La colecta de Europa para Ucrania

El arzobispo de Mérida-Badajoz, se dirige a sus fieles con motivo de la colecta imperada por el Papa Francisco en Europa con la mira puesta en Ucrania y habla de un gesto de ecumenismo y diálogo interreligioso:

Queridos sacerdotes y fieles de nuestra Iglesia de Mérida-Badajoz:

El papa Francisco, como pastor universal, ungido por el deseo de que la misericordia y la compasión se hagan universales y la Iglesia sea portadora de ellas, nos ha convocado a todos los católicos europeos para una iniciativa que quiere ser gesto sacramental de la preocupación por la humanidad.
El Domingo, dedicado a la misericordia, tras la celebración de la eucaristía anunció una colecta para recoger fondos, el próximo 24 de abril en las parroquias de Europa, durante la misa del domingo, para destinarlos a paliar la acuciante situación que se está viviendo en Ucrania. Para ayudar a “quienes se encuentran en estas tierras golpeadas por la hostilidad, que ya ha causado varios miles de muertos, y a quienes -más de un millón- se han visto obligados a abandonarlas ante la grave situación”. Pidió “una generosa donación” a los fieles y “un gesto de caridad que, además de aliviar los sufrimientos materiales, quiere expresar mi cercanía y solidaridad y la de toda la Iglesia con Ucrania”. Allí se encuentra más de ochocientas mil personas desplazadas en territorios bajo control del Gobierno ucraniano, así como dos millones setecientas mil personas en zonas bajo control de los separatistas prorrusos en el este del país. Cerca de medio millón de personas tienen “una urgente necesidad de recibir alimentos”, pero las principales carencias son sanitarias. En la situación más dramática se encuentran los niños, pues unos 200.000 menores han tenido que abandonar sus casas y refugiarse en otras regiones alejadas del conflicto.

Los fondos recogidos en la colecta serán repartidos como ayuda humanitaria para todos los necesitados y en cooperación con todas las representaciones religiosas del país, donde los católicos son cerca del 10 por ciento. El objetivo del Papa es alertar sobre una situación humanitaria que le preocupa mucho y que ha perdido la atención en los medios de comunicación a pesar de su gravedad.
Como podéis ver la llamada y el signo están en la línea del lema de este año: “Sed misericordiosos como el Padre”. Compartir los bienes es una de la claves de la medida de nuestra de fe y de nuestra conversión, más si lo que hacemos está dirigido a todos los hermanos, tanto cristianos como de otras religiones, dando así un verdadero signo de comunión en el amor, que nos congrega en la unidad querida por Jesús en la más profundo de su corazón: “Que sean uno, como tú y yo, somos uno para que el mundo crea”. Nuestra colecta tiene por tanto un sentido de comunión en el sentir, de compartir en lo económico y de unidad – ecuménica y dialogante- en la esperanza de la verdadera libertad y salvación.

Sé que esta llamada, que el pastor universal nos hace, no va a caer en saco roto, porque conozco vuestra generosidad mostrada en muchas ocasiones. Os animo para que esta vieja Europa, arraigados en las raíces de nuestra tradición cristiana, con nuestra generosidad demos testimonio de amor y de fe, mostrando que es posible renovarnos y nacer de nuevo en lo mejor del humanismo cristiano, que no sabe de indiferencia porque se abre a los sentimientos de Cristo. El marco de la Eucaristía, da sentido pleno a esta colecta que reconoce la presencia real de Cristo en los sufrientes de la historia, que el pan glorioso que compartimos nos llene de deseos de justicia y dignidad para todos.
Agradeciendo de antemano vuestra preocupación e interés por esta colecta, que será signo de nuestra fe y esperanza, os bendigo en el Señor, asegurando que El nos dará el ciento por uno y la Vida eterna.