quieren y le aman. Deseando profundamente que la esperanza no se agote en sus padres, hermana, abuelos, tíos, amigos, y que la confianza en ti ahora se haga más fuerte y más grande, sabiendo que tú no nos abandonas nunca, y mucho menos en el paso por la muerte.

Y hoy deseo más que nunca, que el proyecto que estamos queriendo iniciar en nuestra diócesis de  realizar un centro de escucha y de consuelo, para que ayude a las personas a elaborar el duelo de los seres queridos perdidos, se haga realidad cuanto antes y pienso en aquellos que ya están dispuestos y  pueden colaborar: Joaquín, Encarna, Nacho, Rosi, José María… Dales tu espíritu para que en esta iglesia y sociedad nuestra, este oficio de consolar y elaborar duelo se haga diario y normal, para  poder entender que tú eres el Dios de la vida y la esperanza aun en los momentos de mayor dolor y ruptura interna por la muerte de los seres muy queridos.

Hemos estado con esta  familia en estos días de Huerto de los Olivos, con esa oración atrevida  de “Padre, si es posible que pase de nosotros este cáliz, pero que no se haga nuestra voluntad sino la tuya”, ahora nos toca estar junto a ellos  musitando en nuestro interior  “el que  cree en él aunque haya muerto vivirá”, porque el Dios que lo ama le  ha dado en plenitud el espíritu del crucificado – que le ha acompañado en estos días- que ha resucitado y vive alegre y feliz para siempre.

Y seguiremos unidos a ti Alberto en ese Espíritu, acompaña a tu familia y a todos nosotros desde la comunión de los santos para que podamos entender que tú no estás muerto sino vivo para siempre en la casa del Padre, a la que también – con tu ayuda alegre y juvenil-  llegaremos nosotros, y entonces, sólo entonces, estaremos totalmente contentos.

2 Responses to ““Creo en la resurrección de los muertos…””

  1. Lo siento en el alma.

  2. “La vida no es breve. Nuestra vida es eterna.
    No hemos nacido para morir, sino para vivir,
    y vivir eternamente.
    No tememos la muerte porque no morimos,
    sólo pasamos a una vida más perfecta,
    más verdadera, más vida, más vida …”

    Ernesto Cardenal