La debilidad del Papa

FUERTES EN LA DEBILIDAD

BenedictoHoy hemos conocido la renuncia del Papa reconociendo su debilidad, y ahí sentimos su fortaleza y su fe.  Esto me invita a traer a colación esta reflexión que ya tenía elaborada para  el blog.

Los días que estamos viviendo vuelven a poner  en nuestra cabecera existencial el recuerdo de algo que nos cuesta aceptar, el hombre es un ser problemático por naturaleza y está envuelto en debilidad. El problema de la debilidad es la cuestión fundamental de la esencia y de la existencia de lo humano. Resolver este enigma  requiere una sabiduría especial, que normalmente sólo tienen los sencillos, los que saben utilizar la sencillez de una experiencia fecunda. Hoy  es, en medio de esta crisis, el tiempo propicio para los  sencillos de corazón,  personas con este talante son el mayor bien social con el que podemos contar en todos los ámbitos privados, públicos, económicos, culturales, sociales, religiosos…
Jara luminosa¿Dónde está la debilidad? Hay que estar ciegos para no verla y, a veces lo estamos, pues se hace evidente.  Una persona hace días me comentaba que  si yo lo veo todo positivo y bonito, y desde ayer me siento tocado de un modo especial por anécdotas de un relieve fundamenta. Estoy viendo a unos padres tocados por el dolor, él como el  padre que ve al hijo en la cruz y ella como madre que se abraza al hijo, en la incertidumbre de una habitación de hospital infantil, poblada con el dolor  de niños en su enfermedad. Ahora vengo de un funeral en el que un señor sexagenario  ha experimentado la debilidad de la muerte, tras haber realizado su existencia como esposo, padre de tres hijos y profesional reconocido. Una  limpiadora de la facultad me cuenta que su marido acaba de marcharse,  ha venido a decirle que no se va, con lágrimas en los ojos, lo tenía todo preparado para marchar a Granada a trabajar de albañil, porque dentro de unos días se le acaba el paro y no sabe a dónde acudir, siendo un profesional de primera –junto a él seis millones-.risa Esta misma noche he tenido que atender a mi madre que se quejaba de dolor en medio de la noche. Todos datos de dolor concreto, de debilidad particular y personal, que entiendo pueden servirnos para entender la crisis que estamos viviendo, y la clave fundamental que nos puede sacar de ella.

Es falso que de la crisis vayamos a salir mirando atrás, queriendo volver a lo de antes como si nada hubiera pasado.mineros1 Todo lo que ocurre tiene su historia y su lección, y toda debilidad tiene como función fortalecernos. Contemplando estos hechos de vida descubro, como el niño, paciente en el hospital, en su debilidad se ve abrazado, protegido, y desde ahí une a sus padres de un modo único, y sus abuelos, y con ellos la sociedad y la comunidad cercana, que en el dolor se hacen fuertes y, sólo de este modo, llega la técnica siempre penúltima e incompleta a la vez que esperanzadora. El señor que  ha ultimado su existencia , en la debilidad ha vivido el amor, con una primera esposa de la que tuvo tres hijos  y con la que vivió la experiencia de la muerte, y con su actual esposa que en la debilidad de su viudez asumió como propios los tres hijos, y hoy los abrazaba para seguir adelante con ellos, enfrentándose con la fuerza de la maternidad optada ante el expolio paterno realizado por la muerte biológica.mamen La decisión del albañil que tras una noche sin sueño, en la que por una parte siente el deseo de irse para obtener más seguridad económica, todavía se resiste y prefiere la unidad, el sentimiento de amor a los suyos; todavía prefieren  el calor del hogar y su unidad a la eficacia del dinero, la seguridad de lo amado a la de lo comprado, y van a resistir firmes y luchando pero defendiendo lo que le corresponde como dignidad humana, aunque sea en la debilidad –la familia sigue siendo fuerte y el mayor bien social  ante la crisis-.jara Mi propia madre,  sus dolores eran fuertes, pero para ella  aun siendo así, le consolaba que yo estuviera a su lado, la acariciara, le dejara encendida la luz, le diera un calmante y la besara,  y me decía: qué será de las personas que cuando sufren  dolor no tienen a quién decírselo, ni con quién compartirlo, ni quién les consuele y alivie.

El enigma de la debilidad encierra la clave de lo auténtico. No está la solución en la huida, ni si quiera en el enfrentamiento con la debilidad, sino en la asunción de la misma, para hacernos fuertes en ella. Hay un modo de vivirla  que nos  hace fuerte, y que la fecunda para que de ella salga vida y fuerza: la compasión.  El ser capaces de entrar en el mismo sentimiento para unirnos en la vivencia  de lo que  consuela y lo hace soportable, facilitando la comunión en el compartir sincero; sí, aquello de que somos un cuerpo con muchos miembros, y que si sufre uno de ellos sufre todo el cuerpo; pero que si todo el cuerpo se une  en ayudar a ese miembro, sanará, y todo el cuerpo tendrá más vida y  salud – salvación-. De la crisis saldremos, sólo por el camino de la sencillez que se genera en la verdadera compasión de lo humano.DSC_0529[1] Frente a la debilidad, el arma es la capacidad de lo fraterno, de la transformación de todos los ámbitos con el espíritu de lo humano que se genera en lo profunda aceptación de que todos somos criaturas, débiles, y todos necesitamos de todos. No se trata de tener más, ni de poder más, ni producir más, sino de una nueva cultura  para compartir más; tener menos para ser más, más libres y más auténticos, o sea, más hermanos. El slogan  está claro: “fuertes en la debilidad”, como decía el apóstol Pablo “porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”. El entendió la entraña del cristianismo cuando proclamaba que “Dios se hace fuerte en la debilidad”. Por aquí tendría que ir la ética de la ciudadanía, tanto en su versión secular como religiosa. El papa reconociendo su debilidad nos muestra que su fuerza y su salvación es el Señor, él es el único que nos salva¡

José Moreno Losada.

 

One Response to “La debilidad del Papa”

  1. Hola Pepito.He leido tu reflexión sobre la abdicación del Santo Padre.Al leerla pienso en las personas que sufren en todo el mundo por todas las múltiples manifestaciones del mal o por la enfermedad.Recuerdo lo que Sonia me dijo una vez de que la fortaleza de uno se encuentra en sus debilidades.Yo sigo sin entenderlo.¿Cómo pueden tus debilidades,tus defectos,tus puntos débiles… hacernos mejores personas y más fuertes?
    Respecto al Papa ya te comenté lo sorprendido y aturdido que me sentí nada más saber la noticia.En todos estos años no pensé ni me fijé en que el Santo Padre estuviera algo mal de salud.No sé si debo alegrarme por su decisión de dejar el pontificado.Me cuesta mucho entenderlo y aceptarlo,me cuesta asimilar aún más que un Sucesor de San Pedro pueda dejar sus deberes pastorales cuando lo crea oportuno pero voy asimilándolo poco a poco y hacerme a la idea de que seremos testigos de un nuevo cónclave y de coocer a un nuevo Papa.Una cosa que tampoco entiendo es cómo los problemas de salud que le incitaron a Benedicto XVI a abdicar del papado le hacen más fuerte.