Taltavull con Profesionales Cristianos de A. Católica

Sebastián Taltavull acompaña a laicos militantes de la acción católica especializada

“No quiero una Iglesia preocupada por ser el centro y que termine clausurada en una maraña de obsesiones y procedimientos…mientras afuera hay una multitud hambrienta y Jesús nos repite sin cansarse: Dadles vosotros de comer” (E.G, 49) Han sido palabras escogidas, entre otras muchas, por el obispo auxiliar de Barcelona, Sebastián Taltavull, para reflexionar junto a profesionales cristianos de distintas diócesis españolas este fin de semana -23,24 y 25 de Mayo- en Pozuelo de Alarcón en Madrid.

El Viernes en la tarde llegábamos laicos cristianos y consiliarios de distintos rincones de España –Madrid, Badajoz, Plasencia, Valencia, Menorca, Mallorca, Canarias, Bilbao, Palencia, Zamora, Zaragoza- se trataba del decimotercero encuentro de militantes de este movimiento de Profesionales Cristianos de Acción Católica de España, de creación reciente.

El tema específico del encuentro era “Identidad y misión de la Iglesia hoy” –de la Lumen gentium a la Evangelii gaudium-. La inquietud de fondo del movimiento es responder a lo que les pide el Evangelio y la Iglesia, ser levadura en medio del mundo, testigos de la transformación de las realidades colectivas. Todo esto desde pequeños grupos de revisión de vida, coordinados con otros grupos de Iglesia para ser una voz de la misma que va descubriendo el paso de Dios por la vida de cada día. Esto está en el fondo de todos los encuentros y actividades que se organizan. Aquí se buscaba oír la voz del pastor para que iluminara el momento del quehacer laical de los profesionales cristianos presentando aquello que considera hoy fundamental como identidad y misión del laicado cristiano en la Iglesia y en el mundo. Para ello se acudieron a Sebastián Taltavull Anglada obispo auxiliar en Barcelona, el cual con una disponibilidad grande llegó de los primeros y sintió profundamente tener que irse antes del final. Pero el tiempo que estuvo bastó para animar y enriquecer al colectivo que se encontraba en la casa de ejercicios de los misioneros oblatos.

En la ponencia marco presentó, con vida y cercanía, claves fundamentales para hoy que necesitarán ser profundizadas por los militantes para hacerlas vida en el quehacer que les identifica tanto en su ser bautismal como en su misión especializada en la sociedad y en la cultura actual, dentro de la Iglesia. En síntesis podemos decir, que enraizado en el Concilio Vaticano II, en las encíclicas y exhortaciones de los papas Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVI, y en la novedosa exhortación del Papa Francisco “ Evangelii Gaudium” –corroboradora de Evangelii Nuntiandi y del documento de Aparecida- marcó un itinerario de reflexión y profundización para el presente y el futuro de estos laicos comprometidos en la misión de evangelizar en sociedad –cultura y vida pública- desde el quehacer profesional.

Les animó, sintiéndose uno más de ellos dentro del movimiento, a trabajar por la identidad cristiana que es transversal en el movimiento y en la iglesia, al centramiento en Cristo y en el Evangelio, para saber ser una minoría creativa en el quehacer evangelizador y llegar a pie de calle y de profesión a todos los que no conocen al Señor o se fueron desanimados o disgustados del seno eclesial porque les faltó el calor del evangelio. Clarificó cómo el proceso requiere un estilo de pastoral nuevo, donde el ser cristianos e Iglesia, ha de tener un referente cristológico más que institucional, para llegar a los otros en las claves del servicio y de la entrega generosa de la vida gratuitamente. Invitó a superar los peligros de conciencia aislada y autorreferencia, desde una sinodalidad auténtica para saber llevar a las llagas de la humanidad en la sociedad actual, para saber beber en la copa de los que sufren, para aprender a vivir en la incomodidad de la cruz en la autenticidad, superando las tentaciones que hoy nos atenazan de mundanidad solipsista y de acedia espiritual.

Mostró su consciencia y pesar de la distancia que va de la corresponsabilidad comunional de la que habla el Concilio en referencia al verdadero laicado y su misión en la iglesia y en el mundo y la realidad que vivimos en la Iglesia actual. Pidió perdón por lo que supone de falta de confianza y atrevimiento en los pastores para llevar a cabo lo que hoy es una necesidad urgente, señalando que el Papa no sólo ha dicho que hay que saber estar delante para guiar, en medio para acompañar, o detrás para cuidar a los últimos, sino que también había que saber seguir al rebaño, porque también el rebaño tiene buen olfato para lo que necesita y busca para su vida. Culminó su reflexión con ese elemento prioritario que ha de especificarnos en medio del mundo saber servir y entregarnos con la marca de nuestro amor gratuito a los que más lo necesitan, por la vía de la misericordia y la compasión. Ahí está el quehacer de este movimiento especializado, según él, el quehacer profesional, social, cultural y político que genera una solidaridad fundante para la construcción del reino, lo que se convierte en verdadero lugar teológico. Así nuestra acción católica en su ambiente será lo que tiene que ser experiencia de Dios en la acción, tocada por el Espíritu, centrada en Jesucristo, construyendo una comunidad incluyente que sabe ya a gloria en medio del dolor y de la esperanza en el mundo.

Los participantes sintieron el ánimo y la ilusión que les transmitía un pastor de la iglesia española, lo que hace evidente la posibilidad de vivir con riqueza la cuarta nota de la acción católica en el clima de la confianza y de la corresponsabilidad de un laicado adulto y de unos pastores encarnados; del mismo modo quedó subrayada como la acción católica especializada vive un momento especial para servir y construir esta iglesia que quiere convertirse pastoralmente para vivir su misión de un modo creativo y arriesgado. Se agradece que miembros del episcopado español se sientan parte y acompañantes de esta acción católica especializada.

José Moreno Losada.