Amar a corazón partido. Felicidades¡

Amar desde el dolor, el verdadero consuelo y alivio

La imagen puede contener: 3 personas, personas sonriendo, anteojos e interiorAnónima, sencilla, callada, oculta… pero fuerte, firme, decidida, profunda. Así es ella y así es su vida, la que me sirve hoy para rezar y cantar el magníficat de la vida esperanzada, desde el dolor fecundo que se entrega y aquilata el verbo amar con hilos de ternura y cuidado, hilos  que en la gratuidad radical no tienen precio, pero asientan la belleza de lo eterno que no puede pagarse ni con todo el oro del mundo.

Un punto de partida de amistad y familiaridad
Los conocí en la situación de mayor dolor en sus vidas, la mitad de su corazón, su hija mayor ascendía, joven y bella, a los cielos en un doloroso día de Agosto, cerca de la fiesta del Salvador, patrón de la querida aldea de Cuenca, vecina de nuestro pueblo de  Granja. Allí estaba yo de descanso y me acerqué a participar en aquella ceremonia de fe esperanzada, en el mayor dolor, junto al padre Jesús Nazareno cargado con su cruz, imagen con la que se identificaba antes  la familia  González Montero, y ahora es ella la que se identifica con ellos, a partir de ese dolor vivido y de ese medio corazón entregado. El párroco, afectado por el dolor trágico, me  ofreció que presidiera yo la ceremonia de siembra dolorosa de esa espiga que florecía y ya era enterrada. Y lo hice con una predicación que se dirigió a los jóvenes haciendo un canto a  la vida y a la esperanza, desde aquella joven alegre y ya acabada en su camino vital, pero Dios quiso llegar también a sus padres, y al día siguiente estábamos compartiendo mesa de dolor, silencio y oración  en su  hogar herido.

A partir de ahí una relación de hermandad y familiaridad de las mejores que Dios me ha regalado en mi camino ministerial, a la luz de la Palabra y la esperanza de la vida Eterna.  Sí, me refiero a Belina y Antonio, a sus hijas Araceli – ya celestial- y Elena, con su marido Adolfo y sus  ángeles: Elena, Pilar y María, a los que he ido acompañando y compartiendo camino vital. Pero hoy me centro en ella, Belina,  la madre, la esposa, la abuela, la hermana, la sobrina, la prima, la vecina, mi familiar… la creyente, la mujer.

Belina, corazón a trozos
Se enfrentó al dolor con silencio, mitigó la pena con la vida, no consintió que la mitad del corazón herido anulara su otra mitad, al contrario, hizo crecer lo que quedaba de hálito maternal para sanar y consolar la parte herida, sin perder la esperanza ni el rumbo, cuando nada parecía tener sentido y  todo sonaba a truncado.  Permaneció firme junto Antonio, madre junto a Elena, hermana para sus hermanos, amiga para los amigos, sobrina y prima para los suyos, y cercana, abrazada  a Dios y la Virgen María hasta los tuétanos, para seguir viviendo-muriendo. Aguardando la esperanza. Y en ese hueco, una relación de amistad conmigo y con mi madre que nunca olvidaré, y de la que sigo gozando con libertad y frescura, como de algo mío y propio que me ha sido regalado, en la mayor gratuidad y con la mejor complicidad de lo sencillo, lo transparente y lo amado, en los mayores gestos de ternura y cuidado sin esperar nada a cambio.
La imagen puede contener: 7 personas, personas sonriendo, personas de pie e interiorAdmiro su vida, la pasión y entusiasmo con los que fecunda cada día, en la labor más callada y sacrificada de su casa, su mesa, su familia, su pueblo, su ciudad, sus amistades. Nada la ha parado y ha sabido llenar de cosas profundas la vida de cada día en la misión que tenía encomendada. Ha sido fiel y tenaz, ahí está rodeada y querida de todo lo que ha sembrado gratuitamente y que ya está siendo fruto vivo para ella. Mujer fuerte, viva, inteligente y hacendosa.

Al estilo de Nazaret, desde lo sencillo y lo oculto
En ella reconozco a la mujer discreta, centrada a su Nazaret oculto, necesitando muy poco para vivir porque saber distinguir necesidad de deseo y de capricho. La vida entregada en el acompañamiento a Elena, en la colaboración con su maternidad y en la recepción gozosa de sus tres nietas, donde ella entiende que el cielo la bendice y se hace aliado de su vida para que su dolor sea  amor y hasta alegría, sabiendo que el buen Dios hace de debilidad fuerza, y de la muerte vida verdadera. Por eso nunca ha perdido su esperanza y por eso juega a querer y que se sientan queridos los que le rodean.  No es extraña, encuentra gozo en hacer gozar, belleza en embellecer a los suyos, y eso sin hacerse notar. La virgen María es su modelo. Ha entendido aquello del Evangelio que lo más importante sólo lo tienen los sencillos y hace lo posible para que sus niñas estén llenas de la sabiduría de lo sencillo: del coser, de los gatos, de la merienda, del canto, del cuento, de la piscina de casa…

Cumpleaños feliz , de vida, luz y sorpresa
La imagen puede contener: 4 personas, personas sonriendo, personas sentadasAhora cumple sus setenta años de vida, ya es tronco  fuerte y firme, del que salen ramas llenas de frutos de vida y belleza, de infancia y juego, de risas y cantos, de carreras y sustos… y su hija, en complicidad con muchos le ha preparado una fiesta en silencio,  a la que estoy invitado como “hermano” y me siento feliz de esta invitación y de poder participar en esta comida de acción de gracias a Dios, por ella y su vida.  Será sorprendida por familia y amigos… Me uno a todos los que la aman: Antonio, Elena,  Elenita, Pilar, María… y toda una multitud que participamos de su sencillez y su entrega callada. Lo haremos como tú lo haces, en silencio, pero lo haremos para sorprenderte y abrazarte todos juntos y decirte que te queremos porque eres un tesoro para nosotros.

 Ver: La sorpresa